OPINIÓN

Hora crucial

por Julio César Arreaza Julio César Arreaza

Se siente en el ambiente, María Corina presidente. Llegó la hora, y lo decimos sin ambages ni superstición, que aconseja no decirlo. Son 25 años de sufrimientos de un pueblo que lleva en sus genes el germen democrático y la libertad como oxígeno vital. Y 2024 será el año crucial para la reconquista de la libertad.

La inhabilitación surrealista no es un acto jurídico sino político de pacotilla. Una equivocación que terminará de sepultar a la usurpación y que de paso ha creado un problema al mundo con 8 millones de migrantes. Maduro no va a escoger el candidato y nuestra candidata, legitimada en una primaria épica con 93% de los votos, tiene el mandato de crear las condiciones para unas elecciones que corresponden este año y que serán limpias y libres.

Todo un contraste con la genética chavista, que es reprimir al pueblo y robarse las elecciones. El zorro viejo pierde el pelo, pero no las mañas; los delincuentes cobran el rescate y no cumplen el acuerdo.

La principal variable es el poder de la gente. Ya escogió su candidato en primaria determinante, confirmado con el fallido referéndum del Esequibo venezolano y la trampa envenenada de la inhabilitación: todo un acto de delincuencia judicial de gente sin coraje ciudadano ni dignidad, que pretenden seguir sojuzgando un país y explotándolo como siervos y ni siquiera como súbditos, porque a estos los protege la monarquía. Los ciudadanos declararon el fin de la tiranía.

El ecosistema criminal jamás se vestirá de democracia y en gesto agónico, que lo lleva de error en error, arremete contra el voto libre. El Estado lo ven desde la perspectiva de un secuestro, y lo que terminará pasando es la sublevación democrática de los rehenes, con apoyo del mundo libre.

La lucha lleva a la victoria, la luz batirá a la oscuridad.

Los maestros volverán a ser el pilar moral, luego de la destrucción de la república.

En estos 25 años se cumplió el vaticinio de Mario Vargas Llosa cuando afirmó que con la elección de Chávez se había realizado el suicidio de una nación.

La estulticia lleva el sol en las espaldas.

La reciedumbre del venezolano actuará en la historia, para proclamar a la primera mujer, como presidente de la república.

A la calle se ha lanzado el pueblo, abrazando un proyecto de integridad, lealtad y de organización. Un proyecto de superación, de inclusión, de servicio al interés superior de la nación, de unión y de reconocimiento de la dignidad del individuo.

Se ve venir el desplazamiento de los secuestradores de la democracia, que lograron la destrucción de la república a costa de su enriquecimiento personal.

¡Libertad para Javier Tarazona, los policías metropolitanos y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!