OPINIÓN

Gonzalo Barrios, un número dos de primera

por Carlos Ojeda Carlos Ojeda

«No le perdono al Dr. Barrios el haberse muerto».

Carlos Raúl Hernández.

 

El Dr. Gonzalo Barrios Bustillos es quizás el mejor y más ilustrado político que contribuyó con su formación y convicción ideológica, a establecer y delinear el camino hacia la democracia en esta nación. Poco se ha escrito de él. La historia y quienes la esculpen en el tiempo han sido sumamente injustos con este ilustre acarigueño. Inteligente, humilde e instruido. Erudito con envidiable visión de una nación próspera. Intelectual de forma y de proceder. Hombre sencillo y talentoso. Héroe en la batalla por la democracia a quien el tiempo ha olvidado hacerle entrega de una medalla de honor.

Gracias a que Gonzalo Barrios era miembro fundador de Acción Democrática, se definió estatutariamente en esa organización política como “policlasista”. Solo el Dr. Barrios era rico, pero compartía la proyección de un país con pretensiones de desarrollo, con sus virtudes y su futuro, sin distingos de clases.

Gracias al Dr. Barrios consolidamos la alternabilidad democrática en el siglo XX. Inmortales frases como: «Al gobierno más le vale una derrota cuestionada que una victoria discutida» y «el gobierno puede perder por 30.000 votos, pero no puede ganar por 30 votos. Por eso reconocí el triunfo del Dr. Caldera». Definieron los verdaderos linderos de la alternatividad en los gobiernos civiles.

… “Realmente, los fundadores de Acción Democrática solo lograban y recibían satisfacciones de orden moral y espiritual. Y aquí, en este punto, quiero, simplemente, sin ditirambos ni elogios, que no se necesitan, pronunciar el nombre de un ausente: Rómulo Betancourt”… Gonzalo Barrios

El Dr. Gonzalo Barrios Bustillos representaba la transformación de un país. Representaba la ética personal, profesional y política. Ejemplarizaba el concepto de la riqueza vivida con humildad, de la decencia, del buen venezolano que soñamos muchos, y que gracias a nuestro subsuelo, se enterró en estos tiempos, en lo más profundo de la poca moral republicana, lograda gracias a la democracia.

«Luis Jose Oropeza nos cuenta: Hace 35 años Gonzalo Barrios me hizo albacea de su modesto patrimonio, unos 200.000 dólares en bancos extranjeros y un cierto porcentaje de esta cantidad en bolívares. El patrimonio en moneda venezolana (1951) me instruyó para que lo dedicáramos para la cooperación con el Dr. Pablo Herrera Campins, acarigueño como él, hermano de Luis Herrera –quien luego sería presidente del país por el partido Copei- a donaciones mensuales que se enviaban a los muchachos pobres de Acarigua, como decían las hijuelas de su última voluntad. Así lo hicimos por mucho tiempo hasta que Pablo murió y nadie podía indicar el nombre de los beneficiarios futuros.  Antes de morir, viejo y con una vida sin lujos ni vanidades, la fortuna del Dr. Barrios conversó en papeles de inversión en la bolsa de Nueva York, alcanzaban la cifra de 400.000 dólares. Legado que fue otorgado según testamento a la Fundación Fe y Alegría. Unos pocos años antes de su deceso y al hacerme la entrega me dijo: ‘Me horroriza pensar que tú creas que yo me robé esto’. Le contesté. ‘A mí me sorprende lo poco que es’. Eso me tranquiliza, me contestó. Yo le expliqué luego por qué así pensaba. Tú sabes lo que significa estar ganando 2.000 o 3.000 dólares durante medio siglo, sin hijos, siempre soltero, sin comprar un tetero o un pañal. Se rió con su humor de toda la vida…»

Gonzalo Barrios, un número dos de primera. Calificativo que le asignó el periodista y ex gobernador de esta entidad. Iván Colmenares.