En la primera parte de este análisis, abordamos la polémica ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 y el devastador incendio de Nôtre-Dame en 2019, sugiriendo una conexión entre ambos eventos como parte de un conflicto cultural más amplio en Francia. Examinamos la influencia de una agenda secular y masónica en la restauración de la catedral y la provocación hacia los valores cristianos tradicionales en la misma ceremonia de inauguración. En esta segunda parte, profundizamos en las decisiones inmediatas del gobierno francés tras el incendio, el controvertido macroproyecto Île de la Cité, y las maniobras políticas y legales que sugieren una trama cuidadosamente orquestada. A medida que se revelan más detalles, la pregunta persiste: ¿fue realmente el incendio de Nôtre-Dame un accidente o estamos ante una conspiración deliberada?
Puedes leer la primera parte de este artículo, en este enlace: Cristianofobia cultural: el incendio de Nôtre-Dame de París y los Juegos Olímpicos 2024 (1ª parte)
Preguntas incómodas y conexiones ocultas
Después de analizar el alcance de las conexiones que hemos conocido hasta aquí, es lícito hacerse unas preguntas políticamente incorrectas. ¿Por qué el incendio que destruyó la catedral católica de Nôtre-Dame de París ocurrió justo cuando el gobierno de Macron se preparaba para las elecciones presidenciales de 2022 y los Juegos Olímpicos de 2024? ¿Qué motivó al gobierno francés a actuar tan rápidamente para nombrar una Misión Especial y pasar nuevas leyes de urbanismo inmediatamente después del incendio? ¿Qué influencia tuvieron figuras clave como el General Jean-Louis Georgelin, Audrey Azoulay y Patrick Strzoda en el proyecto de restauración de Nôtre-Dame? ¿Qué papel desempeñaron los Juegos Olímpicos de 2024 en la estrategia de reelección de Macron y cómo se entrelazan con la restauración de Nôtre-Dame? ¿Por qué importantes donantes como Bernard Arnault y François-Henri Pinault aportaron enormes sumas para la restauración con tanta rapidez, y qué ganaron con ello?
Decisiones Exprés del Consejo de Ministros tras el incendio. ¿Nôtre-Dame, en la agenda oculta del gobierno desde 2015?
Dos días después del incendio, el 17 de abril de 2019, el Consejo de Ministros de Francia tomó decisiones de gran relevancia. Una de las primeras decisiones fue nombrar al general Jean-Louis Georgelin, ex jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, para dirigir la Misión de Reconstrucción de Nôtre-Dame. Otra fue presentar un proyecto de ley que regiría la recogida de fondos y regularizaría la nominación de Georgelin, dispensándolo de seguir los procedimientos normales de licitación y respetar las leyes de protección del patrimonio. Este proyecto permitiría expropiaciones rápidas, algo imposible de lograr en condiciones normales para la burocracia francesa.
Macroproyecto Île de la Cité: Nôtre-Dame como epicentro turístico
Desde la renovación realizada en el siglo XIX por el barón Haussmann, la Isla de la Ciudad se había convertido en un complejo administrativo cerrado al público. La Misión especial tras el incendio de Nôtre-Dame propuso transformar la Isla de la Ciudad en una «isla monumento» con treinta y cinco obras coordinadas, incluyendo la creación de vías subterráneas y la construcción de cubiertas acristaladas que cerrarían los espacios internos de numerosos edificios, dejando a la vista su interior. Este proyecto, orientado a los catorce millones de turistas anuales, ignoraba el valor patrimonial y espiritual de la Sainte-Chapelle y de Nôtre-Dame, enfocándolos exclusivamente como sitios turísticos y fuentes potenciales de ingresos.
Según los autores del informe previo, ese ambicioso proyecto no podría realizarse lo rápido que se esperaba, no por falta de financiamiento sino debido a complicadas cuestiones administrativas y las enormes obligaciones jurídicas. Aunque la Isla de la Ciudad cuenta con pocos habitantes, todo trámite de expropiación podría haberse prolongado durante décadas. Se abordó esta cuestión durante el Consejo de Ministros del 17 de abril de 2019 y se encontró la solución definitiva, al estilo de «El Estado Soy Yo» (Luis XIV).
