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La cultura organizacional en la educación venezolana

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Por Carmen Sulay Rojas

La educación venezolana, conforme con los principios y valores de la Constitución de la República y de la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2009), tiene entre sus fines: fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la formación transversalizada por valores éticos de tolerancia, justicia, solidaridad, paz, respeto a los derechos humanos y la no discriminación.

No obstante, tiene como materia pendiente la formación permanente de los corresponsables de la administración educativa en la educación de los derechos humanos, la cual no puede seguir supeditada a oportunidades, espacios o circunstancias; esta tiene que ser ejercida por los docentes, administrativos, obreros, todos los que conforman la comunidad educativa todos los días, segundo a segundo hay que estar aprendiendo y aplicando los derechos humanos, como parte de la cultura humana que cada instante se desarrolle como creciente exigencia de la humanidad y el valor inherente de cada ser humano. Hay que mirar entonces que la administración educativa que tiene por objeto de estudio la organización educativa actúe permanentemente en función de la enseñanza-aprendizaje de los derechos humanos.

El clima organizacional está relacionado con los momentos humanos vividos en cualquier estructura, componente, empresa o institución. Allí los seres humanos se encuentran y se comunican de una manera profunda y abierta. Ahora, lo que verdaderamente importa para las organizaciones es enriquecer el espíritu de las comunidades de trabajadores que integran sus espacios laborales y de aprendizaje a través de incentivar los momentos humanos, el talento, la interrelación de las personas creativas, responsables y apasionadas con lo que hacen en sus diferentes contextos.

Es importante acotar que tanto el clima como la cultura organizacional están íntimamente relacionados, son muy importantes para la comunicación en las organizaciones, influyendo uno en el otro. La diferencia radica en que la cultura es planeada y consistente, mientras que el clima es el ambiente en que nace la cultura.

Desde esa perspectiva, ¿es posible que la cultura organizacional de una institución educativa transforme su cultura para atender la formación permanente de los corresponsables de la administración educativa en la educación de los derechos humanos? Verbigracia, la cultura organizacional expresa un modo de vida, un sistema de creencias, expectativas, principios y valores, una forma particular de interacción y de relación de determinada organización. Cada organización, por lo tanto, es un sistema complejo y humano que tiene características, cultura y sistema de valores propios. Lo que significa que la cultura organizacional influye en el clima existente en la organización.

La mejor garantía del respeto a los derechos humanos está en la transformación de una cultura y una educación fundamentados en las virtudes éticas y morales, para lograr de este modo que la persona se comporte de acuerdo con ellas, pero es fundamental elaborar un nuevo modelo de educación que armonice los intereses individuales y la participación en la comunidad.

El sistema educativo venezolano requiere de administradores que mantengan entre ellos y su personal, óptimas relaciones humanas, basados en la educación de los derechos humanos (valores éticos y morales). La comunicación eficaz es necesaria para la paz y armonía del recinto educativo. Incluso forma parte del clima organizacional, ya que la motivación también es intrínseca.

Las organizaciones educativas deben justificar su espacio en la sociedad, formar para la vida, el bien común. Una formación integral basada en el amor, donde la comunidad educativa confluya en un cambio de cultura organizacional, para ello debe desarrollar una visión, misión y objetivos con miras en la educación de los derechos humanos.

Lamentablemente en Venezuela, en los últimos años la politización de la educación, la destrucción de la infraestructura educativa, la obsolescencia de los espacios de aprendizaje, la desactualización de los currículos, aunado con la emigración de docentes por efectos de la terrible crisis económica y la propagación del covid-19 terminaron por destruir lo poco que aún quedaba de pie en todos los niveles del componente organizacional de la estructura educativa. Y ante semejante realidad de violaciones de los derechos humanos, reconstruir una nueva condición de la educación también requerirá encontrar una auténtica y democrática cultura organizacional.

pensareducativo.org@gmail.com

 

 

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