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La educación y el turismo en las ZEDE

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La lista de las y los perdedores es larga y tal vez no acaba nunca, porque la constante es que se termina una guerra para continuar otra en cualquier lugar del mundo, parece que el destino fuera el mismo, hacer la guerra con el pretexto de que se está buscando la paz

Horacio Guerrero García – Veintiún prólogos para un pretexto

I ZEDE: Educación para garantizar la consolidación de las inversiones

Si algo caracteriza a las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) en cualquier parte del mundo es que su principal objetivo está en la consolidación de sus inversiones, en un contexto donde la sociedad también reconozca la importancia que generan para el bienestar, crecimiento y desarrollo en sus distintos territorios y países.

Por ello, resulta irónico que cuando precisamente la población al ver las bondades que estos proyectos motorizan en sus componentes económicos, y por ende, en el ámbito de su geografía social, sean los Estados quienes obstaculicen el progreso de éstas, no sólo para atraer capitales nacionales y foráneos, sino para estimular la creación de los aspectos más importantes de las ZEDE en el marco del tejido que articula todas las variables de las expresiones humanas: la educación.

Verbigracia, en el caso de Honduras, el zelayismo controlado por Xiomara Castro y su conyugue, el ex presidente Manuel Zelaya, emulando las prácticas más perversas del chavismo – madurismo, como la desinformación, los fake news, y sobre todo, con la manipulación discursiva de la historia, penetraron el aspecto político-ideológico en las decisiones del poder judicial, quienes, con una “decisión” apartada de los principios sociales y jurisprudencia universal, pretenden desde una insinuación, precisamente seudo histórica, socavar los espacios que desde la narrativa de los hechos y la vigencia consuetudinaria del derecho, (des)asociar el desarrollo de los pueblos con una enorme protuberancia que divida la historia, entre buenos y malos, patriotas o antipatriotas, y más aún, entre lo que serían  amantes o violadores de una soberanía, cuya abstracción y complejidad, lo más que hace es apartarse es de la educación como centro indivisible y de avance social.

Así, la educación que es la principal herramienta de las ZEDE, y mientras ésta desde una orientación colectiva busca a través de sus trabajadores, emprendedores y también sobre los miembros de las poblaciones centrales y periféricas, especialmente los niños, una praxis societaria que articule todo el tejido social a través de escuelas, talleres, cursos, y actividades de capacitación laboral y aprendizaje de idiomas, e incluso de distribución de equipos neotecnológicos para los niños de los sectores más necesitados, “decisiones” del Estado hondureño, en contracorriente sobre semejante plano educativo, intenta revertir bajo una inexistente “violación de soberanía” los componentes que precisamente son los que elevan los preceptos de identidad e idiosincrasia ejecutados por las ZEDE; y en el caso de Honduras desde la visión integradora del conocimiento, educación, ciencia e investigación (CECI); que ha venido ejecutando una organización internacional como Próspera.

Resulta incomprensible, que teniendo Honduras una sólida y envidiable ubicación geográfica de conexión marítima y territorial, y que ésta se haya materializado en la constitucionalidad de las ZEDE; entendiendo que tales posibilidades de inversiones han sido claves para el desarrollo de otras naciones -en especial de Asia – y desde ellas, se haya vitalizado la educación, como la principal nomenclatura de impacto social, beneficiando a millones de ciudadanos(as), no solamente en el plano de la enseñanza y aprendizaje en determinadas áreas, sino como fuente en la deconstrucción filosófica y epistemológica de nuevas sociedades que amplían un desarrollo humano y ambiental en plena consonancia con las necesidades y requerimientos de cada población; pues, un gobierno, desacate los mandatos de un Estado, y desde una visión cortoplacista, y de negativas consecuencias para el futuro del país, y sin valorar que la educación es la principal perjudicada, cuando se intentan forzar esquemas que buscan anteponer líneas político-partidistas sobre los ejes constitucionales.

Pretender excluir de las ZEDE con una decisión arbitraria, y sobre todo inconstitucional, sería también desconocer que la educación resultaría la principal víctima, no sólo por la suspensión de los programas en este campo que se pueden ejecutar socialmente con estas organizaciones, caso de Próspera, sino porque la “razón” violatoria del estado de Derecho, no es comprensible y menos aceptable para que cualquier docente en el cúmulo de sus experticias, pueda explicar y justificar ante sus estudiantes, que las normas jurídicas pueden violarse conforme la “voluntad de un gobierno” sobre el Estado sujeto por las disposiciones constitucionales y de los preceptos vigentes en sus conjuntos de leyes; y sobre todo, es la inaplicable retroactividad en decisiones ajustadas con cualquier principio del Derecho. 

