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La edad oscura y su relación con el 2021

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La edad oscura, reino de pies de hierro con barro, kali yuga, edad simiesca, entre otros adjetivos, donde ninguno vive su propia vida, sino que a través de la memoria implícita, existe con la ilusión, dictada por las inteligencias creadoras y controladoras del sistema mundial.

Entre otras calificaciones, así llaman a este tiempo de desorden mundial, en vez de nuevo orden global, en cada una de las naciones donde se desbordan protestas y denuncias contra los controles económicos y civiles, instaurados desde 2020 en todo el mundo, aunque hay que recordar que hay naciones que padecen el gran reseteo desde finales del siglo XX y otras con menos éxito, sin ningún ejercicio de interés nacional, padecen el apagón de la gobernanza mundial en todo el siglo pasado y más atrás, incluso.

Mientras por otra parte, existe un clamor del despertar de la humanidad, una devoción del espíritu por el conocimiento universal que cada día, se hace más  latente, a través, precisamente de eso que denuncia que oprime, como lo viene haciendo la revolución digital, usada por el régimen comunista en las poblaciones chinas.

Sin caer en las especulaciones, fanatismos y en medio de la apatía, dejadez, omisión o más bien, servicio ya no tan secreto para nadie, por parte de las cinco religiones madres de la tierra. Judíos, cristianos, budistas, hinduistas e islamistas, no presentan ninguna oposición, objeción o rechazo a lo que  está pasando en el mundo; sino que al contrario, son un punto de apoyo del gran engaño de programación mundial, la broma en escena en transición, lo cual es lógico, ya que se es cristiano, judío o budista entre otras programaciones, pero se está muy lejos de emular la obra de cada uno de los héroes fundadores de estos pensamientos.

A estas alturas de la vida, en verdad, nada importa, pertenecer algún credo, secta, grupo , organización, ideología, nacionalidad, raza, religión, pueblo, movimiento o clase social, cuando están en silencio o peor aún, al servicio de fuerzas, gobernanzas e inteligencias reprogramación nefastas, opuestas a la naturaleza, carácter humano y divino que heredó la civilización, lo peor es que obligan a la humanidad a formar parte de una conflagración mundial que comenzó en marzo 2018 como guerra industrial por el comercio y aranceles entre Estados Unidos y China, que luego habría mutado en un estado inexplicable de pandemia que da muestras de poderse convertir, en una guerra civil a escala planetaria, sino se hacen los correctivos jurídicos a la infinidad de denuncias públicas al respecto.

Por otro lado, los medios muestran el peor cataclismo, jamás visto en primera fila con palomitas de maíz, festejos, brindis y demás pasa palos, ante la virtualidad de los mismos, se viene diciendo a raíz del relanzamiento de la plataforma del meta verso, que éste va a representar un peligro de deshumanización; cuando esa realidad virtual, simiesca, ya está aquí, donde la humanidad, sin darse cuenta, está inmersa desde hace muchos años, ante el algoritmo que personifica al denominado, primado, caricatura burlesca, simiesca o risueña que emulan de cada persona.

Hay que recordar que la inteligencia artificial del smartphone persigue todo tipo de acciones para dejar un registro base de datos, en forma de  memoria implícita; lo peor es que puede deducir esta inteligencia artificial, hasta lo que se piensa, siente, gustos y preferencias, de acuerdo a las afinidades y estados de ánimos, revelados en los móviles. En pocas palabras, la vigilancia totalitaria de las obras literarias distópicas del Big Brother, en esta época, ya viven no sólo bajo el régimen del Partido Comunista en la nación china, sino en todo el mundo.

En el mismo corolario, hay que señalar que, ni los genes, ni conocimientos ancestrales originarios, garantizan nada, como tampoco son una garantía, las religiones e ideologías, es como el cuento de la oposición presente en todas las naciones, todas responden a la agenda global, con total impunidad y descaro, ante las pretensiones y acciones de supresión de las libertades y derechos fundamentales de cada persona, en especial de los derechos divinos derivados en derechos naturales como lo es el de libre albedrío.

En conclusión, es un hecho cierto la supresión de las libertades humanas; no se pretende caer aquí en ningún tipo de especulaciones, teorías o fundamentos científicos, expuestos en los medios alternativos, tales como: experimento social, hojillas en la sangre, magnetismo, grafeno de la cuarta revolución industrial, presente en los experimentos genéticos, virus inoculados, Guillain Barré, trombosis, alergias, cáncer, esterilización, miocarditis, infartos, muertes súbitas, no; esa materia queda a los expertos de cada área en las naciones, investigar, o sino, la  historia juzgará.

Es un hecho que un enfoque científico viene cercenando la libertad más esencial que poseen los seres humanos, la de elegir, la libertad con las que nacen todas las almas y que es piedra angular del gran edificio de la humanidad y sus edades.

 

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