OPINIÓN

La dictadura más fea de las Américas se tambalea ante Miss Universo

por Arturo McFields Arturo McFields

Sheynnis Palacios

Nicaragua ha sorprendido al mundo ganando por primera vez el concurso de Miss Universo. La esperanza y regocijo que la corona trajo al pueblo ha despertado una fea y furiosa respuesta en la dictadura sandinista. Tienen miedo y no saben qué hacer.

La maquinaria del tirano. La policía acusa de terrorismo, traición a la patria y crimen organizado a Karen Celebertti, organizadora de Miss Nicaragua, al igual que a su esposo, Martin Arguello y su hijo, Bernardo Arguello Celebertti. Sin motivos y sin pruebas.

Una belleza peligrosa. Durante la segunda mitad del siglo pasado las dictaduras de Rusia, China y Cuba prohibieron y persiguieron los concursos de belleza. Estos eran vicios capitalistas y un cáncer que había que erradicar a toda costa.

Cuba. A partir de 1960 la dictadura de los hermanos Castro censuró todos los concursos de belleza por considerarlos “armas sutiles del imperio” y “diversionismo ideológico”. Obstáculos para el nacimiento del “hombre nuevo”. En 64 años jamás nació.

Rusia. En 1959 la Unión Soviética prohibió las competencias de belleza por considerarlas frivolidades oligarcas. En 1988, con la llegada de Mijaíl Gorbachov, eso se acabó. Llegaron los concursos de belleza y otras libertades políticas, culturales y económicas.

China. En 2015 Anastasia Lin, Miss Mundo Canadá, fue vetada de participar en el concurso celebrado en Sanya, China. Sus críticas a su país natal la hicieron persona no grata y sus familiares sufrieron la persecución brutal del Partido Comunista.

Nicaragua. En 1979 los sandinistas impidieron, a punta de pistola, la participación de Nicaragua en Miss Universo.  Patricia Pineda fue obligada a desertar del concurso y regresar a Nicaragua ante la amenaza de muerte que pesaba sobre su familia.

Más que un concurso de belleza. La corona que Sheynnis Palacios le regaló a Nicaragua devolvió la esperanza a un pueblo oprimido. Su humildad, belleza y trabajo duro demostraron que se puede triunfar sin la bendición de los tiranos semidioses.

Más allá del miedo y la represión, el régimen no ha logrado descifrar la empatía y popularidad de la reina de belleza. Toda Nicaragua salió a las calles a celebrar la corona de Miss Universo, portando la bandera nacional y no los símbolos de sangre y muerte.

Nervioso y desesperado. El comandante ha enviado a sus emisarios a visitar a los familiares de Sheynnis Palacios, ha acusado policialmente a los organizadores del concurso, ha realizado campañas de difamación y odio, pero no ha logrado robar la corona del pueblo.

La dictadura más fea del continente. Daniel Ortega y su mujer gobiernan Nicaragua arrestando sacerdotes, confiscando universidades, exiliando periodistas y bandas de rock. Son una dictadura grotesca, impopular y fea, amenazada y opacada por la belleza de Miss Universo. Una belleza peligrosa para el poder.

**El autor fue embajador ante la OEA, exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).