I
Yo no entendía la razón porque era una niña. No era el hecho de que mi mamá y mi papá se levantaran temprano, porque siempre fueron madrugadores, pero esto sucedía un domingo. En aquellos años del siglo pasado, Los Teques, más que ciudad, era un pueblito frío y acogedor que en las madrugadas estaba lleno de neblina, sobre todo si era diciembre.
Apenas tomaban café, cada uno tomaba un camino diferente aunque iban a hacer lo mismo, votar. Alguna vez me tocó ir con mi papá a su centro electoral, nos fuimos caminando porque era un colegio que quedaba en la misma calle pero al oeste. Hicimos una cola, mi papá pasó conmigo y rellenó un tarjetón. Todo fue rápido y sin mucho show. De allí regresamos a casa a buscar el carro para pasar por mi mamá que estaba en otro lado.
II
Mi papá fue adeco toda su vida, y si le preguntabas la razón, respondía sin dudarlo que la socialdemocracia tenía muy claras sus intenciones de ayudar a los más necesitados. Como médico y como persona practicaba la caridad.
Alguna vez sus amigos me dijeron que mi papá ayudó a algunos perseguidos por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Pero aunque era un militante registrado y con carnet, nunca se metió a la política más allá de eso. Sin embargo, la estudiaba y la entendía. Para él la democracia era un logro de la sociedad venezolana y votar era sagrado, así nos enseñó, con ese ejemplo.
También tenía amigos militantes del partido Copei y su hermano era un conocido comunista, y a pesar de las diferentes visiones, la armonía siempre estaba presente.
Me gusta tanto la política que la estudié como doctorado en la UCV. Y debe ser por eso y por lo que me enseñó mi padre por lo que he sido adversaria de este desmadre chavista desde 1992. También por esa razón le he dado muchas veces un voto de fe a la oposición, y los que me leen regularmente se habrán dado cuenta de que poco hablo de ellos. Pero ya basta.
III
¿Ya están pensando en las regionales? ¿Ya se están reuniendo para repartirse las candidaturas? ¿Ya están armando las campañas? ¿Se volvieron locos?
¿No se dieron cuenta de que la asamblea fantasma rojita ya está preparando la nueva directiva del consejo nacional electoral (en minúsculas, por favor, editora)? ¿Qué piensan que va a suceder si se inscriben para las regionales? ¿Nos van a caer con el cuento otra vez de que “no podemos perder espacios”?
¿Cuánta crueldad hay en el maduchavismo? ¿Cuánta crueldad hay en una oposición que no entiende que necesitamos presión hacia un mismo lado para conseguir salir de esta gentuza? ¿No les dice nada que Estados Unidos y la Unión Europea insistan en que se pongan de acuerdo todos?
Estamos comenzando el año y sé que quizás esto no les llegue porque soy apenas una aguja en un pajar. Pero dejen la mezquindad ya y pónganse a trabajar, busquen los mecanismos, negocien, lleguen a los rojitos que ya están hartos y exijan elecciones generales con condiciones democráticas comprobadas. Y punto.
@anammatute