La oportunidad es el motivo en el instante exacto para consumarse. Llamo «diplomafia» [de la raíz indoeuropea «plex» e italiano «mia cosa» o «di tutti capi nostro»] al perverso y tangible recurso de negociadores del funcionariado del crimen político latinoamericano, mujeres y hombres que propician el exterminio conceptual de la Doctrina Democrática. La integran representantes jurídicos de Estados, los cuales interactúan con prácticas que para ellos dejaron de ser delictivas: la extorsión, el encubrimiento, conspiración para cometer, enriquecimiento súbito e inexplicable y aprovechamiento de dineros provenientes de la malversación de tesoros nacionales o privados.
La partida de nacimiento de la «diplomafia» fue certificada y apostillada cuando patriarcas de aborrecibles conductas [que durante décadas estuvieron rezagados en las Américas, sin esforzarse mucho] sedujeron a militares y civiles con prontuarios criminales, infaustamente «sobreseídos»: pero que fueron elegidos para administrar una de las mayores reservas de combustible fósil en el mundo. Luego, con mercenarios o sicarios, tiranizan a quienes nunca adherimos y la «idiotacracia» que les confirió atribuciones.
No son concilios de personas santas, sino «conciliábulos» de rufianes los convocados por esos patéticos personajes de las Américas hace tiempo con sus llagas abiertas. Emperatrices y faraones de ridícula propaganda, a quienes solo motiva lucrarse y privilegios conforme a cualquier «capo di tutti capi de nación»: ese para el cual la «Omerta Fundacional» sustituye [bota miliciana mediante] a regímenes respetuosos de los principios fundamentales de la democracia. Sus convites son memorables pláticas de estupideces, mientras ningún déspota anuncia que dimitirá. Unos a otros, se calificarán ultrapatriotas y corajudos frente a un invasor presunto. A la patria grande latinoamericana no arrodillará ninguna potencia mundial, salvo Rusia y China.
Los capitalistas de roja procedencia no son vistos con sorna: sus intenciones son boliburguesas. No conceden préstamos con propósitos de obtener ganancias, la plusvalía y desigualdad entre los ciudadanos fue socialistamente abolida. Los comunistas originarios ya no les hablan de esos bodrios académicos a los sudacas, sino de pertrechos bélicos que están dispuestos a venderles con sobreprecio para que fomenten la paz. Ningún hombre nuevo «fellare» de rodillas a imperialistas. Siempre lo está, pero en campo donde la hoz y martillo [☭] simboliza un reinado eterno: porta un fusil A-Caca 47 veces: cuchillo de carnicero o pistola Makárov. Los exhibe cual rata lo haría, con orgullo de asesina serial.
Nunca se entendieron ni perdonaron naciones enemigas en pleito durante guerras mundiales porque las consecuencias persisten, todas son todavía muy peligrosas y muestran sus fauces. Pero: están comercial e inevitablemente relacionadas, ello por cuanto [sobre promontorios de cadáveres] se pueden hacer negocios. El exterminio de las democracias en las Américas fortalecerá el siguiente axioma de la «diplomafia»: si alguien inventó el poder fue para disfrutarlo en cofradías, que no para ejercerlo al modo que lo haría el filántropo interruptus de las utopías.
@jurescritor