Alarmismo. Nerviosismo colectivo a evitar a cualquier precio cuando existe una situación objetiva de alarma, así se esté ahogando la gente. Esta evitación se mantendrá hasta que exista la orden gubernamental de alarmar a la población, en cuyo caso se podrá proceder con absoluta arbitrariedad, sin excluir los más perniciosos confinamientos.
Estado de alarma. Situación excepcional de suspensión de las libertades que el Gobierno adopta cuando no procede y deja de adoptar cuando procede.
Bilingüismo. Normalmente, monolingüismo en la lengua autóctona de una comunidad autónoma. En caso de catástrofe, cuestión prioritaria a debatir para retrasar las alarmas y no incurrir en alarmismo.
Bulo. Verdad incómoda para el poder político o para los medios de comunicación que dependen de aquel. Aplicase también a lo que estos medios habían afirmado antes y deja de resultar conveniente. Sirve para desacreditar a fuentes independientes y hurtar explicaciones en ruedas de prensa.
Desinformación. Cuanto publican los medios no sometidos al Gobierno, los medios viables por sí.
Infoxicación. Desinformación. Úsase para que los enemigos de la letra impresa puedan hacer ver que han leído algo.
Nazi. Acusación que dirigen a Israel y a su Gobierno aquellos que quieren hacer con los judíos lo mismo que los nazis de verdad. Asimismo, se usa para calificar a cualesquiera grupos de derechas o independientes cuando tales grupos toman la iniciativa en situaciones críticas, prestan ayuda a la población, contradicen la línea editorial de los medios dopados y/o se manifiestan contra un Gobierno de izquierdas. Eventualmente, la voz calificará a todos los adversarios políticos de la izquierda.
Facha. Término que sirvió a los mismos fines que el anterior, si bien ha perdido su eficacia.
Atentado. Darle con un palo de escoba al coche de un mandatario de izquierdas.
Reivindicar (un atentado). Enviar un mensaje donde se manifiesta la voluntad de manifestarse contra un mandatario de izquierdas.
Derecho de manifestación. Potestad de acorralar y herir a la policía. Es un derecho exclusivo de la izquierda.
Libertad de expresión. Derecho a expresarse por cualquier medio. Lo posee la izquierda. Cuando la derecha lo invoca, estamos en realidad ante desinformación, en cuyo caso será silenciada, tergiversada, cancelada o censurada. Por ese orden.
Censura. Figura que no existe. Se aplicará, sin embargo, junto con las penas correspondientes, a los que expresen opiniones distintas a la versión oficial sobre la Segunda República, la Guerra Civil o el franquismo. También conviene la inexistente medida para quienes duden del carácter antropogénico del cambio climático, de la existencia de dos únicos sexos o de que la inmigración ilegal es ilegal.
Polarización. Lo que la derecha provoca al no acoger de buen grado lo que diga la izquierda.
Encuestas. Herramientas orientadas a influir en el voto. Cuando fallan, cosa corriente, las tertulias se encargan de culpar a los votantes por no ajustarse a lo que se esperaba de ellos.
Mentira. Verdad.
Verdad. Mentira
(Las dos últimas entradas nos evocan ese libro que un tal Orwell escribió en 1984, o algo así).
Artículo publicado en el diario El Debate de España