OPINIÓN

Hay que jugarle limpio a Venezuela

por Edward Rodríguez Edward Rodríguez

Después de casi cinco años sin sentarme a escribir un artículo de opinión, que hacía con rigurosidad todas las semanas hasta diciembre del 2019, hoy vuelvo a retomar esa rutina por razones que les iré contando, así como les diré a qué me dediqué durante ese tiempo de ausencia.

El tema de mi regreso a la escritura no podía ser otro que Venezuela y su actual panorama político.

Aun cuando la atención que quiere imponer comunicacionalmente Nicolás Maduro sea el referéndum sobre el Esequibo, no se puede dejar de un lado el mayor logro de la oposición venezolana este año 2023 que fue el proceso y resultados de la elección primaria donde fue electa María Corina Machado como candidata presidencial unitaria. El triunfo fue contundente, a pesar de que los encuestadores serios del país ya lo vaticinaban.

Que si se trata de un fenómeno o no, podemos dar la discusión, pero a todas luces indica que los venezolanos la ven como la alternativa del momento, y después del proceso quedó ratificado con los votos que es la pieza clave del ajedrez para enfrentar a Maduro. ¿A cuál Maduro, se preguntará usted ? Al que hoy goza de menos de 18% de aceptación, siendo muy generoso con esta cifra, y al responsable de toda la tragedia venezolana incluyendo las burbujas momentáneas.

«La Señora”, como se le dice a María Corina en las reuniones políticas, sabe que representa el cambio, la esperanza y unidad; sabe también que es su bien más preciado y que lo debe conservar muy bien porque esa unidad que no es perfecta y que está llena de intereses e incluso de espías del régimen es la que hay, pues no hay otra que se pueda armar en este momento del juego y de extraterrestres no se puede crear. Entonces lo que tendría que venir es respeto, tolerancia y jugar limpio.

La gente sabe muy bien lo que significa ser el de o la de la Unidad, María Corina hoy lo es sin duda alguna, no se le dio un cheque en blanco en la primaria, se le dio la responsabilidad de liderar a la oposición venezolana en este trayecto que pudiera ser el definitorio para terminar con el ciclo del atraso, la desidia y el hambre.

Cuando yo era reportero de Radio Caracas Televisión (RCTV) la entrevisté hace 20 años, ella líder de Súmate y la base de su discurso era la misma de hoy: la defensa del voto, y eso, señores, se llama coherencia.

Ahora bien, ¿cuáles son los escenarios que vienen? Creo que uno pudiera ser el de Nicaragua, es decir, el régimen arrebata todo y a todos para mantenerse en el poder (que no todos los del régimen están dispuestos a acompañar a Maduro en este escenario, según dice Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos); el otro es que la presión de Estados Unidos y de la comunidad internacional cause efecto, y el tercero que Maduro vaya como corderito a la elección, este último es el menos probable en cualquiera de las hipótesis de la Unidad; por lo que sin duda alguna y sin titubeos el apoyo a la candidata unitaria debe ser frontal.

¿A qué juegan algunos sectores de la oposición? A que no la habiliten, situación que hasta el sector más crítico del oficialismo considera injusta, según Seijas; a que reciban el beneplácito del régimen para mantenerse en el poder y los reconozcan, a esos sectores e individualidades pudiéramos decirle no se vistan que no van, pues el juego apenas está comenzando. Otros dicen que “la Señora” no escucha, que es muy radical, que hace su propio juego, y yo siendo abogado de Dios y del diablo pregunto: ¿Y cuál más va a hacer si todos han tenido su turno al bate? Creo y le doy el beneplácito de la duda a que María Corina hará lo que tenga que hacer y cederá lo que tenga que ceder en su preciso momento; y si no lo hace, pues la oposición que le dio el mando cambiará de dirección.

Hoy María Corina Machado es la candidata unitaria y hay que jugarle limpio a Venezuela.

Artículo publicado en Infobae