Negar que la violación del derecho influye y afecta de manera directa sobre la educación, y por ende, en la formación humana de una sociedad, sería imponer de manera monolítica que las leyes y la educación no serían complementarias, sino subyugadas al poder político. En síntesis, las ZEDE además de un amplio esquema de inversiones y encuentro de capitales positivos para Honduras, representan un camino de fortalecimiento educativo.

II Las ZEDE con un desarrollo de fortalecimiento turístico

Además que las ZEDE son una estructura para el fortalecimiento de la educación – un concepto que anula cualquier pensamiento político de “violación de soberanía” – las mismas, son una ejecución directa o indirecta sobre las potencialidades turísticas de un territorio. Es decir, en forma directa, existen inversiones de carácter internacional como Próspera que apuestan por la integración de las bellezas naturales y de humanización para hacer del turismo una gran industria nacional y de potenciación geocontinental; y aquellas que están vinculadas con otros escenarios productivos, y por ende, también emergen con beneficiar las actividades turísticas; porque en su generación de riqueza impactan significativamente sobre el intercambio de las relaciones comerciales y reciprocidad sobre tales actividades de expansión geográfica.

En tal sentido, las inversiones turísticas, además de convertirse en constantes inversiones, por ser un motor en pleno desarrollo, máxime en aquellas zonas donde la geografía se complementa con la arquitectura, pues se integran escenarios para que el descanso y la recreación, también se acoplen con otras variables relacionadas con la salud, la biotecnología y las ciencias naturales y sociales. Ante una realidad con tales características, la multiplicación de empleos, de trabajo y actividades relacionadas con la amplitud de estas áreas son las más beneficiadas, además que tenemos que incluir que el turismo que se radica temporalmente es los espacios destinados para tales fines, no sólo generan ingresos en dichas empresas, sino que los diversos territorios, esos que señalamos como centrales y periféricos, donde abundan restaurantes, artesanos, cultores y generadores de actividades recreativas, son también parte de los beneficios directos; es decir, que las ZEDE cuando son turísticas articulan redes internas y externas de un numeroso compendio de actividades humanas.

¿Y cuál es el fondo que más carga positiva generan las ZEDE sobre la sociedad y un país?  Si tomamos como referencia, acciones vinculadas con Próspera, ésta permite que otras empresas sean agrícolas, productivas, (bio)tecnológicas, industriales o de servicios, están bajo una estructura y condiciones especiales tanto para el desarrollo de sus actividades como de normas impositivas a través del tiempo, lo que permite el aumento exponencial de los capitales, en un marco donde el bitcoin – que ha aumentado en más de un 100% su valor en 2024 – fortalece las actividades financieras y comerciales de todos los inversionistas y sus nóminas. Eso hace de una ZEDE como Próspera sólo en el área turística, un espacio diferente al resto de las inversiones turísticas convencionales, porque los beneficios son extendidos en otros espacios del ámbito económico y social.

III Aspectos de integración educativos, productivos y de servicios de las ZEDE 

Contextualizando los aspectos educativos, productivos y de servicios de las ZEDE, no sería posible desde ningún sentido jurídico, implicar que tales actividades generaran algún tipo de resquebrajamiento en la soberanía de los países, porque además de ser una concepción abstracta de una semántica no aplicable sobre los términos económicos y sociales; la soberanía sólo aplicaría en escenarios de guerra, siendo un concepto muy empleado en tiempos de independencia en América Latina; y máxime cuando no somos una región de guerra en términos militares; pero que pareciera que busca confrontaciones políticas de algunos Estados contra inversionistas, de lo que algunos ideológicamente denominan como “capitalismo” o más aún “capitalismo salvaje”, para justificar su retórica de “socialismo”, y cuyos estruendosos fracasos como los casos de Cuba y Venezuela, son los más evidentes en los últimos años.

En consecuencia, las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico sólo conjugan escenarios donde la educación, producción, comercio, y servicios como el turismo destacan porque se han asociado con otras áreas como la biotecnología para fortalecer el crecimiento económico de las sociedades y los países. No hay violación de “soberanía” en las ZEDE. Sólo existen en ellas conocimiento, educación, ciencia e investigación sobre la base de formas económicas que dibujan millonarias inversiones y empleos con características de países desarrollados. 

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