OPINIÓN

Investigación y know how en Latinoamérica

por Francisco Galindo Francisco Galindo

La innovación está impulsada por la competencia para obtener un mayor dominio del mercado localmente o globalmente. La innovación tecnológica marca la pauta a la economía y a la sociedad. El telégrafo, luego el teléfono, la telefonía fija, el teléfono celular básico, posteriormente el teléfono celular con capacidad de banda ancha puso en las manos de las personas una oficina portátil y móvil, integrándose a la internet aceleraron la globalización y le dieron preponderancia a la información como un comodity de lujo. El impacto final de la innovación debe ser lograr ofrecer un mejor precio, eficiencia, calidad y productividad dándole valor agregado al cliente quien es el que marca la pauta del mercado.

La innovación se haya atada a las ideas creativas, a la imaginación y al conocimiento, donde la norma es romper las reglas establecidas por las organizaciones o la sociedad, hoy día lo recomendable son las adocracias con estructuras organizativas orgánicas y en redes, esto con la idea de anticiparse al cliente con soluciones oportunas. No hay que perder de vista el entorno, viendo las oportunidades y amenazas que nos presenta con la claridad en los objetivos estratégicos, y desarrollar así las innovaciones necesarias para mantenerse vivos en la competencia de los segmentos de mercados en los cuales se participa.

La creatividad del factor humano es la columna vertebral para poder innovar a través de la experiencia y el aprendizaje continuo, haciendo todo con pasión y compromiso, a la innovación le corresponde el desarrollo y ejecucion de las ideas, hacerlas realidad. Todo ello se logra aplicando conocimientos nuevos, con la finalidad de abrir brechas de oportunidades, así esto se complementa con actitudes correctas ante la vida, estableciendo estructuras y sistemas, liderazgo, además de una excelente visión de futuro para fomentar la cultura adecuada para la innovación.

Nonaka plantea la conversión del conocimiento organizacional, requiriéndose una interacción intensa y laboriosa entre los miembros de la misma, usando el pensamiento tácito y convirtiéndole en explicito para que sea útil en el proceso de innovación práctico donde las analogías y las metáforas juegan un papel fundamental con el lenguaje figurativo, dándosele cabida a la ambigüedad, a las paradojas y a la redundancia. La orientación viene dada por un liderazgo recurrente, iterativo y envolvente para dar con la innovación esperada, países líderes en innovación podemos nombrar a Japón, Corea del Sur, Taiwán, entre otros, ellos para su desarrollo se apoyaron en la educación, no en el petróleo, o el turismo, ni en la  industria maderera, etc. Esperando que Latinoamérica tome ese rumbo pronto, innovar no epilépticamente, más como un elemento cultural para darles un verdadero impulso a los países de este hemisferio.

Hablando ahora del know how, Italia es un gran ejemplo. A través de su historia este país se ha impulsado a ser una potencia mundial apoyándose en este aspecto gerencial. El know how como especialización en la educación, el arte, la ciencia, solo hay que nombrar a dos hijos ilustres italianos, Leonardo Da Vinci y a Tiziano Vecellio, uno en la ciencia y arte y otro en el arte específicamente.

Japón no se queda atrás, solo en cuatro décadas en la segunda mitad del siglo XIX se convirtió en una potencia mundial. Después de estar autoaislada del mundo por siglos, iniciando sus primeros contactos en esa época con Estados Unidos, Japón aplicó el know how educativo de Francia y Alemania de ese mismo siglo XIX; en la primera mitad del siglo XX instrumentó el know how del mejoramiento continuo de William Edwards Deming. Demostrando así Japón que no hay que tener complejos para aplicar el know how de otras latitudes, de esta manera Japón incorporó este proceso gerencial a su cultura. El mundo actualmente está patas arriba con problemas políticos en Ucrania, Rusia, Israel, Siria, Irán, China con Taiwán, etc. Es imperante en la actualidad aplicar un know how político en función de proteger a la humanidad de catástrofes impredecibles.