A algunos les parecería inquietante la visión del director del Centro de Monumentos Nacionales, Philippe Bélaval, que parecía sorprenderse de que alguien pudiera oponerse a la “necesidad” de destruir una parte del patrimonio para dar realce a otra. Esta idea nos trae el recuerdo de los versículos de la Biblia sobre que “Nos conviene que un hombre muera por el pueblo”. Philippe Bélaval es además miembro de la comisión especial de instalaciones de base secretas.
Ahora, con la ley que vio la luz dos días después del incendio de Nôtre-Dame, había vía libre para saltarse cualquier otra ley que se interpusiera en el camino del proyecto. Aun así, Nôtre-Dame era un estorbo por ser ya anacrónico, chocando de frente con el espíritu de modernidad promovido por la República Francesa según la visión del entonces Ministro de Economía y ahora Presidente de la República, Emmanuel Macron.
Los cuatro mosqueteros de la restauración y algunas controversias
Dos figuras vinculadas al anterior gobierno de François Hollande, Audrey Azoulay y Patrick Strzoda, están jugando roles clave en el proyecto de restauración de Nôtre-Dame. Por un lado, Strzoda, director del equipo de trabajo del ministro del Interior, ahora trabaja directamente con Macron.
Por otro lado, el caso de Azoulay generó la primera controversia: consejera cultural de Hollande y luego ministra de Cultura, fue designada Directora General de la Unesco pese a la tradición de no nombrar como tal a un ciudadano del país sede de una institución internacional. Esta tradición busca evitar conflictos de interés y asegurar la imparcialidad de la institución. En el caso de Audrey Azoulay, su nombramiento como directora general de la Unesco fue controvertido precisamente porque ella es francesa y la sede de la Unesco está en París. La designación generó críticas y cuestionamiento. Ayudó a su nombramiento el hecho que existía un compromiso previo para que la Dirección General de la Unesco pasara a manos de una personalidad del mundo árabe. Como directora general de la Unesco, Audrey Azoulay publicó un comunicado sobre el siniestro de Nôtre Dame.
Un tercer personaje, Françoise Nyssen, ministra de Cultura desde 2017 hasta 2018, defendía una Restauración que respetara la forma original del monumento histórico. Su mandato fue corto debido a controversias y acusaciones de conflictos de interés con su vínculo a su casa editorial “Actes Sud”. Fue reemplazada por Franck Riester, quien apoyó la reconstrucción de la aguja de Nôtre-Dame en su forma original tras meses de debate.
El cuarto personaje, Philippe Bélaval, presidente del Centro de Monumentos Nacionales, explicó que el proyecto de restauración estaba abierto a la población mundial. Así, a pesar de la controversia sobre los materiales y técnicas a utilizar, se decidió mantener la transparencia y consulta pública. Bélaval y el arquitecto Dominique Perrault pasarían a ser los directores de la Misión.
La controversia de la aguja de la Catedral: visión modernista versus tradicional
Fueron fuertes las discusiones entre Bélaval y el general Georgelin. Philippe Bélaval era amigo de substituir la aguja original de Nôtre-Dame por una de entre las versiones psicodélicas que se presentaron a concurso, lo que le valió un abrupto de Georgelin, quien le mandó callarse la boca. Macron apoyaba, decíamos, el cambio radical de imagen, que pudiera mostrar Nôtre-Dame al mundo y disimulara la esencia católica de la catedral en pro de una imagen moderna y “acorde con los tiempos”, como manifestó el presidente al pueblo francés al pie de las llamas la tarde del incendio. Sin embargo, la restauración de la aguja tal como era inicialmente iba a ser más rápida que una nueva obra, y eso encajaba en la prioridad inicial de tener Nôtre Dame restaurada para los Juegos.
Después de varios meses de debate, Macron aprobó la reconstrucción de la aguja en su forma original, alineándose con la visión más conservadora defendida por Nyssen y los expertos en patrimonio. Finalmente, sin embargo y de momento, no ha sido ni una cosa ni otra y el Proyecto ha visto su final postergado hasta después de las Olimpiadas.
El general Georgelin fallecería en circunstancias extrañas dos años después, en 2023, mientras practicaba senderismo, una actividad que disfrutaba a menudo.
El papel de los Juegos Olímpicos y las elecciones presidenciales
Los Juegos Olímpicos de 2024 jugaron un papel crucial en la estrategia de reelección de Macron. La Candidatura de los Juegos de París 2024 fue oficializada en 2015, y tras la disputa con la ciudad de Los Ángeles, la ciudad californiana acordó albergar los Juegos de 2028, dejando vía libre a París para 2024. Esta victoria permitió a Macron capitalizar políticamente los Juegos, reforzando su candidatura para las elecciones presidenciales de 2022. Sin los Juegos Olímpicos, Macron no hubiera contado con una baza tan ganadora para su reelección.
