Escribo el propio domingo 3 de diciembre, día señalado por el régimen para dejar expresa constancia del grado de irresponsabilidad que lo caracteriza. Ya se han hecho múltiples análisis sobre el referéndum convocado para hoy. Especialmente con relación a la inutilidad práctica con relación al tema del Esequibo. También como una prueba contundente del daño que se le causa a esta nación que merece algo mejor al frente de su destino.
Recomiendo la lectura del excelente análisis del eminente jurista Allan Brewer Carías. Debería ser motivo de orientación para quienes no estamos de acuerdo con este evento, y más que eso, de profunda reflexión para quienes están al frente de los poderes del Estado.
Quiero alertar sobre las maniobras que podrían estar motivando estas acciones. Por supuesto que una de ellas se refiere a la primaria del 22 de octubre que eligió como candidata a la Presidencia de la República a María Corina Machado con una notable participación ciudadana y un porcentaje que no deja lugar a dudas en cuanto a la preferencia del pueblo con relación al tema. El régimen fue sorprendido con el resultado de esa jornada histórica. Como reacción para desviar la atención de propios y extraños, pone sobre la mesa el tema Esequibo de manera irresponsable y perjudicial, en mi opinión. En otra oportunidad cercana hablaremos sobre este punto. Se trata de algo de verdadero interés nacional. Debemos asumirlo. María Corina, como siempre, ha expresado su opinión anunciando que no votaría en este referéndum y las razones que la llevan a adoptar esta valiente actitud.
Pero tengo también la impresión de que en el fondo puede haber la intención de precipitar un conflicto “guerrerista” con Guyana. De ser así podrían declarar un estado de emergencia nacional, suspender las garantías constitucionales e impedir las campañas electorales en desarrollo. Hay quienes opinan que esto pudiera ser una farsa combinada entre ambos países con la orientación controladora de Cuba. Por ahora yo no llego a tanto, pero no descarto que algo de esto pueda existir.
Está confirmado y ratificado por distintas instituciones especializadas en materia de opinión pública, que Nicolás Maduro Moros tiene un rechazo superior al 80% de la población electoral. No hay forma de que pueda ganar una elección presidencial libre y democrática. No le ganaría a nadie y mucho menos a María Corina, quien crece diariamente en el respeto y respaldo del país a su candidatura.
Hay problemas serios en el oficialismo. Lo antes señalado preocupa en grado superlativo a unos cuantos dirigentes de ese sector. Hay quienes están planteando con seriedad la necesidad de otra candidatura en caso de elecciones. El tema existe. Maduro lo sabe, pero no se resigna. Lo mejor está por venir muy pronto.