OPINIÓN

Golpe electoral

por Omar González Omar González

 

El pueblo salió a la calle a protestar por el golpe electoral

Tú sabes lo que pasaba en las calles de Venezuela antes del 28 de julio, sabes que había un sentimiento nacional: ¡Todos con María Corina Machado y Edmundo González!

Tú sabes lo que viviste en las colas de los centros electorales; una emoción tremenda para votar por Edmundo y apoyar la lucha de María Corina Machado.

Tú conoces cómo tus familiares, vecinos y amigos votaron por el cambio y se sumaron a la gran cruzada por la libertad de Venezuela.

Sabes muy bien que la votación por Edmundo González Urrutia fue abrumadora en tu mesa, en tu centro de votación, en tu comunidad, en tu municipio, en tu estado y en cada rincón de Venezuela.

Y eso lo sabe quien vive en Delta Amacuro y quien vive en la Guajira venezolana; lo sabe el elector de Apure y el guayanés; lo sabe el margariteño y el anzoatiguense; y el  caraqueño, el zuliano y el andino.

Aquí, y en todas partes, ganaron María y Edmundo.

Y no solo ganaron sino que lo hicieron aplastantemente. Edmundo González Urrutia ganó por más de 9 millones de votos de diferencia, la paliza fue histórica.

La correlación de votos por mesa electoral fue de 7-1; por cada 10 votos Edmundo obtuvo 7. Es decir, le metió una pela al hombre del bigote.

Pero las matemáticas del CNE son otras. Para ellos menos es más, y pusieron a Maduro como el ganador, perpetrando el más grotesco, descarado e infame golpe electoral.

El país acaba de ver el mayor robo electoral de su historia y de América Latina.

Absolutamente nadie se había atrevido a tan grosera acción y malandraje. Es algo inaudito.

Elvis Amoroso acaba de superar a Tibisay Lucena; se acaba de llevar la medalla de oro en desfachatez y pillaje electoral.

Lo que anunciaron no se lo cree nadie, ni siquiera los propios chavistas, quienes estando en las mesas de votación saben lo que sucedió este 28 de julio en todo el país.

Este “golpe electoral” es la última jugada de un régimen vacío, de un sistema del que no  queda nada, de un modelo que es el despojo de lo que alguna vez fue. Es el resultado de una mala praxis política, social y económica.

Sin embargo, mi llamado es a no quedarnos en el lamento por la estafa electoral, sino a estar de pie esperando los lineamientos de nuestra gran líder, María Corina Machado.

Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.