OPINIÓN

La Banda de los Intrusos

por Berit Knudsen Berit Knudsen

La intromisión extranjera sigue agravando la crisis del país. Dina Boluarte respondió a las declaraciones de Gustavo Petro sobre el Perú y nuestras fuerzas armadas: “Lamento que ciertos presidentes, en este caso Colombia, tengan declaraciones tristes para el Perú. No es ajena para él la situación política que estamos viviendo, y desde afuera se viene azuzando a la población peruana. Rechazamos todo tipo de injerencia (…) le digo al señor Petro que se dedique a gobernar Colombia, que sus calles se están llenando de protestas, y que nos deje a nosotros, los peruanos, resolver las nuestras”.

La reacción del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no se hizo esperar anunciando su decisión de no entregar la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico al Perú ya que, en su opinión, el gobierno de Dina Boluarte es “espurio”.

Cabe destacar que esta alianza –establecida en 2011– tiene por objetivo la integración económica y comercial de Chile, Colombia, México y Perú; la presidencia se alterna anualmente en orden alfabético y México debió entregarla al Perú a inicios de 2023. El marco de esta alianza compromete al 35% del PBI, 50% del comercio y atrae al 45% de la inversión extranjera de América Latina. Hablamos de importantes intereses económicos que no pueden manipularse en forma caprichosa y desaterrizada.

El problema es la coalición de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Colombia, Bolivia, Brasil, Argentina y Chile que actúan en bloque para defenderse mutuamente o atacar a quienes consideren adversarios. Entre ellos se adulan, se condecoran y hacen oídos sordos a la pobreza, la corrupción y las crisis de sus países. En este escenario, el Perú se ha convertido en una obsesión, exigiendo restituir a Pedro Castillo. Durante la última cumbre de la Celac, desoyeron las aclaraciones de la canciller peruana, victimizando al expresidente golpista. Pero atacan a jueces si están en contra de Cristina Kirchner o toman partido contra el presidente Lasso en el referéndum ecuatoriano.

Organizaciones como Amnistía Internacional agregan más leña al fuego mostrando una visión muy lejana de la realidad del país, afirmando: “Perú: La represión letal del Estado es una muestra más del desprecio hacia la población indígena y campesina”. Estas declaraciones no reflejan nuestro sentir, exacerban el conflicto, dificultando una solución pacífica.

El relator de los Defensores de Derechos Humanos de la ONU, Michel Forst, dijo que había observado patrones de amenazas y ataques que se repiten en Cajamarca, Piura, Cusco, Ucayali y Madre de Dios. «Sufren de criminalización, acoso judicial, estigmatización, intimidación y uso excesivo de la fuerza policial durante las protestas sociales». Declaración que acrecienta la inestabilidad.

¿Y adónde esta la OEA en medio de esta crisis? ¿Por qué no aplican la Carta Interamericana y el Artículo 19: Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, sea cual fuere el motivo, en asuntos internos o externos de cualquier otro? El principio anterior excluye… cualquier forma de injerencia del Estado, elementos políticos, económicos y culturales.

No se convoca al Consejo Permanente; el secretario general, Luis Almagro, no se pronuncia; con flagrante injerencia se viola la Carta Interamericana y con impasividad se vulneran principios internacionales; por ello la OEA va perdiendo autoridad, se va convirtiendo en un organismo débil y difuso.

La OEA está formada por 35 estados, 14 países han firmado una carta denunciando el plan para desestabilizar al Perú. Están incluidos Italia, Polonia y España; quiere decir que –excluyendo al bloque–, 16 países no se han pronunciado. Ese silencio –con la OEA incluida– y falta de apoyo a la democracia es lo que sigue envenenando a nuestra región.

Artículo publicado en el diario El Reporte de Perú.