El creciente consumo de energía en el mundo ha puesto de relieve la importancia de fuentes renovables como la energía solar y la eólica (generada por el viento). En las últimas dos décadas, la producción de energía obtenida por estos medios se ha incrementado más de cien veces a nivel global.
En Venezuela, sin embargo, la energía solar y eólica representa menos del 5% del consumo energético total. Esto plantea un reto significativo para el país, que podría aumentar la producción de estas energías no contaminantes y responder así a la demanda global de alternativas sostenibles. Este cambio es cada vez más urgente debido a las nuevas regulaciones que limitan la producción de energía basada en hidrocarburos, una fuente altamente contaminante que contribuye al cambio climático y que se relaciona con fenómenos naturales extremos, como inundaciones y destrucción de infraestructura, con trágicas pérdidas de vidas humanas y graves daños en ciudades, zonas agrícolas y vías de comunicación.
Venezuela cuenta con una posición geográfica privilegiada para aprovechar estas energías renovables. Nuestra cercanía al ecuador nos otorga una elevada radiación solar, ideal para cubrir una proporción significativa del consumo energético nacional mediante una fuente segura y confiable. Del mismo modo, nuestras zonas costeras y montañosas ofrecen vientos fuertes y constantes, ideales para instalar parques eólicos que generen energía limpia y sostenible.
Si bien Venezuela es uno de los mayores productores de petróleo, con las reservas de hidrocarburos más grandes del mundo, esto no limita el enorme potencial que tenemos para producir energías renovables. Con las inversiones adecuadas, el país podría desarrollar estas fuentes de energía limpias y contribuir a la revitalización del sector energético, proporcionando un camino hacia un futuro sostenible y próspero.