En el Día Internacional contra las Víctimas de Desapariciones Forzadas que se conmemoró este 30 de agosto, es un día trascendental para visibilizar a las personas, hombres y mujeres que han sido sometidas a está práctica inhumana y también para sus familias que han impulsado una lucha heroica por encontrar a sus familiares, donde las y los periodistas también forman parte de esta tragedia.
En este marco vale la pena recordar el informe que Reporteros Sin Fronteras y Propuesta Cívica presentaron en noviembre de 2021, y que se retoma en abril de 2022 por el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU, en su informe sobre México y en el que expresó su “preocupación por la desaparición de más de 30 periodistas entre 2003 y 2021. De ellos ninguno ha sido localizado y las investigaciones o sanciones a los responsables no han tenido avances. Esta situación constituye una seria amenaza para la libertad de expresión y para el derecho de la sociedad a estar informada”, señaló.
Las desapariciones de personas en México es una tragedia que sigue ocurriendo cada día en el país y que suman a la fecha 100.000 personas desaparecidas, entre las que se encuentran 26 periodistas. “Una tragedia desgarradora”, como ha señalado el Comité en sus conclusiones.
Todas estas familias incluyendo el caso Ayotzinapa, enfrentan el mismo dolor, las mismas condiciones de abandono y burocracia de las instituciones. Además de un sistema de justicia ahogada en su propia maraña de inoperancia. Y la incapacidad de un gobierno que no ha podido prevenir ni controlar esta práctica.
En el caso de las y los periodistas desaparecidos, el 100 por ciento de estos están en la impunidad, siguen ser localizados, las investigaciones se han estancado por años sin ningún avance, y algunas han sido archivadas por años. ¿Dónde están? ¿Quién los busca?
Desde el año de 2003, fecha en se registró la primera desaparición de un periodista en México, Reporteros Sin Fronteras ha llevado un registro puntual de las desapariciones, así como también junto con Propuesta Cívica, ha dado acompañamiento a sus familiares en su búsqueda de justicia.
En el seguimiento que por años hemos hechos de estas desapariciones, hemos confirmado que en la mayoría de estos los investigadores no tomaron en cuenta el trabajo periodístico de las víctimas como una de las líneas de investigación prioritaria, y no se han enfocado a la localización de las personas desaparecidas, ni a la identificación de los responsables materiales y mucho menos a los intelectuales de estas desapariciones.
Acá algunos casos como el de José Alfredo Jiménez Mota (16 años de desaparición); Mauricio Estrada Zamora, María Esther Aguilar Cansimbe, Ramón Ángeles Zalpa, José Antonio Apac, y Gabriel Fonseca Hernández, periodista del diario El Mañanero de Acayucan, con 10 años de desaparecido y donde por su expediente han pasado más de siete fiscales, uno de ellos actualmente líder de un cartel en Veracruz
Los familiares han tenido que enfrentar un sin número de trabas en las Fiscalías locales, y la inexistente investigación en la Fiscalía General de la República. La falta de apoyos integrales por parte la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas que se conforma con tan solo tenerlos como una estadística para su Registro Nacional de Víctimas mejor conocido como Renavi pero los apoyos nunca llegan, generalmente se quedan en promesas incumplidas.
En 2016, la Comisión Nacional de Derechos Humanos llamó la atención a las autoridades Federales entre ellos la Fiscalía General de la República, y Fiscalías locales y federales sobre la situación de libertad de expresión con relación a los periodistas asesinados y desaparecidos, entonces la CNDH, llamó la atención sobre que las desapariciones registradas hasta 2014, todas se encontraban en carpetas en integración. Y esto no ha cambiado a la fecha, sin que la actual titular de la CNDH se pronuncie.
Los contextos de violencia e impunidad que enfrenta la prensa en México, se ha extendido por años y las desapariciones continúan, hay que recordar la desaparición de los periodistas Jorge Molotzin Centlal y Pablo Felipe Romero Chávez, en marzo de 2021, en el Estado de Sonora, sin que hayan sido localizados a la fecha.
Gran parte de las desapariciones de periodistas se han registrado principalmente en regiones emblemáticas de la violencia contra periodistas en México como Michoacán, Guerrero, Veracruz, Sonora, Tamaulipas, Coahuila, entre otros. Los años han pasado, los gobiernos también y todos se ha quedado en promesas, cuando las hubo, y las investigaciones siguen abiertas pero sin resultados.
Los 26 periodistas desaparecidos hasta la fecha en México cubrían en su mayoría las fuentes de política, seguridad, corrupción y narcotráfico y ejercían el periodismo en el momento de su desaparición, en las regiones más violentas para la prensa en México.
En todos ellos hay un «patrón», ninguno ha sido localizado, las investigaciones están estancadas, o no van a ningún lado, ninguna autoridad los busca ni a los desaparecidos ni a los responsables, el tiempo ha pasado y los indicios para su búsqueda también han desaparecido con ellos. Sus familiares siguen esperando a que ellos y ellas regresen. Las Fiscalías locales y federales han sido incapaces de establecer mecanismos de investigación eficaces.
Estos casos ilustran perfectamente el patrón y la tragedia de las desapariciones en nuestro país que han afectado también a la libertad de expresión, donde para evitar que los periodistas informen sobre actos ilícitos o sobre la colusión de los políticos con miembros de los cárteles, actos de corrupción e inseguridad; primero se presiona y amenaza de muerte constantemente a los periodistas de investigación o simplemente a los reporteros que cubren noticias relativas a estos temas y que les son incómodos.
En los casos de periodistas desaparecidos que se entregó al Comité de Desapariciones Forzadas han transcurrido desde quince, doce y diez años, sin que las investigaciones den resultados. ¿Dónde está la Comisión de Búsqueda en estos casos en los que ni siquiera se ha acercado a las familias?. ¿Dónde está la Comisión de Víctimas?, la búsqueda de las y los periodistas desaparecidos en México, son una tarea pendiente para el actual gobierno.
Por ello compartimos algunas de las recomendaciones que en noviembre de 2021, se entregaron al Comité de Desapariciones Forzadas y que siguen vigentes:
1) Que el gobierno mexicano se pronuncie por una política frontal encaminada a acabar con la impunidad en los asesinatos y desapariciones de periodistas en México y se impulsen las investigaciones desde la perspectiva de libertad de expresión
2) Se impulse una mayor coordinación entre la Fiscalía Especial de Atención a Delitos cometidos contra la libertad de Expresión (FEADLE) y la Comisión Nacional de Búsqueda que permita unir esfuerzos y recursos para la localización de los 26 periodistas desaparecidos en México. Se facilite el acceso a los familiares y sus representantes legales para poder colaborar con las autoridades en las investigaciones y
3) Se establezca una Mesa de trabajo entre autoridades de la FGR, Comisión Nacional de Búsqueda, Organizaciones de Sociedad Civil y Familiares para establecer una agenda y mecanismos de búsqueda de los periodistas desaparecidos.
4) Que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas CEAV cumpla con su mandato de atender de manera integral a los familiares de periodistas desaparecidos que, si bien algunos de ellos cuentan con su registro de víctimas, esto no ha garantizado una atención integral a estas 26 familias.
Cuadro anexo elaborado con base en los archivos de Reporteros Sin Fronteras, de 2003 a 2022, sin embargo mencionamos la cifra oficial del Comité de Desapariciones Forzadas.
Balbina Flores Martínez es representante en México de Reporteros sin Fronteras
Artículo publicado en La Silla Rota
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