Si no aportamos al organismo suficiente vitamina B12, podríamos provocar anemia, el deterioro del sistema nervioso, la bajada de las defensas, el envejecimiento prematuro y el aumento de la inflamación corporal. Además, seremos más débiles ante el covid-19 y otras enfermedades.
La vitamina B12 o cobalamina es crucial para mantenernos fuertes, hábiles de mente y con un sistema inmunológico capaz de enfrentarse a las agresiones externas, entre ellas el estrés.
¿Cómo saber si necesitamos B12?
Su deficiencia clínica puede provocar anemia o deterioro del sistema nervioso. En el caso de los veganos, dos subgrupos se exponen a un particular riesgo de deficiencia: los veganos a largo plazo, que evitan el uso habitual de alimentos enriquecidos (los crudívoros o veganos macrobióticos), y los bebés amamantados por madres veganas, cuya propia ingestión de B12 sea baja.
En los adultos, los síntomas típicos de deficiencia son la pérdida de energía, los hormigueos, el entumecimiento, una sensibilidad reducida al dolor o a la presión, la vista nublada, una forma de andar anormal, la lengua irritada, mala memoria, confusión, alucinaciones y cambios en la personalidad.
A menudo, estos síntomas se desarrollan gradualmente a lo largo de varios meses o un año antes de ser identificados como una deficiencia de B12. Generalmente, son reversibles mediante la administración de la vitamina. No existe, sin embargo, ningún conjunto uniforme y fiable de síntomas. Si se sospecha de algún problema, hay que someterse al diagnóstico cualificado de un médico.
Los bebés muestran una aparición de los síntomas más rápidamente que los adultos. La deficiencia de B12 puede conducirles a la pérdida de energía y de apetito, y a irregularidades en el crecimiento. Si no se corrige pronto, puede evolucionar hasta el coma o la muerte.
¿Qué alimentos son ricos en vitamina B12?
Por lo general, la vitamina B12 es fácil de conseguir a través de los lácteos y sus derivados, carnes y embutidos, pescados, moluscos y crustáceos, huevos, frutos secos, cereales y derivados, legumbres, frutas, verduras y hortalizas y grasas sanas (omega 3 y 6), entre otros.
En cambio, si necesitamos suplementar más allá de los alimentos, siempre bajo supervisión médica, podemos encontrarla en muchos compuestos multivitamínicos, mezclada con otras vitaminas y minerales.
En el caso de los veganos, las únicas fuentes fiables son los alimentos enriquecidos con B12, como ciertas leches, vegetales, productos de soja y algunos cereales para el desayuno, además de los suplementos de B12. Ante cualquier duda, consulta siempre a tu médico.