Recuerdo una vieja canción que decía “ ha pasado, ha pasado, lo que tuvo que pasar”. Y es así, lamentable en muchos casos, no tendría que haber pasado lo que pasó o tendría que haber pasado de otra manera.
Como estaba más que anunciado, el impeachment al señor Trump no caminó. Naufragó en el Senado, como todo el mundo sabía y los demócratas también, pero hacían como que no para llevar adelante su show para cazar algún voto. Ahora solo les queda acentuar su vuelco socialista. En cualquier momento se declaran marxistas leninistas. De afuera no se ve claro, pero según el proceder y desvarío de los demócratas habría que deducir que es muy difícil que Trump pierda.
Murió Kirk Douglas. Qué pena, tenía 103 años y nadie es inmortal. A Lula parece que lo va a recibir el papa Francisco. Era seguro, Francisco no afloja en la “bendición de los cañones”; ya habrá tiempo después para pedir perdón y admitir errores, como ocurrió con Galileo o con el armamento nazi.
Lula, que está en libertad condicional y sobre el que pesan dos sentencias por mas de 12 años de cárcel cada una, pidió permiso para viajar a Roma en donde será recibido por el pontífice. ¿Y por qué el Papa no viajó a Brasil si lo quería ver? Lula, cuando era joven y dirigente sindical decía que cuando un pobre roba una gallina va preso, pero cuando un político roba le dan un ministerio. Le faltó decir que además era recibido por el Papa.
Y por supuesto Nicolás Maduro, esto es: el régimen dictatorial que impera en Venezuela y que aquel representa impidió el ingreso de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. ¿Y qué esperaban? ¿Estaban borrachos cuando decidieron el envío de la misión? El chavismo siempre se negó a ser visitado e investigado. Hay mucha cosa para ocultar.
Después de la experiencia con Michele Bachelet, con más razón. Maduro y sus digitadores –hasta a los cubanos se les pasó- calcularon que como se trataba de una “compañera” les iba a dar una manito. Pero se equivocaron, la ONU concluyó, y es bueno recordarlo, que “su oficina (la de la comisionada Bachelet ) documentó casos de tortura y malos tratos, tanto físicos como psicológicos, de personas arbitrariamente privadas de su libertad, en particular de militares”. Consignó que en Venezuela siguen las ejecuciones extrajudiciales y las torturas a opositores y el régimen de Nicolás Maduro continúa violando los derechos humanos.
Dijo también la comisionada de la ONU que “la situación de derechos humanos sigue afectando a millones de personas en Venezuela y con claros impactos desestabilizadores en la región”. Añadió que 4,3 millones de refugiados y migrantes ya han salido del país, la mayoría desde finales de 2015.
Lógicamente surgen preguntas. ¿Qué ha hecho la ONU después de conocer el informe sobre Venezuela? Hasta ahora nada.
Cuando se maneja la cifra de venezolanos que se han ido, que son más de 5 millones según los últimos datos, la pregunta es ¿qué pasará con ellos cuando vengan las elecciones? ¿Votarán? ¿Cómo lo van a hacer?
Seguramente ninguno de ellos va a votar por Maduro. Ninguno cree, como sostiene el tonto de Rodríguez Zapatero –o no tan tonto y está en lo suyo-, que tuvieron que irse por las presiones y sanciones del exterior. Que no se entusiasme ni haga cálculos el ex presidente de España, todos saben que el desastre venezolano comenzó desde el primer día que abrió la boca Hugo Chávez, impuso el socialismo del siglo XXI, salió a comprar caro simpatías y entregó el mando y Venezuela a Cuba. Soñaba con ser el delfín de Fidel.
Viene desde hace 22 años y “las sanciones” son de hace no más de 3 años. Durante casi 2 décadas Estados Unidos apoyó al chavismo y Chávez y Maduro tenían sus refinerías y gasolineras en el imperio. Eso es lo que ha pasado; a no confundirse y pretender pasar gato por liebre.
Lo que sí es difícil saber es lo que va a pasar en Venezuela. Sin embargo, parece tan claro qué es lo que tendría que pasar. ¿O se va a esperar para que dentro de una cuantas décadas se cumplan los actos conmemorativos y el rajamiento de investiduras por el holocausto?
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