Al fin Petro se quitó la máscara de gobernante demócrata y ya puso la cara de lo que es, un subversivo del orden democrático que quiere instalar la dictadura del socialismo del siglo XXI. He insistido hasta el cansancio que Petro sigue el guion del Foro de Sao Paulo para desde el poder derribar la institucionalidad democrática e imponer la dictadura neocomunista denominada socialismo del siglo XXI.
En resumen, lo que la cartilla del Foro de Sao Paulo estipula es un proceso que se inicia con la obstrucción del régimen de democracia liberal a través de la promoción de la antipolítica y la creación de un estado de opinión negativo hacia la democracia, esto puede llegar hasta la protesta violenta que genere anarquía; una vez logrado esta se promociona un outsider o una figura mesiánica de la izquierda que llegue al poder por la vía electoral.
Una vez en el poder se proponen reformas anti «oligarquía” con un discurso de defensa de los pobres y se implementan programas populistas de subvenciones a la par que se destruye la economía con la política de decrecimiento. Paralelo a este proceso de destrucción de la economía, se destruye la institucionalidad de las Fuerzas Armadas con decapitación de su cúpula y del servicio de inteligencia, al igual que se coopta a los partidos políticos y la sociedad civil. Todo esto crea el medio propicio para la propuesta de una constituyente que establezca una “verdadera” democracia.
Chávez la logró con la sumisión de la Corte Suprema de Justicia, que creó un régimen inconstitucional, pues la pauta en la materia, aun cuando bastante ambigua, la dio la Corte Suprema de Justicia en la Sala Político Administrativa, en sentencias dictadas el 19 de enero de 1999… Es decir, la solicitud de los recurrentes de si “con fundamento en dicha norma puede convocarse un referendo que sirva de base para la convocatoria de una Asamblea Constituyente sin que medie una Enmienda o una Reforma de la Constitución” (https://allanbrewercarias.com/wp-content/uploads/2009/05/1046-991.-GENESIS-Y-EVOLUCI%C3%93N-DE-LA-CONSTITUCI%C3%93N-DE-1999.-Monte%C3%A1vila-2009.doc.pdf), la CSJ consintió una convocatoria a la Constituyente sin que esta estuviera pautada en la Constitución, lo que en términos corrientes quiere decir que se violó la Constitución y por lo tanto se derribó la institucionalidad democrática.
Como Petro ve más difícil que las instituciones (Congreso y Corte Constitucional) se sometan a su voluntad, como lo hicieron las instituciones venezolanas; busca otro camino para llegar al mismo resultado: convoca a que “asambleas populares” inicien un proceso constituyente porque ese es el primer paso, y ese fue el discurso de Puerto Resistencia (en Cali), «organizar los comités municipales, es decir, que las organizaciones de base municipales se movilicen, se junten; convocar al pueblo a la movilización, a la calle, al debate, a ejercer el poder constituyente que se puede ejercer ya en unos niveles que la Constitución del 91 permite, que están definidos como cabildos abiertos, que son mecanismos de participación ciudadana vigentes” (https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/presidente-petro-no-tengo-intencion-de-reelegirme-y-no-impulsare-una-constituyente-en-ese-sentido-3325476 ).
En resumen, Petro propone la dictadura comunista, pues, como lo expresa: “No es un problema de mayorías, es un problema de fuerza popular. Es el pueblo decidiendo, el momento constituyente es siempre. Si el pueblo decide, el poder constituido tiene que aceptar, no lo puede desconocer. El poder constituido es subordinado” (ídem), es decir, son los soviets llamados asambleas populares los que supuestamente dirigen ese proceso constituyente, ya sabemos en qué termina eso: en la dictadura estalinista, verbigracia la del chavomadurismo en Venezuela o la de Ortega en Nicaragua, en definitiva, la dictadura del socialismo del siglo XXI, ese ha sido el objetivo de siempre de Petro y ahora lo explicita sin ambages.
Se ve claro que esa dictadura del socialismo del siglo XXI está inspirada en las ideas del comunista italiano Antonio Negri, llamado el “filósofo de la revolución”, miembro del grupo terrorista Brigadas Rojas, para él (y Petro lo sigue) el poder constituyente es teorizado como la traducción jurídico-institucional revolucionaria de la necesidad de democracia absoluta (esta es la dictadura de las asambleas populares), lo que plantea Petro es siguiendo a Negri “el poder constituyente es la invitación a mantener abierta la tensión revolucionaria para producir la positividad del proyecto político emancipador frente a la reproducción de las estructuras de poder y dominación secularmente constituidas” (https://traficantes.net/libros/el-poder-constituyente#:~:text=El%20poder%20constituyente%20es%20en%20la%20concepci%C3%B3n%20de,que%20las%20clases%20dominantes%20han%20logrado%20organizar%20hist%C3%B3ricamente. ). En resumen, Petro lo que quiere es una dictadura del socialismo del siglo XXI implantada por medio del «poder omnipotente, la revolución misma”. (Negri, Antonio: El poder constituyente, 1994).
Petro estipula: “No son los votos, es la fuerza de la gente en la calle». ¿Qué quiere decir eso? Pues implementar lo acordado con el ELN, revisar el modelo económico y político del país, ¿cómo? Con un mecanismo de “participación política”, que son precisamente las asambleas populares a las que ahora llama y como lo dijo claramente en Cali “él proviene de la Primera Línea”, pues tendremos próximamente, en el interior “asambleas” en donde se disponga lo que los “actores políticos” de la Paz Total (ELN, FARC, Segunda Marquetalía, Clan del Golfo, Tren de Aragua y cuanto criminal de lesa humanidad o delincuente de cualquier índole apoye el “proceso constituyente”) ordenen y en las ciudades lo que los terroristas urbanos de la Primera Línea determinen.
Este camino ya lo han realizado y han tenido éxito, en Chile, Perú y Colombia, crean un estado de violencia tal que generan un temor exacerbado que hace que las élites se plieguen al dictado de los terroristas y así imponen la dictadura del socialismo del siglo XXI, si en Chile intimidaron a Piñera haciéndolo aceptar la constituyente, en Perú impusieron a Castillo y acá a Petro, que no ordenará este desde el gobierno.
Los comentaristas abundan en la imposibilidad de una constituyente porque no sería aprobada por el Congreso, pues yo no estoy tan seguro, si ahora que apenas comienza el “proceso constituyente” no fueron los senadores capaces de aprobar un voto de censura contra el ministro de Defensa, imagínense cómo será cuando Petro disponga la triple P “ plata para los amigos, palos para los dubitativos y plomo para los oponentes” con el apoyo de los narcoterroristas del ELN, Farc etcétera, él está seguro de que la vía chavista , inspirada en Negri, le dará los réditos que el planifica. Tendremos pues la constituyente del PetroELNismo, solamente la gallardía del pueblo expresada en resistencia democrática al régimen y quizás una decisión de los militares de no seguir cabroneando al régimen como hasta ahora lo han hecho con los ceses al fuego que le entregan el país al narcoterrorismo, no obedeciendo su deber de defender la institucionalidad democrática y la seguridad nacional pueden salvarnos del socialismo del siglo XXI en Colombia, amanecerá y veremos.