Homicidios perpetrados

Las sociedades humanas, que en el actual siglo XXI están representadas en los diversos países con variadas culturas, tienen indicadores –distintos a los económicos– para saber si las cosas andan bien o mal. Los delitos son muchos y variados, desde los que se cometen contra la propiedad privada hasta aquellos contra la cosa pública. Uno de los indicadores para calibrar la estabilidad social que ha tomado vigor por su continuidad y consistencia es el de los homicidios intencionales. En efecto, matar a alguien sea para arrebatarle un automóvil, o por celos, o simplemente por un toque de locura, es una infracción grave a la ley penal en cualquier sociedad civilizada, por ello en algunos países existe la pena capital, la cual tiene sus detractores y defensores.

Así, en la actualidad tenemos los homicidios por cada 100.000 habitantes como el indicador de un país que revela si experimenta grandes problemas para controlar la delincuencia.

En el cuadro que arriba insertamos, construido con datos tomados del portal Datosmacro.com, tenemos que España y Portugal tienen un índice de homicidios intencionales casi igual y esto tiene una explicación: ambos países comparten una historia casi común. Ahora bien, sí notamos en la televisión española una enorme preocupación y en especial por los crímenes machistas. Otro país, Estados Unidos, tiene 4,99 homicidios por cada 100.000 habitantes, inferior al de Rusia de 7,68, país que tiene una historia en la que las dictaduras (zarismo, y comunismo) han sido abundantes. En Argentina, donde los delitos contra las personas son exhibidos constantemente en la televisión y la prensa escandaliza mucho, se asombrarían de que su tasa de homicidios es de 5,12, mientras que la de Uruguay, país que tiene mejores indicadores económicos y menor tasa de pobreza, este indicador es de 11,32, es decir, duplica el de los argentinos. Brasil, el gigante del sur, tiene 20,86 homicidios por 100.000 habitantes, pero no supera al de México, pues la violencia que vive este país se revela en sus 28,74 homicidios por 100.000 habitantes. Y llegamos al campeón de los homicidios, que no es otro sino El Salvador con 37,14 asesinatos, seguido de Venezuela con 36,69.

Ahora bien, en el caso venezolano, que es el que nos atañe, cuando Hugo Chávez asumió en el año 1999 la jefatura del Estado, los homicidios por 100.000 habitantes eran de 25,16, pero ya en 2014, año de mayor crecimiento económico, se habían colocado en 63,34, para luego descender en 2018 a 36,69.  Sea como fuere, Venezuela tiene una tasa superior a la de Colombia (24,95), país aterrorizado todavía por el narcotráfico, la guerrilla y el hampa común.