OPINIÓN

Hablemos de Educación: Estrategias didácticas a partir la experiencia en la UNES

por Omar Arévalo Omar Arévalo

Conforme al modelo educativo de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) inspirado y sustentado en la pedagogía de la acción de Simón Rodríguez o en el  «aprender haciendo» de John Dewey, la educación por competencias se ha convertido en el desiderátum del proceso enseñanza-aprendizaje del siglo XXI. En ese contexto, los docentes, en procura de alcanzar el mayor nivel de materialización del currículo, emplean diversas estrategias didácticas.

Desde la visión del Programa Nacional de Formación (PNF) Bomberil; en Ciencias del Fuego y Seguridad contra Incendios, y Atención de Emergencias Prehospitalarias, hemos priorizado dos estrategias didácticas conocidas en el mundo de la educación  y desarrollado una nueva. Esta última a su vez incluye o comprende otras conocidas, que en la visión integral de la formación unesista, propician una interacción amplia docente-estudiante (y viceversa) y estudiante-estudiante, en la permanente búsqueda y construcción del conocimiento.

Las dos estrategias didácticas conocidas en el mundo de la educación son el trabajo en equipo y el juego de roles. Ambas van en clara sintonía con el aprender haciendo.

El trabajo en equipo refuerza la idea de organización, corresponsabilidad, confianza y colaboración, valores o atributos necesarios en la formación del futuro funcionario de la seguridad ciudadana. La efectividad del servicio e incluso la vida del funcionario podría estar en riesgo si no hay un trabajo en equipo sustentado en organización, corresponsabilidad, confianza y colaboración. Esto en la UNES es importante y necesario dado las características y exigencias del servicio público de la seguridad ciudadana.

El juego de roles potencia la formación teórico-práctica con la realidad social desde lo lúdico, ofreciendo  representaciones o  simulaciones de  situaciones de la vida real en el ambiente académico. De igual manera promueve la discusión y reflexión crítica, fortaleciendo la consciencia pues además de «actuaciones» los estudiantes se enfrentan a las «consecuencias» de sus acciones.

Finalmente y como resultado de nuestra experiencia docente, desarrollamos lo que hemos denominado el permitir hacer-comunicar, práctica docente que estimula el trabajo del estudiante desde la libertad creativa y que comunica desde el portafolio mural. En entornos andragógicos el proceso enseñanza-aprendizaje no debe ser monopolizado por el docente, no debe ser exageradamente direccionado y en consecuencia se propone abrir espacios para la creatividad y la comunicación donde el protagonista sean los  estudiantes.

En el permitir hacer-comunicar son los estudiantes, en el marco de sus asignaciones o tareas, quienes deciden la estrategia didáctica para presentar sus documentos, los cuales formarán parte de un portafolio (mapa mental, conceptual o mixto, dibujo, pintura, caricatura, ensayo, fotografía, plano, etc).

El portafolio es una colección de documentos de trabajo del estudiante que exhibe su esfuerzo, progreso y logros, que a la par de evaluar, permite monitorear el aprendizaje tanto al docente como al estudiante.

El portafolio mural consiste en exhibir la colección de trabajos de los estudiantes en los muros o paredes de la institución educativa para difundir y socializar el conocimiento entre los distintos Programas de Formación Nacional (PNF) en aras de fortalecer la formación integral del funcionariado de la seguridad ciudadana.