Es el foro internacional más amplio, que sirve para que los gobiernos anuncien sus prioridades y se reúnan en forma bilateral y en grupos, con diferentes propósitos. Su principal utilidad es dar a conocer la agenda mundial del siguiente año y propiciar encuentros discretos entre líderes gubernamentales, sin necesidad de efectuar visitas que generan expectativas y muchas veces complican las relaciones diplomáticas. En la segunda quincena de septiembre, Nueva York se convierte en el centro de la diplomacia mundial.
Las intervenciones de jefes de Estado, jefes de Gobierno, cancilleres y otros representantes de gobiernos de los 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), nos permite conocer las agendas para el siguiente año. Seleccionamos tres temas que impactarán de forma importante:
1. Hay un cambio de horizonte en la guerra de Rusia contra Ucrania. El representante para política exterior de la Unión Europea, declaró que antes del invierno (falta un poco más de dos meses), deben iniciarse negociaciones de paz que lleven a la finalización del conflicto.
Esto significa que tanto los europeos como seguramente, los norteamericanos también, consideran que Ucrania estará en su punto de mayor fortaleza al finalizar la contraofensiva militar en marcha y que será el momento de intentar terminar esa guerra. Ambos enfrentan elecciones generales en 2024, la Unión Europea en junio y Estados Unidos en noviembre, y es recomendable terminar el conflicto, antes de que los que resulten electos pudieran no querer continuar con el apoyo a Ucrania.
2. La alta inflación prevaleciente, que ha obligado a los bancos centrales a elevar las tasas de interés para intentar frenarla, está produciendo una importante disminución del crecimiento económico, lo que obligará a extender el plazo de transición a energías renovables, incluyendo el reemplazo de vehículos con motores de combustión a eléctricos.
3. El gobierno del presidente Biden está presionando para que Arabia Saudita se incorpore a los Acuerdos de Abraham, como se conoce el proceso de normalización diplomática entre Israel y los principales países árabes, del que ya forman parte los Emiratos Árabes Unidos (UAE), Baréin, Marruecos y Sudán, que junto con Jordania, Egipto y Líbano completan la lista de países árabes con relaciones normales con Israel.
Las consecuencias de estos importantes temas de agenda mundial son en general desfavorables para los gobiernos autoritarios o totalitarios del mundo, en especial Irán y China junto con aliados como los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Mientras más pronto se restablezca la libertad y la democracia en nuestro país, mejor serán las perspectivas futuras del pueblo nicaragüense.
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El autor es presidente de honor del Partido Conservador (PC) de Nicaragua.