Apóyanos

Io Capitano (7.6)

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Es el título del último filme que he visto en mi, ya tradicional, intento todos los años de ver el conjunto de películas nominadas para la ceremonia de los Oscars, las diez principales y las cinco que participan en el renglón internacional. Este 2024, la nonagésima sexta edición de la ceremonia será este próximo domingo 10 de marzo. A manera de aclaratoria: la puntuación mostrada en el título entre paréntesis corresponde a la asignada por la plataforma IMDB.

La película del director italiano Mateo Garrone relata el viaje de dos jóvenes africanos senegaleses, sufriendo todo tipo de penurias hasta llegar en una embarcación a Sicilia. Contiene tramos muy duros que me hicieron recordar a su anterior Dogman (7.2) en 2018, la cual recibió varios premios y nominaciones. Las trágicas imágenes de la huida de la miseria de miles de venezolanos a través del paso del Darién oscurecieron mi mente. En fin, es una cinta con una temática muy actual e incontrovertible vigencia, como lo es Salón de profesores (7.5), The teachers’ lounge, del director alemán Ilker Çatak. En un contexto radicalmente distinto, este filme alcanza niveles de thriller colindante con paranoia, en la medida que va relatándonos la conflictiva cotidianidad que se desarrolla en una escuela alemana.

¡Es como si la sociedad cupiera en un aula! Al digerir lo que ocurre en ella, vamos internalizando cómo la conducta de sus alumnos, padres y profesores refleja toda esa proliferación de controversias que se viven fuera de sus paredes. Los conflictos propios de una sociedad multirracial, la excesiva ideologización del progresismo, el machismo, la crispación actual, todo ello se cuela hacia el aula para convertirla en una metáfora de la sociedad en estos tiempos. Por su actualidad y vigencia, estas dos películas son mis preferidas en el renglón internacional, pero la favorita y casi segura ganadora es La zona de interés (7.6) que tiene el privilegio de haber sido nominada también en la lista de las diez mejores películas.

La obra del inglés Jonathan Glazer me remitió a la inolvidable El niño con pijamas de rayas (7.7) de 2008 que alcancé a comentar en mi blog anterior sobre cine.  En ésta, la poderosa mirada del niño le aporta un tono narrativo del cual carece The zone of interest. Glazer opta por presentarnos la banalidad del mal en forma de un retrato video grabado de la vida cotidiana del Comandante del campo de concentración de Auschwitz y su núcleo familiar. A esa confortable residencia, donde con frecuencia se celebran ágapes y reuniones de todo tipo,  llegan los gritos y el olor de los cadáveres chamuscados, mientras muy lentamente se gotea el relato de lo que acontece a sus personajes. La banalidad del mal continúa estando tan presente que excelentes filmes como este siempre tendrán vigencia, aunque se resienta su originalidad.

Con relación a las otras dos nominadas en el renglón internacional: Perfect days (7.9) es una muy buena película pero en mi opinión sobrevalorada, quizás por el culto que se le rinde a su director Win Wenders. Hubiese preferido que Japón nominara a la excelente Monstruo (7.9) de Hirokazu Koreeda que ya les comenté en anterior entrega. De la española La sociedad de la nieve (7.8) de J. A. Bayona, es un filme excelentemente realizado, con detalles técnicos de mucha altura, pero que para muchos –me incluyo– el conocimiento previo que ya se tiene de su historia influye para que las expectativas no sean del todo cumplimentadas.

En cuanto a la competencia principal, se habla mucho de Anatomía de una caída (7.8),  la cinta de Justine Triet que les comenté en “Sobre la cacería de joyas”, como la sorpresa de la noche. Sinceramente, no lo creo. El premio máximo se debatirá entre Oppenheimer (8.4) y Poor things (8.2). Me impresionó la fantasiosa y sugestiva estética del envoltorio con el que se nos regala la  feminista historia de Pobres criaturas. Tanto Bela Baxter, arropada por una estratosférica actuación de Emma Stone que no olvidaremos en años, como Barbie salen de su burbuja al mundo real para ofrecernos visiones dispares, pero no absolutamente disjuntas, de la condición de ser mujer. No me disgustaría que Yorgos Lanthinos, su creativo y original director, se llevara el premio en este renglón. Pero como mejor película continúo apostando por el filme de Nolan.

Oppenheimer, aunque más convencional, despliega una puesta en escena que se ajusta a los niveles de excelencia a los que nos tiene acostumbrados este director y cuenta, de manera muy inteligente, una historia que es de trascendental importancia y con mayor impacto sobre el futuro de la humanidad. Trata sobre los tiempos en los que el hombre activó el gen de locura colectiva hasta el punto de crear el instrumento para su propia destrucción. Recuerdo que la vi de estreno, en una sala gigantesca y totalmente repleta, al final de la exhibición, en vez del habitual bullicio reinó en aquel auditorio un inusual silencio. Pensé que todos habíamos internalizado la gravedad de un mensaje, que recupera un incómodo vigor en tiempos de retorno al guerrerismo.

A fin de completar los cinco primeros puestos de mi preferencia, ubico a Los asesinos de la Luna (7.7), la del venerable Scorsese, en un distante tercer lugar y, sucesivamente, Anatomía de una caída  y American Fiction (7.6). Esta cinta ya puede verse a través de la plataforma Prime. Comienza un poco floja, pero va tomando vuelo con un fino humor e inteligente mensaje. Logró traerme a memoria a  la oscarizada Green Book (8.2) de 2018.  El resto de la lista de nominadas lo integran muy buenas películas, aunque me hubiese gustado ver en ella Secretos de un escándalo (6.9) de Todd Haynes. No hay duda de que 2023 fue un excelente año para todos los que pululamos alrededor del arte cinematográfico.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional