La ambigüedad es la cualidad de aquel lenguaje “que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión” (DRAE).
Una persona es ambigua, cuando con sus palabras o su comportamiento, deja poco clara su opinión o su actitud.
En sentido genérico, la ambigüedad es el atributo de cualquier concepto, idea, declaración, presentación, o reclamación, cuyo sentido, intención, o interpretación, definitivamente, no pueden ser resueltos según una regla o un proceso resoluble en un número finito de pasos.
La ambigüedad se refiere a una situación en la que un término, una afirmación, una frase o una acción pueden interpretarse de forma ambigua. Se trata de una falta de claridad o ambigüedad en el significado de las palabras o expresiones, que puede dar lugar a confusión o malentendidos.
La ambigüedad puede presentarse de diferentes formas, como por ejemplo en juegos de palabras, en dobles sentidos o en el contexto de bromas humorísticas. Sin embargo, la ambigüedad también puede surgir de forma involuntaria cuando una afirmación no está formulada con claridad o cuando una palabra se utiliza con varios significados.
La percepción de la ambigüedad depende a menudo de factores como el contexto, la experiencia y las expectativas del lector o del oyente. Por lo tanto, es importante una comunicación clara y precisa para evitar la ambigüedad y garantizar una comunicación clara.
Hay formas y elementos de organización social, que conforman ambigüedades políticas, como avanzar hacia una verdadera democracia. Pero también existen, aquellas que tienden soterradamente a desviar sus intenciones hacia propósitos ajenos a los intereses de un determinado conglomerado.
La palpable demostración de lo anteriormente indicado lo observamos a diario en el talk show en el que Maduro utiliza términos ambiguos que confunde a los oyentes y televidentes que sintonizan su programa, ávidos de conocer alentadoras noticias que endulcen su estado anímico, y no bufonadas que lo desalientan más aún.
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