Tal vez no nos hemos detenido a pensar la manera determinante en la cual influyen nuestros hábitos en cuanto a cómo se desarrolla nuestra vida, pues es el resultado de la forma de pensar que ha estado arraigada en la mente de cada uno durante mucho tiempo, los cuales realizamos de manera automática condicionando nuestro comportamiento.
Sin duda, todo se ve supeditado por nuestras acciones repetitivas, por lo que se puede decir que los hábitos nos permiten avanzar o no. Representan un gran porcentaje de lo que hacemos determinando los resultados de nuestros esfuerzos, por lo que debemos analizarlos para tratar de orientarlos de la mejor manera, lo cual no resulta fácil pues se debe realizar todo un proceso para sustituir unos por otros.
Por esa razón, es relevante estar comprometidos con la obtención de nuestro bienestar y propósitos, ya que nos servirá de motivación con el fin de lograr esa transformación y utilizarlos como vía para automatizar el progreso deseado. Lamentablemente, muchas veces no sabemos cómo identificarlos, afrontarlos y propiciar el desarrollo de buenos hábitos.
En este sentido, podemos iniciar adoptando el hábito de centrarnos en lo que sí tenemos, pues generalmente nos agobian los problemas, las limitaciones, los obstáculos y no prestamos atención a lo positivo presente en nuestras vidas. Nos encontramos tan envueltos en lo malo que se nos olvida que eso es parte de nuestra existencia y no procuramos ser más agradecidos.
Igualmente, es oportuno mantener una sonrisa como una demostración de nuestra felicidad. Esto nos ayuda a propiciar en nosotros mayor optimismo, equilibrio, paz y armonía. Del mismo modo, nos permite evitar los síntomas de depresión o aflicción, que emiten señales negativas en nuestra mente, afectando de forma perjudicial la salud mental propia.
También, es importante administrar bien nuestro tiempo planteando tareas diarias que nos encaminan poco a poco hacia el cumplimiento de nuestros objetivos. El manejo adecuado de este recurso, encontrando un sistema que así lo facilite y enfocándonos en lo que deseamos lograr, es una excelente forma de adoptar un hábito que ayude a cumplir nuestros propósitos a través de las acciones que realizamos día a día.
Hay que iniciar tomando medidas para cambiar los malos hábitos que nos limitan, poco a poco, progresivamente, pero de manera comprometida.