Ilustración: Javier Otero
El que piense que estoy usando el título de manera peyorativa está discriminando el continente africano. Quiero hacer una reflexión alejada de los juicios y el lugar común para fijarnos en lo que dicen los números manejados por las más relevantes instituciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Lo primero que salta a la vista es la opacidad del gobierno chavista en proveer información oficial confiable. Uno de los principales problemas para entender Venezuela es que la estimación y publicación de estadísticas oficiales se ha deteriorado significativamente, hasta el punto de volverse altamente irregular y, en algunos casos, inexistente. Estadísticas clave como el saldo fiscal consolidado del sector público no se publican desde hace más de 10 años. El índice de precios al consumidor se publica infrecuentemente, y los factores utilizados para calcular la inflación se manipulan constantemente, lo que hace muy difícil compararlos con estimaciones anteriores. Ni siquiera quiero mencionar que ya nadie recuerda la última auditoría contable externa realizada a Pdvsa y sus filiales, ni a las empresas básicas de la gran Guayana, incluido el golpeado sector eléctrico venezolano.
Durante mi búsqueda de información encontré que la estimación del FMI sobre el producto interno bruto nominal en dólares norteamericanos de Venezuela para 2021 es la cantidad de 42.500 millones. Si además consideramos que la emigración masiva del talento venezolano ha llevado la población del país a aproximadamente 28 millones de habitantes, me obligué a sacar la calculadora y calcular un PIB per cápita de ¡1.517 dólares!, peligrosamente cerca del país más pobre del hemisferio occidental, Haití, con un PIB per cápita estimado para 2021 de 1.100 dólares.
Para poner las cosas en perspectiva, los números macroeconómicos oficiales más recientes provistos por el gobierno chavista al Banco Mundial fueron en 2014, cuando se reportó oficialmente un PIB nominal de 482.000 millones de dólares, lo que, con un país de 30 millones de habitantes en aquel momento, produjo un sano PIB per cápita de 16.000 dólares. Por lo tanto, la comparación entre 2014 y 2021 se traduce en una pérdida de valor al país de más de 92% en los últimos 7 años. No es coincidencia que se le acaben de quitar 6 ceros al bolívar soberano para convertirlo en el bolívar digital del futuro –ahora lo ves y ahora no…–.
Tomando las citadas cifras de 2021 como posibles, decidí investigar cómo nos comparamos con nuestros vecinos y no tan vecinos en términos económicos. El Perú, por ejemplo, con su constante crecimiento por varias décadas, en 2021 tiene un PIB nominal estimado por el FMI en 224.000 millones de dólares, más de 5 veces el estimado para Venezuela. Lejos quedaron los días de las hiperinflaciones y pobreza generalizada, que ojalá ese país no vuelva a repetir. El estimado 2021 del FMI para el PIB de Bolivia es de 43.100 millones de dólares, lo que lo pone justo por encima de su hermano país bolivariano. Sin embargo, con una población de solo 11,5 millones de habitantes, le da una ventaja por persona sobre Venezuela de 2,5 veces, con un PIB per cápita de 3.740 dólares.
Esto me convenció de que debía concentrarme en comparaciones menos antipáticas, buscar comparables en otros continentes y basados en el mágico número de 1.517 dólares de PIB per cápita. Luego de consultar bases de datos multilaterales, oficiales y no tanto, la mayoría de nuestros compañeros de grupo evidenciaron un factor común, pues muy cerca de Venezuela están: Togo, con un PIB per cápita 2021 estimado de 2.200 dólares; Eritrea con 1.800 dólares y Madagascar, Chad, Liberia y Sierra Leona con 1.600 dólares PIB per cápita proyectado para 2021.
Yo sé que para este momento los mas fanáticos nacionalistas y economicistas me deben estar odiando, por lo que hice averiguaciones adicionales que introdujeron la posibilidad de que el PIB per cápita venezolano no sea tan bajo como el sugerido. Algunas fuentes consultadas han desarrollado una combinación de PIB nominal con PIB ajustado por poder adquisitivo, tipo Big Mac Index para Venezuela y han obtenido una nueva estimación del PIB per cápita de 5.500 dólares. Así que, utilizando esta cifra, me puse a buscar comparables “más justos, más bonitos”, como le gusta decir a cierto pajarito y encontré muy cerca una serie de nombres interesantes: Nigeria, Mauritania, Ghana, Costa de Marfil, Djibouti, Kenia y Sudán, todos con un PIB per cápita estimado entre 4.500 y 6.000 dólares, por lo que, como diría el famoso abogado Perry Mason: I rest my case.
Una vez en Nueva York, hace casi 20 años, participé en una conversación sobre Venezuela con un gran amigo experto en petróleo que justo regresaba de Caracas. Nos dijo: “En mi más reciente viaje estuve en Angola, Nigeria y Venezuela, y siento decirles que estos tres sitios cada vez se parecen más, por lo que estoy prediciendo la africanización de Venezuela. ¡Prepárense! Como era de esperarse en esa época, los venezolanos que fuimos parte de esa conversación lo desestimamos y respondimos al unísono: “¡Te equivocas! ¡Venezuela nunca será como África!».
Haiku de agosto
Efímera como la vida, es la inspiración
Cuando crees que la dominas,
Te avienta un patadón
Pero las musas divinas
A veces te dan el perdón
Y la pluma vuelve a la vida
Así no más, sin razón
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