Empieza a ser más que preocupante la degradación de nuestra democracia. Probablemente es culpa de todos en mayor o menor medida. Pero no podemos actuar todos por igual. Durante mucho tiempo la izquierda española pretendió ser la defensora de las libertades por el simple hecho de que socialistas y comunistas habían estado en la oposición a Franco. Lo que no quiere decir que no hubiera una buena parte de lo que fue el centroderecha español en 1977 que ya hubiera sido oposición a Franco como todos los democristianos que estuvieron en el célebre Contubernio de Múnich y en destierros varios en las Canarias y otros lugares donde fueron confinados.
Desde 1977 la derecha, que trajo la democracia a España, y le dio la mano a la izquierda para construir juntos un modelo de convivencia, ha reivindicado las libertades. Y las libertades implican el derecho a equivocarse por parte de los electores. Yo he denunciado en el pasado cómo la izquierda empezó a romper con la libertad de todos cuando tras la victoria del PP en las elecciones andaluzas de 2018 los comunistas rodearon el Parlamento de Andalucía para protestar contra la formación de un gobierno que contaba con la aquiescencia de «los fascistas» de Vox. Dije entonces y repito hoy que no hay nada más antidemocrático que manifestarse contra el resultado de unas elecciones. O todos tenemos derecho a votar los partidos y candidatos que entren dentro de los parámetros de la legalidad vigente, o no hay democracia.
Esta nueva izquierda que es cada vez más universal, y ya se había manifestado en Washington en noviembre de 2016 cuando ganó las elecciones Donald Trump y llenaron las calles de la capital federal de violencia. Un demócrata jamás haría eso. Ayer empezó a sonar mi teléfono con un mensaje que me llegó desde muchos amigos: «Por favor, pasadlo a todos vuestros contactos. Manifestación a las 12:00 de la mañana del día 10 de septiembre en el Ayuntamiento de todo y cada uno de los pueblos y ciudades de España en contra de la posible Ley de amnistía que permita a los independentista reírse de la democracia española, apoyados por Pedro Sánchez. Pásalo a todos tus contactos!!! Tenemos que pararlos ya!! Somos muchos más!! Demostrémoselos!!». Me he ahorrado corregir faltas de ortografía y lo he transcrito tal cual fue divulgado. ¿Esto es lo que la derecha española ha aprendido de la izquierda universal? Ante todo, me atrevería a decir que sospecho que esto puede ser una burda manipulación de la izquierda gobernante para contar que ha habido una convocatoria masiva y no ha ido nadie, para así quedar en ridículo todos.
Pero el asunto es peor: todos los convocados a las urnas el pasado 23 de julio sabían que Sánchez daría lo que fuese a los independentistas por mantenerse en el poder. Y que nada de lo que prometiera debía ser creído porque miente sin pudor una y otra vez. Y aun así Sánchez logró un resultado que prácticamente empataba con el que tenía antes y que le permite, numéricamente, sumar una mayoría con todos los que quieren romper España. Nos guste o no esto es lo que votaron los españoles hace un mes y medio. Salir a manifestarse contra el resultado de las elecciones es antidemocrático y patético.