I Origen y evolución de las ZEDE
Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) han sido innovadoras estructuras en la generación productiva de los países en vías de desarrollo y también desarrollados a partir de sus inicios en Irlanda en los años cincuenta, después de finalizada la II Guerra Mundial, y ver que posteriormente, como tales espacios se convirtieron en permanentes fuentes de progreso y bienestar, por sus múltiples inversiones, lo cual se extendió hacia el resto de Europa, así como Canadá y Estados Unidos, siendo Las Vegas uno de esos espacios, en el cual un desierto quedó convertido en una amplia zona turística, sin menospreciar que Qatar inició sus asociaciones con las ZEDE en 2019, y cuyos resultados fueron parte del exitoso Mundial FIFA 2022.
Por su parte, el continente asiático también ha sido protagonista de estos desarrollos con proyectos de alta envergadura en Malasia, Corea del Sur, Filipinas, Japón, y el impresionante progreso industrial y tecnológico de Hong Kong y Taiwán, además de ser las dos últimas mencionadas, en buena medida, parte global de China quien también desde territorios inhóspitos con ayuda de capitales privados ha alcanzado niveles que han convertido al gigante de este continente, en la primera potencia del Oriente y con una amplitud incesante de la producción.
De hecho, el presidente de China, Xi Jinping se refirió sobre las ZEDE afirmando: «el desarrollo de Zonas de Libre Comercio es una jugada estratégica de la dirección central del partido para avanzar en el proceso de reforma y apertura en la nueva era” {1} ¿Y de dónde parten semejantes palabras de Xi Jinping? Pues, el milagro chino tuvo un enorme despegue en su economía cuando en 1995 logró que las Zonas Económicas Especiales (ZEE en esa nación), generaron, según Orozco (2009), una producción por 155.000 millones de dólares {2}, lo cual ha seguido aumentando de manera sostenida, y de allí el éxito económico tan rotundo, algo que nadie puede negar en el contexto del intercambio comercial mundial.
De hecho, ha sido de tal magnitud el desarrollo de las ZEDE en este siglo XXI que Gómez y Molina (2018), señalaron el cómo solo para 2008, un informe del Banco Mundial confirmó las cifras de más de 3.000 Zonas Económicas Especiales, con una inversión superior en 500.000 millones de dólares, estimando para ese entonces casi 70 millones de empleos de manera directa {3}.
II ZEDE para América Latina y futuro para Honduras
Obviamente, que ante esta realidad, América Latina no puede quedar excluida de semejantes desarrollos, pero dado lo innovador de ellos, y teniendo nuestro continente muchas adversidades jurídicas y políticas, las ZEDE pudieran enmarcarse en un plan global de inversión en el continente, y sin obviar la crisis del covid-19, Colombia, República Dominicana y Honduras se han convertido en pilares de tales empresas en la región.
En consecuencia, llama mucho la atención que sea la última de las naciones la que más ha sido citada por investigadores en el plano de oportunidades económicas y sociales, máxime si valoramos que en la nación centroamericana, desde 2020 y en plena crisis del covid-19 , iniciaron operaciones de manera conjunta, tres, Zonas de Empleo y Desarrollo Económico a saber: Próspera, Ciudad Morazán y Orquídea, la primera de capital norteamericano, y las dos restantes con capitales de importantes grupos empresariales de Honduras, los cuales a la fecha, ya han generado más de 3.000 empleos directos y unos 10.000 indirectos {4}, con inversiones que superan los 100 millones de dólares, a pesar que por razones circunstanciales se han generado aspectos políticos y jurídicos de incertidumbre, lo cual, potencia aún más las posibilidades del éxito de semejantes grupos empresariales para el país, si efectivamente se normalizan las condiciones de inversión y generación de fuentes de empleo.
En consecuencia, tiene mayor relevancia y significado el informe económico de Fernández y Diskmaat (2019), es decir, antes del inicio operativo de las ZEDE y sin la existencia de pandemia, quienes sobre Honduras indicaron:»Como muestra nuestro estudio, existe una oportunidad significativa para mejorar Honduras. Con una ZEDE exitosa que cubriera el 20% del PIB hondureño se podría elevar (como mínimo) el PIB per cápita real a 11.136 dólares, más de 7.000 dólares por encima de los 4.000 dólares del escenario base» (p.13). O sea, que estos investigadores de la facultad de economía de la Universidad Francisco Marroquín y el Instituto Juan de Mariana, analizando las oportunidades de inversión sobre las tres ZEDE, no sería descabellado bajo ninguna circunstancia lo que más adelante señala el mismo Informe económico, (ob. cit): «Si se establece una ZEDE exitosa en Honduras, el PIB per cápita dentro de la zona podría alcanzar 35.000 dólares, una mejora increíble en comparación con el resto de Honduras y los países de la región» (p.14).
En síntesis, el tema de las ZEDE para Honduras merece ser analizado sin factores ideológicos y menos políticos, en los cuales existan las debidas proporciones jurídicas, económicas y sociales, y de expertos que expliquen las bondades de tan importantes inversiones para el futuro de la nación centroamericana. Seguiremos ampliando el tema.
@vivassantanaj_
{1} https://thinkingheads.com/latam/tendencia-global/zonas-economicas-especiales/
{2} Orozco, J. (Jul – Dic. 2009). La creación de Zonas Económicas Especiales de China: Impactos positivos y negativos de su implementación. Portas. Revista mexicana de estudios sobre la cuenca del pacifico. pp 69-86
{3} Gómez y Molina. (Jun – 2018). Zonas Económicas Especiales y su impacto sobre el desarrollo económico regional. Revista Latinoamericana de Economía. pp 11-32
{4} Fuente: Grupo Próspera Roatán
{5} Fernández y Diskmaat. (2019). Impacto Económico de una Zona de Empleo y Desarrollo Económico (Zede) en Honduras. Informe Especial. Market Trends. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Francisco Marroquín – Instituto Juan de Mariana