Recordando a Carlos Marx y su Manifiesto Comunista, solo las personas con verdadera formación política pueden recordar la frase de que “un fantasma recorre…”, que en Venezuela fue adaptada como “la Espada de Bolívar camina por América Latina” y que se plantea en cuestión por un experimento político absolutamente radical en nuestra historia, que está llamado a generar un conflicto total con muchos países, por razones que expresaré a continuación:
I. Introducción
Recordando el impacto mundial de la victoria de Salvador Allende en Chile, que planteó la posibilidad de establecer un sistema socialista-revolucionario por la vía democrática y cuyo final derivó en un proyecto neoliberal también único que se logró por la vía represiva y que subsiste aun a través de la Constitución de 1980 inspirada por el gobierno de Pinochet, no es exagerado decir que en Latinoamérica, todos los grupos sociales, especialmente los grupos empresariales están con el ojo puesto en el gobierno de Javier Milei, que está a 180 grados en dirección contraria a la práctica totalidad de los gobiernos y partidos políticos de la región, siguiendo una orientación que es muy normal en Singapur, Taiwán o República de Corea (Corea del Sur), pero que rompe con las formas políticas de los últimos 100 años o más.
II. Historia latinoamericana
Desde México hasta Argentina existe en la formación de nuestros países la tendencia a un poder excesivo del Estado para regular todo tipo de situación económica, política y social, que en buena parte es producto de las costumbres y leyes coloniales, que dejaban en manos de la Corona la toma de decisiones sobre materias que siempre afectaron a la sociedad y no eran atendidos con la debida diligencia por virreyes y capitanes generales, esperando durante años y décadas, la decisión final del rey.
Este centralismo enfermizo se complicó con la creación en la mayoría de nuestros países de los modelos de “partidos de masas”, donde la administración pública, se convirtió en la esponja de absorción de los militantes de los partidos políticos y con ello se inicia un crecimiento exponencial de institutos, ministerios, fundaciones y pare de contar, que terminan siendo una masa enorme de empleados públicos, que aunque necesarios en muchos casos terminan siendo insostenibles para las finanzas nacionales.
Por ello, la posición de reducir a la mitad los ministerios en Argentina (de 18 a 9), en un comienzo de reducción del Estado, es un ejemplo aterrorizante para todos los países de nuestra región, desde Cuba, donde las Fuerzas Armadas Revolucionaria, participan en más de 2.000 empresas, hasta Venezuela o México, donde la presencia del Estado en su dimensión predominante es parte de su ecosistema político y su sustitución que apenas hace muy poco parecía imposible se está convirtiendo en una aspiración razonable para muchos políticos y empresarios, que observan en Argentina un nuevo paradigma que cambiaría muy radicalmente las interrelaciones políticas actuales.
III. Sociedad latinoamericana
Nuestras sociedades se construyeron o diseñaron siguiendo las políticas asistenciales de los gobiernos, que asumieron tareas culturales, deportivas, religiosas, vecinales, que en otras sociedades son exclusiva competencia de la sociedad civil, a través de la intervención de sus instituciones gubernamentales, creando una interdependencia que en muchos casos fue una verdadera castración de las iniciativas ciudadanas, producto del sabotaje de toda idea que germinará en una organización que escapará del control del Estado, sea a nivel local, regional o municipal.
A quienes no sean de América Latina, es difícil entender, porque en otros países hay emprendimientos económicos y sociales que tienen tanto éxito, pero que son de imposible imitación en nuestra región. Ideas como un Banco de los Pobres, basado en el microcrédito, funciona en Bangladesh, pero sería saboteado por el gobierno en casi todos nuestros países, sino lo controla y produce votos para las próximas elecciones, de la misma manera construir un teatro, estadio deportivo, escuela, universidad, hospital con dinero regalado de un ciudadano por iniciativa propia, sería inaceptable para la burocracia de muchos países, si no reciben una comisión por dicha construcción y el control operativo a posteriori del mismo.
El cambio que se plantea en Argentina es tan revolucionario en su esencia, como en su día, salvando las distancias históricas y sociales, el mismo Vladimir Lenin expresó que la guerra de independencia estadounidense contra el Reino Unido había sido la primera guerra revolucionaria, por su carácter intrínseco, por lo que estamos en presencia de una especie de ruptura de los paradigmas sociales en materia de la relación de los individuos hacia los gobiernos en la región.
IV. Élites políticas latinoamericanas
Uno de los principales problemas denunciados por expertos políticos y económicos sobre la conducta de las élites en América Latina es su conducta generalmente contraria a la creación de una economía competitiva con los demás continentes, así como su dificultad para crear en la mayoría de los países con muy pocas excepciones regionales, sistemas inclusivos de educación y salud, que atiendan de manera eficaz a las grandes mayorías de la población, con tal nivel de calidad que ciudadanos de clases sociales pudientes, no duden en utilizar estos servicios por su prestigio y eficacia en la prestación de sus servicios.
Por tales razones, es muy importante que se entienda que desde el punto de vista político, estamos igualmente, ante un grave problema de adaptación de la conducta de las élites empresariales y políticas de cada país, que deben entender que gracias al inmenso avance de las tecnologías de la Información y Comunicación, tienen que lidiar con un ciudadano mucho más informado, con amigos y familiares en cualquier parte del mundo, que les expone diariamente las diferencias cotidianas entre los diferentes países, a la vez que el Internet a través de herramientas como los motores de búsqueda (caso Google) y enciclopedias como Wikipedia, le dan una información al alcance de los ciudadanos, que era impensable, hace poco menos de 2 décadas.
V. Conclusiones
Todos los actores políticos latinoamericanos están en espera de los resultados de la gestión de gobierno de Javier Milei, que por las dimensiones de la República Argentina, ya que es un miembro activo del grupo G-20, tiene una repercusión mundial mucho mayor que la que obtuvo el presidente Bukele de la República de El Salvador, en su victoriosa campaña contra la delincuencia y la violencia, que ha sido noticia mundial por su éxito indiscutido.
Una dolarización exitosa de la economía argentina, cambiaria todos los planes de Lula da Silva de creación de una moneda común suramericana y tendría efectos colaterales, en todas las elecciones por venir en Latinoamérica.