OPINIÓN

¿Incurren las creencias en los movimientos autoritarios?   

por Albert Geovo Albert Geovo

Se ha venido advirtiendo a lo largo de la historia, las implicaciones de la filosofía e ideologías, en las organizaciones, normas y comportamiento de las sociedades, de igual forma las múltiples interpretaciones religiosas tienen su cuota de responsabilidad en el pensamiento mágico de las sociedades y las diferentes ideas, como premisa de los desbarajuste del sistema político mundial,  por el ala de izquierda política, tenemos la incidencia de las devociones de Oriente, como el budismo , el hinduismo, en todas su variantes. Mientras que por Occidente tenemos los valores de la cristiandad donde todas convergen, más o menos, en un cielo, un infierno y la adoración a deidades compuestas, unas más y otras menos.

A pesar, que siendo la cristiandad, al igual que el islam y el judaísmo, las tres principales religiones monoteístas del mundo; no por esa clasificación dejan de tener veneración e incluso adoración por otras deidades. En las tres, existe la inclinación a adorar otras deidades o símbolos de sus creencias,  con argumentos respetables como las figuras de los profetas, maestros, rabinos, santos, apóstoles, templos, signos, tesoros, o  aspectos más sutiles como representaciones del Todopoderoso, o manifestaciones e incluso del mesías vista como la encarnación del Absoluto.

Siendo, estas religiones por antonomasia, monoteísta, en la práctica no sucede así, se veneran, imágenes, ídolos, figuras, personas, de hecho, el cristianismo predica la trinidad, como Dios dividido en tres personas en una, conocidas como Padre, Hijo y Espíritu Santo, muy al estilo del árbol sefirótico de la cábala hebrea; mas, cuando se revisa los evangelio de manera objetiva y profunda, nos damos cuenta que el mesías, adoraba a un único Dios, y la tradición hebrea antes del cristianismo lo confirma.

Por el lado de Oriente, existen las mismas concomitancias, sus creencias desde las más puristas como el Budismo, también tienen santos, maestros,  a los que se veneran, también gozan de deidades femeninas, y que decir, de la misma cosmovisión hinduista, esto sólo por nombrar algunas.

En fin, en todas existe la idea de adoración a otras personalidades, espíritus, que no son el Dios único, del que se habla en toda la biblia; base fundamental de las tres principales religiones monoteístas, más importantes del mundo y que reza así: “Oye Israel, El Señor Uno es”.  Todas pecan en la práctica y ninguna se escapa de estas interpretaciones.

En fin, todas tienen la idea de la encarnación de Dios absoluto en la figura humana, definición que se viene arrastrando desde los primeros concilios cristianos, como el de Jerusalén o el posterior y el más conocido, el concilio de Nicea en el año 325 e.c , reunido por Constantino, de la que se han nutrido los distintos movimientos políticos y religiosos de Occidente para atribuirles a sus líderes un poder superior al de la comunidad y que siempre termina desembocando en los más desastrosos hechos históricos para la sociedad, como las tiranías monárquicas de siglos pasados, y la de los líderes políticos mesiánicos de la actualidad.

Por otro lado, el materialismo histórico, o la dialéctica materialista, que se clasifica de atea o agnóstica en su mejor versión, no muy en el fondo, esta corriente filosófica, es lo que predica su doctrina, vive llena innumerables creencias y dogmas, no constatables por el método científico; lo cual ha permitido dentro de muchas cosas, la veneración de sus fundadores y dirigentes, no en balde sus prosélitos, son adoradores de otras variadas corrientes religiosas, rayando en los hechos más ridículos y tribales de la sociedad del pasado.

Se comete el error de pensar que ser ateo o agnóstico, es no tener dogmas, cosa que en la práctica no sucede así, se aprecia como sus afectos,  reverencian autores filosóficos, doctrinas y líderes políticos y más aún, al nivel de elevarlos a categoría de ídolos. Con estas disertaciones, no se pretende juzgar escarnecedoramente de la fe, ni mucho menos,  pero si despertar el ánimo de investigación en las ideas del mundo.

Ya que son estas cosmovisiones religiosas, filosóficas, las que vienen desencadenando las peores tragedias en las naciones; todas claman por un mesías, todas las sociedades se les vienen enseñando de forma errónea el mesianismo o cristianismo, como la encarnación del Dios Todopoderoso o Absoluto, y es precisamente este detalle el que viene haciendo mella en las diferentes culturas del mundo, ya advertidas incluso, en la biblia, en el verso:

“Porque muchos vendrán contra mí al decir: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a muchos… Si alguien les dice en esos días: “¡Miren aquí está el Mesías!” o “¡Aquí está él!”, no le crean. Porque vendrán falsos mesías y falsos profetas y harán milagros, señales y maravillas para poder engañar aun a los mismos elegidos de Dios. Así que los pongo sobre aviso. »Por eso si ellos les dicen: “¡Miren, el Mesías está en el desierto!” No vayan. No les crean si les dicen: “¡Miren, él está escondido adentro, en un cuarto!” Porque como se observa un rayo resplandecer en el cielo de oriente a occidente, así se observará la venida del Hijo del hombre. Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.”

En resumen, un tema muy sensible y controversial, en todo el mundo, que preferirían muchos no tocar, pero de vital importancia exponer, no para generar debate, sino para invitar al análisis responsable y minucioso del asunto en cuestión, y aprehender cómo inciden las ideas en el desenvolvimiento de las sociedades y sus hechos en un mundo cada día más totalitario y globalista.