El estado Bolívar, próspero en metales preciosos, está parcialmente ocupado o entregado a los rusos. Los más famosos son el oro, el coltán y el uranio. Los diamantes son historia vieja por allá. Tampoco se sabe si hay otros de los denominados tierras raras, si es verdad que la guerrilla colombiana explota esas riquezas o si hay un acuerdo entre todos los interesados en repartirse el territorio, llámese militares, colectivos o sindicato.
No es la primera vez que esto sucede. La Corona española arrendó el territorio de la Provincia de Venezuela en 1528 para pagar sus deudas, los que se beneficiaron fueron los Welser. Claro, no con los mismos títulos y privilegios actuales, a menos que se considere al embajador de Cuba equivalente a un capitán general. Esos alemanes no cumplieron con el acuerdo de explotar las minas, a diferencia de los susodichos mencionados arriba. Primera oportunidad de aprender alemán.
Otros se han antojado de nuestro territorio, como el káiser Guillermo II de Alemania, quien en 1901 envió buques de guerra alemanes a inspeccionar la isla de Margarita, con el fin de que sirviera de base naval y equilibrio al paso de naves por el canal de Panamá. Información que aporta William Roscoe Thayer en su libro La vida y las cartas de John Hay (página 284), citado también por Bárbara W. Tuchman en El telegrama Zimmermann.
Los americanos, en época de Juan Vicente Gómez, se creyeron el rumor de que el dictador iba a entregarle a los alemanes territorio venezolano como asiento de sus submarinos o depósito de combustible, en plena Primera Guerra Mundial. Imagínese que Robert Lansing, secretario de Estado bajo la presidencia de Woodrow Wilson, le envió a su embajador extraordinario y ministro plenipotenciario en Caracas, Preston Mc Goodwin, una comunicación a fin de que presionara al tirano y cesara en su pretensión de vender o arrendar la isla de Margarita. El último párrafo, expresa:
«El general Gómez no puede esperar que este gobierno continúe su política actual de mantener a raya a sus enemigos si él no sigue con vigor la misma política para con los enemigos de Estados Unidos. La justicia y la amistad requieren de acción recíproca».
El telegrama está citado en el libro de Robert Brandt La odisea de un aventurero, Cirus Norman Clark alias Camaleón, Editorial Dahbar, que recomiendo por lo entretenido.
Los “hijo’er diablo” margariteños serían germanoparlantes. En vez de decir “sopa e pescao” dirían Fischsuppe. Y el típico “si, si, si” sería “ja, ja, ja”. A los extranjeros no los llamarían “navegao”. Si los alemanes hubieran ganado la guerra todo el Caribe hablaría su lengua.
En definitiva, Alemania lo pensó y el gobierno de Estados Unidos lo creyó, en 1901 y en 1917. En ambas oportunidades, advirtieron que era inaceptable que un país europeo se inmiscuyera o se apropiara de territorios en este continente, porque América es de los americanos, siguiendo lo que expuso en 1823 el presidente James Monroe. Los gobernantes de Europa no estaban muy de acuerdo con esa declaración unilateral conocida como Doctrina Monroe, así opinó el káiser Guillermo II: “Si Dios tenía que elegir un pueblo, escogería Alemania”. Faltó decir que nunca preferiría a los gringos.
Vender un país a retazos es posible. Irán compró la solidaridad de Venezuela. China financió a plazos a los gobiernos de Chávez y de Maduro. Rusia se está llevando el negocio petrolero con una inmensa ganancia para ellos, con el problemita de las sanciones impuestas recientemente que se traduce en que el pago de los servicios asociados a la producción de petróleo no lo pueden triangular, por lo que vislumbro nuevas dificultades de caja al gobierno de nuestro autócrata.
Se dice que el gobierno de China tiene una plataforma de cohetes en el estado Guárico, lo cual no es cierto, hay una Estación Terrena de Control del satélite Venesat-1 y de cualquier otro que esté rondando por allá arriba. A este país le debemos el oro y el moro que ya se gastaron en francachelas y que no dejaron nada productivo, fuera de la compra de votos con esos recursos.
La razón de entregar nuestro territorio es porque los chavistas no tienen dinero, consecuencia del mal manejo de la economía y el latrocinio permitido a todos los niveles. Nadie cuida nada, por eso es que los hospitales no tienen tubos de ensayo para tomar muestras de sangre y mucho menos reactivos, por supuesto, no hacen exámenes de laboratorio y el poco personal que se encuentra allí cobra un sueldo de miseria que no los ayuda a ellos ni a los enfermos. Puede ir al Hospital Militar Nelson Sayago Mora en Margarita, da tristeza, para morirse de mengua. Les hubiera ido mejor con los alemanes que con el socialismo del siglo XXI. No solo a ellos, a todos los venezolanos.
La rapiña tiene un límite.
@rangelrachadell