En los periodos electorales es común encontrar tácticas de guerra sucia y narrativas ambiguas que manipulan a la opinión pública en cuestión de minutos. En un clima político enrarecido como el nuestro, es importante que la ciudadanía esté bien informada y aprenda a desarrollar habilidades para detectar y denunciar de cara a la sociedad estas prácticas deshonestas.
Las tácticas más comunes (pero no las únicas) del uso de la guerra sucia en nuestro país son tres:
Difamación y ataques personales: Estas tácticas implican la difusión de rumores, acusaciones infundadas o ataques a la reputación personal del oponente. Los ciudadanos deben prestar atención a los mensajes que buscan desacreditar a los participantes en lugar de presentar argumentos basados en hechos o propuestas.
Manipulación de información: Debemos prestar atención si se presentan medias verdades, se sacan de contexto declaraciones, se utilizan datos falsos para respaldar los argumentos o si se genera una matriz de opinión hegemónica que bloquea el disentimiento o el pensamiento crítico. La manipulación de información busca distorsionar la realidad y engañar a la ciudadanía.
Mensajes de miedo y polarización: Se debe prestar atención si se utilizan discursos que buscan infundir miedo o dividir a la sociedad. Estos mensajes tienden a exacerbar las diferencias y dificultan la construcción de consensos.
Para defendernos de estas prácticas deshonestas es importante investigar y verificar la información, buscando fuentes confiables, imparciales, objetivas, a fin de corroborar la información que recibimos de los medios de comunicación y sitios web. Evitemos compartir noticias o rumores que desvíen nuestra atención de los hechos en sí mismos: mensajes ofensivos, vocabulario soez o grotesco y desvalorización de los actores implicados.
Así como verificamos los datos para asuntos de interés personal, debemos investigar los argumentos o hechos presentados por los candidatos y sus equipos, ya que son de interés social. Utilizar sitios web confiables para verificar la información y consultar múltiples fuentes para obtener una imagen más completa y precisa, hará la diferencia entre una ciudadanía con pensamiento crítico y una condicionada por el entorno político.
Siempre es importante contrastar diferentes perspectivas, leer y escuchar diversas fuentes de información para tener una visión equilibrada, ayudará a evitar la manipulación y el sesgo informativo.
Analizar el discurso político, consiste en identificar las propuestas concretas y las soluciones presentadas por los candidatos. Un enfoque en propuestas sólidas y realistas es indicativo de un discurso político basado en la construcción y mejora del país.
También es importante observar si los candidatos se centran en debatir temas importantes o si se dedican a atacar a sus oponentes. Un debate político sólido se basa en argumentos racionales y en la discusión de ideas.
Si prestamos suficiente atención será fácil detectar el uso de lenguaje emotivo y manipulador: las palabras o frases que buscan apelar a tus emociones sin presentar argumentos lógicos y de espaldas a la realidad, seguramente puede indicar un intento de manipulación discursiva.
Vivimos una etapa histórica en la cual tenemos el deber de participar activamente en los asuntos políticos: investigar el historial y las acciones previas de los candidatos nos ayudará a tener una visión más completa de sus intenciones y verdaderos compromisos.
Participar en debates, foros o eventos donde podamos escuchar directamente a los candidatos y formularles preguntas nos permitirá evaluar su capacidad de respuesta y claridad de sus propuestas.
No nos dejemos influir por la guerra sucia y esforcémonos en mantener una actitud crítica y analítica frente a los mensajes y ataques deshonestos. No permitamos que los discursos superficiales y complacientes influyan en nuestra objetividad.
Detectar la guerra sucia y discursiva en las campañas electorales es crucial para tomar decisiones informadas y recuperar la democracia. Al familiarizarnos con las tácticas utilizadas, investigar y verificar la información, analizar el discurso político y participar de manera activa, estaremos mejor preparados para identificar las prácticas deshonestas y promover un debate político basado en propuestas concretas y el respeto mutuo. Como ciudadanos informados, desde Unidad Visión Venezuela estamos dispuestos a contrarrestar los efectos negativos de la guerra sucia y contribuir a la realización de procesos electorales mejor informados, más justos y transparentes.
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