La OTAN en su reciente cumbre en Madrid definió a Rusia como “la amenaza más directa y significativa para la seguridad, la paz y la estabilidad euroatlántica” y a China como un desafío por “sus ambiciones declaradas y sus políticas coercitivas que desafían nuestros intereses, seguridad y valores”.
China inmediatamente protestó diciendo que esa nueva definición cambia de la globalización a la confrontación de bloques, siendo un bloque los países miembros y aliados de la OTAN reunidos en Madrid, con un PIB de 53,1 trillones (millones de millones) de dólares y el otro bloque China-Rusia con un PIB de 20,1 trillones de dólares.
Es comprensible la protesta de China porque en lugar de avanzar económicamente comerciando con Europa y Estados Unidos separados, lo que le permitía enfrentarlos en magnitudes económicas similares, ahora tendrá que confrontarse con un bloque que es 2,6 veces más grande que el de ellos.
Esta nueva definición global estará vigente al menos durante toda esta década y, por tanto, conviene apreciar cuál es el futuro que espera a los aliados de cada uno de los bloques.
Actualmente, Nicaragua es firme aliado del bloque China-Rusia no solo comercialmente sino también políticamente, al respaldar la invasión de Ucrania y al mismo tiempo mantiene relaciones comerciales con el bloque OTAN y aliados, mientras dicho bloque no decida cortarlas, como consecuencia de la nueva política de confrontación de los dos bloques.
La última vez que se confrontaron dos bloques a nivel mundial: la Unión Soviética (URSS) y Aliados contra la OTAN y Aliados, fue derrotada la Unión Soviética, lo que llevó a su desaparición en 1991.
Ahora, en el bloque de la OTAN se encuentran casi todos los Estados que fueron parte de la Unión Soviética al ser sometidos por el régimen comunista. Ellos, en libertad, prefirieron ser parte del bloque que triunfó y que asegura su progreso en libertad con un sistema político democrático que respeta los derechos humanos.
Es de prever entonces que el bloque, cuya economía es 2,6 veces más grande, volverá a triunfar y los aliados del bloque perdedor cargarán con las consecuencias.
Los nicaragüenses debemos asegurar el restablecimiento de la libertad y la democracia y pasar a estar con el bloque de la OTAN y Aliados, para poder garantizarle a nuestro pueblo un futuro brillante de progreso en libertad.