Es cierto que, la conquista del Nuevo Mundo tuvo su objetivo científico y religioso. El papa Alejandro VI emitió la Bula Papal, sobre su poder espiritual y terrenal a los reyes católicos para “evangelizar” a sus gentes, mientras que Cristóbal Colón demostrara que había otros mundos. El costo de ambos objetivos fue sangriento, no para explicar la redondez de la Tierra, menos los espacios geográficos y sus riquezas, sino imponer una cultura a lanza y fuego, cruces, incienso y óleo, naciendo la conocida Leyenda Negra que no viene al caso tocar.
La Colonia es el afianzamiento de la descendencia conquistadora, beneficiaria de la Compañía Guipuzcoana, el contrabando, explotación y esclavitud, dependiendo de las instituciones jurídicas y militares de ultramar, cuyos hijos leerán el arsenal político e intelectual, que venían en las bodegas de los buques, además de la información e lo que pudiera llamarse de primera mano, donde se formarían, José María Gual y Manuel España y Francisco de Miranda, quien residía hacia años en Europa, con relevante participación en la Revolución francesa donde adquiría el rango de Mariscal de Campo y Generalísimo y quien desde allí no dejara de pensar, escribir y negociar apoyo a la causa independentista de la América española llamada por él, “Continente Colombiano”, que merece capítulo aparte. Previo a ello, impedientemente de sus razonamientos económicos, entre 1730 y 1743, la Provincia de Venezuela, conocerá de las acciones y rebeliones conocidas, como la rebelión de Andresote, el motín de San Felipe el Fuerte, el alzamiento de Juan Francisco de León, la sublevación de El Tocuyo y la rebelión del Negro Miguel en Buría.
Aún no han nacido los hombres que entre 1810-1811 liderarán la Gesta de Independencia, ya bajo la influencia conocida y estudiada, de los enciclopedistas europeos, la revolución norteamericana y francesa. Ideas para una provincia no definida geográficamente, pues no será, hasta 1781, cuando por Real Cédula, se decrete la Capitanía General de Venezuela, el Consulado de Caracas y la Intendencia de Caracas, con jurisdicción de las provincias Cumaná, Guayana, Maracaibo e isla de Margarita, se decreten como primigenio marco sociológico y político de la provincia de Venezuela, situación que a juicio de don Mario Briceño Iragorry se … «echaron los cimientos políticos-geográficos del gran hogar venezolano y entonces arranca el proceso formativo de nuestro país, como nacionalidad determinada en el conjunto universal de los pueblos civilizados”.… Así se fraguaría la conspiración de Manuel Gual y José María España y su “Proclama a los habitantes libres de la América española” con una apremiante interrogación:
—¿Hasta cuándo vuestra paciencia aguantará el peso de la opresión que crece todos los días? ¿Hasta cuándo besareis servilmente el látigo con que os azotan? ¿Y hasta cuándo la esclavitud en que vivís os parecerá honor y gloria? ¿Tenéis gusto en vuestra miseria?
“Discurso preliminar a los americanos” es un documento que merece su análisis en nuestro tiempo y sus interrogantes debieran de ser motivo de reflexión para crear conciencia ciudadana como la reclamada por ello al analizar la situación en que se encontraban al afirmar:
—En todas las pragmáticas y órdenes del gobierno, si se examina con cuidado, no se observa más que dolo y engaño, no se advierte otro objeto, que el de empobrecernos, dividirnos. Además ¿no se ha puesto el mayor cuidado en que permanezcamos en la más crasa ignorancia y en llenarnos en las más perjudiciales preocupaciones? Lejos de fomentar la buena formación de nuestras costumbres ¿no se procurado por todos los medios posibles la corrupción de ellas? Todos nuestros empleos, todas las piezas eclesiásticas ¿no se confieren extraños? ¿Los hijos de la patria somos atendidos para alguna cosa? Nuestros fueros y privilegios ¿se nos han guardado? ¿Podemos manifestar libremente nuestros pensamientos e ideas? ¿Nos es permitido reclamar nuestros derechos? ¿Nos es lícito decir la verdad? Nada de esto: nos es permitido, nada nos es lícito, sino el más profundo silencio, la obediencia más ciega la ignorancia más estúpida. ¿Puede llegar a más el exceso de la tiranía y del despotismo? exceso envilecernos y esclavizarlos…”
Documentos reveladores de una conciencia ideológica, inspiradas en las profundas ideas de libertad que sacudían a Europa, que conmovieron a los americanos españoles como se decían llamar y ello era inevitable, ante el mismo intercambio de viajeros y él envió a Europa de sus hijos, sobre todo a la misma España, políticamente debilitada, todo lo cual confirma que fueron fundamentos ideológicos y éticos, los que justifican nuestra independencia a pesar del “antihéroe” Antonio Casa León, como le calificara el historiador Mario Briceño Iragorry, al más connotado corrupto , en tiempos de la Independencia.
De nada valieron los llamados “Juicios de Residencia” en América (Nueva España (1521-1821) que se lo denominaron “Purga de taula” por abuso y corrupciones de funcionarios de la Corona entre muchos, los gobernadores Welser, Ambrosio Alfinger, Nicolas Federmann por delitos de “aceptar regalos” incluso el primer capitán General de la Provincia, Juan de Carvajal, ahorcado en una ceiba en El Tocuyo (1534) que da cuenta la doctora Marielena Ponce, en su discurso de Incorporación a la Academia de la Historia venezolana (11 de marzo de 1990) y para quien “ya en el siglo IV d. C. aparecieron rasgos de aquella institución” sin poder imponerse, contra las corruptelas cada vez mayores, en la Venezuela republicana y a la Historia voy, victoriosa o vencida…
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