Donantes clave y sus aportaciones
Empresarios como Bernard Arnault (LVMH), François-Henri Pinault (Kering) y Patrick Pouyanné (Total) donaron cientos de millones de euros para la restauración de Nôtre-Dame. Bernard Arnault aportó 200 millones de euros, François-Henri Pinault prometió 100 millones de euros y Patrick Pouyanné también donó 100 millones de euros. Por su parte, Valérie Pécresse, presidenta de la Región de París, desbloqueó fondos adicionales para la causa. Estos magnates no solo financiaron la restauración, sino que también se posicionaron como defensores del patrimonio cultural francés.
Coincidencias históricas y culturales alrededor de la figura de Jesucristo y su Madre, La Dama de París
La catedral de Nôtre Dame de Paris ardió el lunes de la Semana Santa de 2019, y el Consejo de Ministros que decidiría su futuro se reunió en la víspera del Jueves Santo, Solemnidad de la Institución de la Eucaristía o Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo para la Iglesia Católica. La blasfema ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de 2024 coincidió con la festividad católica de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María (titular de la catedral) y abuelos de Jesucristo.
Frente a la blasfema burla a la Institución de la Eucaristía puesta en escena como momento central en el espectáculo deplorable ofrecido a más de dos mil millones de espectadores, entre los que más de la mitad son cristianos, tenemos que sin querer, el día del incendio se rescatan de urgencia de entre las llamas (¿o ya estaba escrito?) los dos atributos reales ofrecidos a Cristo en burla de su realeza tras la terrible flagelación en las horas que precedieron a la Crucifixión, Muerte y Resurrección: la santa Corona de Espinas original guardada en la catedral de Nôtre-Dame, y la túnica de Luis IX, San Luis Rey de Francia.
La carne de Jesucristo rota por los latigazos con cuerdas que llevaban trozos de metal en sus extremos era adornada hace dos mil años con los dos atributos rescatados de la catedral que lleva el nombre de su Madre, Nôtre-Dame. María, Madre de Jesucristo le habría tejido la túnica de una sola pieza que le habían arrancado antes de flagelarle y cambiado por un harapo según una piadosa tradición. En la ceremonia de los Juegos, se hizo burla de la Institución del Sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor Jesucristo pocas horas antes de su flagelación, para rescate de la Humanidad. Humanidad que ahora estaba contemplando por televisión esa burla ofrecida por la Hija Primigenia de la Iglesia Católica, Francia.
Es significativo que durante su reinado, San Luis Rey protegió a los sacerdotes y las iglesias. En los días anteriores del incendio que destruyó Notre Dame ardieron 11 Iglesias en Francia. Además, la inauguración blasfema tuvo lugar en el octavo aniversario del asesinato del sacerdote Francés Jacques Hamel.
San Luis también intervino contra los abusos que cometían algunos clérigos y se esforzó por erradicar la herejía en sus dominios. Favoreció también la implantación en Francia de las órdenes de los Dominicos y de los Franciscanos. Otro punto sorprendente para considerar es que estos JJ. OO. son la Edición XXXIII, la edad de Cristo cuando murió en la Cruz.
La restauración de Nôtre-Dame se ha convertido en un campo de batalla religioso, cultural, político y económico. Los obispos de París han elaborado unos Detente, a imagen de los utilizados por los mártires de la Vendée, Dios y Rey, ¿te recuerda a la Túnica que le pusieron a Cristo para mofarse, y la Corona?
La influencia de figuras poderosas y los intereses políticos detrás de cada decisión alrededor de la restauración de la catedral católica de Nôtre-Dame de París y la 33 Edición de los Juegos Olímpicos 2024. reflejan una Francia dividida entre la preservación de su patrimonio y la presión por modernizarse a cualquier costo. La conexión entre los Juegos Olímpicos y la restauración de Nôtre-Dame subraya cómo la política y la cultura se entrelazaron para servir a los intereses de Macron y su gobierno.
En la próxima entrega, exploraremos los proyectos psicodélicos que amenazan con transformar Nôtre-Dame más allá de su espíritu original, y analizaremos el papel de las compañías aseguradoras en el complejo entramado de la restauración.