OPINIÓN

La empresa privada: una de las instituciones con mayor credibilidad ciudadana

por Vicente Brito Vicente Brito

La empresa privada es una de las instituciones más confiables según la ciudadanía. Su relevancia para los venezolanos se evidencia en la alta credibilidad que disfruta entre la población, superando incluso a otras instituciones en términos de aceptación popular. Algunos analistas de opinión pública estiman que recibe aproximadamente dos tercios de apoyo positivo. Esta alta consideración se fundamenta en varios aspectos destacados: la creación de empleo, su papel como fuente confiable de bienes y servicios, el compromiso social mediante actividades de apoyo a las comunidades donde operan, así como la capacitación y formación de sus empleados, entre otros.

Junto con la Iglesia, la empresa privada conforma una de las dos instituciones no gubernamentales más respetadas y creíbles para la población. La labor extraordinaria llevada a cabo por los empresarios para mantener sus empresas como pilares de producción y comercio es evidente. Esto se refleja en la existencia de casi 400.000 empresas que emplean a más de 4 millones de personas en todo el país. Este logro se debe al arduo esfuerzo y dedicación de propietarios, gerentes y trabajadores en todo el territorio nacional.

En cada rincón del país se encuentra actividad económica relacionada con la capacidad productiva local, destacándose especialmente la actividad comercial. Incluso en las comunidades más pequeñas, siempre hay una empresa que atiende las necesidades de consumo de sus habitantes. Además, existen empresas dedicadas a la agricultura, ganadería y pesca, contribuyendo así a la generación de empleo y al sostén de las familias en esas áreas. Los centros industriales y el turismo, junto con la infraestructura hotelera y de transporte, también desempeñan un papel crucial en el desarrollo socioeconómico de las comunidades donde están presentes.

Los empresarios son un ejemplo de trabajo, constancia y creatividad, lo cual se refleja en la mejora constante de la capacidad productiva y comercial de las empresas privadas en todo el país. Estas empresas no solo ofrecen empleo, sino que también generan beneficios sociales y económicos en las comunidades donde operan.

Los altos índices de aprobación ciudadana ratifican la importancia de la empresa privada como un motor fundamental para el desarrollo social del país.