01.- Cúlpalo, emprende su cacería y muerte. El tirano infiere que la penuria que te obliga experimentar es dicha: él discierne que bienaventurados los que sufren por culpa de su lucro indebido, apropiación de bienes públicos, uso represivo del parque de armas nacional, inducción a suicidarnos e instigación a enfrentarnos unos contra otros en una sociedad alevosamente destruida, y cuya moral ciudadana fue [de forma gradual, dolorosa] desdibujada o pervertida. Altera tu hartazgo y desquicio, asume tu responsabilidad de viejo e histórico hombre, el que fuiste, eres y serás si sobrevives al incontenible tsunami. Recuerda que permanecerás armado de inteligencia mientras la libertad sucumbe frente a pandemias de origen científico.
02.- El anhelo individual de consumar un estilo de vida opulento nos sostiene en pie, porque es una patología del ser humano: pero, evidencia que las extravagantes aspiraciones de cada uno de nosotros asoman peligrosas cuando no pueden explicarse sin que impliquen infligir. La abundancia de pocos afortunados hiere al miserable cuya mentalidad pavonea violenta, andrajosa y explosiva de tanto resentimiento.
03.- Admirable el varón en instantes cuando logra educar, alimentar, vestir y dar cobijo a su pareja e hijos: hombre al cual el infortunio del azar podría conducirlo hacia la vejez caída, parasitaria o no erguida, convirtiéndolo en un estorbo para sus descendientes y la sociedad que [en concierto] deben procurarle una muerte de víspera o zaguán.
04.- Mi irreverencia histórica sobrelleva la pesada carga de la idiotez extrema que exhibían quienes inclinaban la cerviz al propugnar falaces-propagandísticos concilios, en tiempos cuando los tiranos mofaban de la libertad y democracia frente a quienes parecían vitorearlos: solía deplorar a tanto amancebado que los recibía en territorios donde, los ciudadanos que aborrecíamos el adoctrinamiento, vivíamos libres de esclavitud, comisarios políticos y totalitarismo.
05.- No sé por qué asombra a universitarios que crápulas declaren guerra a centros de investigación humanística, al fomento de la literatura, artes o cientifismo mientras exaltan mafiar y la violencia inherente en la ininterrumpida adquisición de pertrechos bélicos.
06.- La madre o padre de un delincuente rogará para que lo liberen, el amor que progenitores deparamos a nuestros hijos no tiene fórmula de juicio: mucho menos si el pueblo se equivoca uniéndose al petitorio. El castigo es un concepto que busca criminales, empero ellos, con frecuencia exitosos, evadirlo.
07.- Propugno la esterilización inconsulta de promiscuas, drogadictas, alcohólicas e incorregibles que adhieren a tesis feministas viciadas de nulidad. Cada pareja temporal o permanente, formal o no, sabe si está en condiciones económicas y psicológicas de procrear. No celebro la legalización del aborto impulsado por revancha de mujeres intelectualmente torcidas o malaventuranza. Si una dama es violada puede acudir a un hospital e informar a un forense lo ocurrido. Presumo que, aparte de extraerle muestras del semen del forajido, podría hacer lo correspondiente para interrumpir el proceso de fecundación sin esperar que el feto esté formado.
08.- Los tiempos que enfrentamos a partir de nuestra irrupción en el mundo exigen desafíos, pero la mayoría de las personas procura mantenerse [muerta] «salva» guardada en su cascarón que es ataúd.
@jurescritor