OPINIÓN

Hugo Chávez fue el primer infiltrado de su «revolución»

por Gustavo Coronel Gustavo Coronel

La novedosa explicación que ofrece el chavismo sobre el colapso de la nación durante los últimos 23 años es que ello se debe, esencialmente, a dos factores: (1) Las sanciones estadounidenses y de otros países y (2) la acción traidora de “infiltrados” en las filas de la revolución.

Las publicaciones del chavismo/madurismo, tipo Aporrea, Correo del Orinoco, Venezuelanalysis, etc. se habían centrado de manera casi obsesiva en las sanciones por mucho tiempo. Más recientemente han agregado lo que denominan la acción traidora de supuestos “infiltrados” de la revolución. Entre los principales mencionados se encuentran Tareck el Aissami, Rafael Ramírez, Asdrúbal Chávez y algunos otros de menor calibre, quienes ahora son descritos como si nunca hubieran sido “verdaderos revolucionarios” sino cuerpos extraños.

Este es un argumento que ha aparecido como respuesta al tsunami de podredumbre que ha invadido todos los niveles gobernantes del régimen, no solamente los niveles más altos. Precisamente lo que ha hecho necesario el destape de la podredumbre chavista es el temor que hoy experimentan esos altos niveles del régimen al ver que la podredumbre ha explotado, rebasando su pretendido derecho a disfrutarla con exclusividad.

Las sanciones:  ¿funcionan o no funcionan?

En lo que se refiere a las sanciones impuestas al régimen y a la mayoría de los integrantes de las pandillas chavistas/maduristas por parte de naciones democráticas, el régimen trata de argumentar que ellas han fracasado en su objetivo de sacarlo del poder, agregando que solo sirven para aumentar el sufrimiento de los venezolanos.

Sin embargo, sabemos que el régimen no se preocupa por el bienestar de los venezolanos. Desde que el petróleo bajó de precio durante la etapa chavista el pueblo comenzó a pasar hambre y comenzó un colapso social que llevó al éxodo masivo, todo ello mucho antes de 2017, cuando aparecieron las primeras sanciones. Por lo tanto, la razón verdadera por la cual el régimen pide con una insistencia rayana en la desesperación la eliminación de las sanciones es que ellas lo tienen estrangulado y lo hacen cada día más débil.

En otras palabras, las sanciones sí funcionan. De nada vale que el régimen se haya conseguido algunos aliados entre la oposición invertebrada o haya contratado algunos mercenarios para cabildear por su cese, ya que estas han seguido aplicándose al régimen, tanto en lo individual como en lo económico, manteniéndolo al borde del colapso.

El nuevo cuento de los “infiltrados”

El mayor acto de cobardía del chavismo/madurismo consiste en rehusar hacerse responsables por la inmensa tragedia que han causado. Según sus miembros todo iba “muy bien” hasta que aparecieron los “infiltrados”, quienes no eran ellos sino otros, una gente traidora vendida al imperialismo, blablablá. Esta es la historia que nos cuentan, una y otra vez, en sus publicaciones. Por ejemplo, en https://venezuelanalysis.com/politics-commons/15701 podemos leer un análisis de Reynaldo Iturriza López, quien dice (mi traducción) que “dos fueron las principales virtudes de Hugo Chávez en la presidencia: una, la democratización de la renta petrolera para pagar la enorme deuda social… la otra, la decisión de introducir cambios estructurales en la economía, moviéndola gradualmente de una basada en la renta a una basada en la producción”.

Sin embargo, como esas decisiones de Chávez nos llevaron a la ruina, los cronistas chavistas de Aporrea, como José Sant Roz y otros, tratan de explicarlo diciendo: (https://www.aporrea.org/actualidad/a320883.html)“Desconocíamos, que en ciertos grupos sociales se albergara a tantos revolucionarios, esos que durante las grandes injusticias sociales jamás dieron la cara, jamás dijeron ni pío contra el sistema, aún más, muchos los vimos acoplarse a él perfectamente en todas sus miserias. Hablamos de esos grupos que para nada salieron a apoyar a Chávez el 4F, que jamás creyeron en sus prédicas cuando recorría a Venezuela pidiendo que se llamase a una Constituyente. Gentes a las que nunca les interesó conocer al comandante Chávez, o mejor dicho, lo consideraban un loquito, se reían de él, recelaban de todo lo que decía y hasta lo despreciaban. Pero estos grupos iban a aparecer y tomarse el timón en muchos lugares, fue algo realmente demoledor en el proceso que se estaba gestando».

Para Sant Roz estos grupos eran falsos infiltrados en el proceso, eran los verdaderos culpables, no eran “ellos”.

¿Qué fue lo que realmente sucedió?

Democratización de la renta petrolera

Debemos entonces preguntarle al chavismo: ¿Cuál fue la deuda social pagó Chávez? Con base en el inmenso daño que ese hombre le hizo a la nación venezolana, es evidente que fue el primer “infiltrado” de lo que él llamaba su “revolución”.

Cambio de política rentista a política “productiva”    

La otra “decisión” hecha por quien yo defino como el “primer infiltrado de la revolución”, Hugo Chávez, según nos dice el analista arriba citado, fue cambiar una política económica basada en la renta petrolera por una política basada en la “producción”. Esto resultó igualmente trágico:

Podríamos seguir citando casos trágicos de estupidez, crueldad, ignorancia y negligencia por parte del infiltrado y traidor Hugo Chávez, pero esto que aquí decimos es suficiente.