Analizando nuestro entorno, podemos encontrar que existen personas con atributos que les caracterizan y que logran representar un gran apoyo para los demás, pues cuentan con disposición y cualidades a través de las cuales nos contagian de su actitud positiva en la vida. Por esta razón, son personas que irradian un efecto favorable, por lo cual debemos nutrirnos de esa excelente influencia motivadora que consiguen generar en nosotros.
En el caso de los individuos optimistas, son una gran fuente de esa energía positiva que resulta contagiosa, al punto de que pueden causarnos un efecto que nos ayuda a cambiar en nuestros momentos negativos, la forma cómo nos sentimos con respecto a nuestros problemas o dificultades. Ellos poseen una actitud que nos alecciona en cuanto a las cosas que debemos apreciar en la vida.
También existen personas que son apasionadas y resultan ser amistades que te envuelven con su ímpetu y entusiasmo. A través de su disposición demuestran emoción en su forma de actuar, de reflexionar, de vivir y causan un efecto revitalizante. Esta característica es propia en ellos y no les permite desmotivarse, por eso con su ímpetu nos pueden ayudar a desarrollar una perspectiva distinta y más favorable.
Por su parte, las personas alentadoras, con su manera de pensar, nos hacen reflexionar para que generemos una mejor visión de la realidad que estamos viviendo, una opinión más favorable de nosotros mismos, que nos conduce a creer en nuestra capacidad para sobrellevar cualquier problema y superar las circunstancias adversas. Muchas veces este apoyo nos permite ver que sí es posible vencer los obstáculos, por lo cual es sumamente importante.
Asimismo, los individuos que son luchadores pueden resultar un excelente ejemplo, pues por experiencia propia están muy conscientes de cómo enfrentar los problemas, y eso los ha fortalecido mucho. Su amistad entonces, puede ser motivo de inspiración, ya que sus triunfos y derrotas nos sirven de prueba, para pensar que nosotros podemos pasar por lo mismo y salir adelante. Ellos pueden fácilmente comprender lo que estamos viviendo.
De igual forma, los individuos que tienen una personalidad abierta son muy favorables, pues sin duda la flexibilidad que manifiestan en la vida es su gran fortaleza. Además, permanentemente nos demuestran su disposición para entendernos. Aunque nuestro planteamiento sea equivocado, a ellos les gusta oír todos los puntos de vista, por lo que nos sentimos escuchados. Por esta razón, su opinión puede resultar muy equilibrada, ya que expresan consideración y receptividad.
Igualmente, las personas leales son aquellas que siempre están con sus amigos, apoyándolos de forma incondicional en las buenas y en las malas, a pesar de las circunstancias cambiantes que vivimos a lo largo de nuestras vidas. La lealtad es un atributo muy valioso que debemos apreciar y cultivar, pues indica fidelidad ante todo.
Sin duda, rodearnos de personas que nos aportan en distintos niveles, por su manera de ser, sus experiencias y la forma en la cual afrontan la vida, puede ser una gran fuente de ese positivismo que todos deseamos experimentar.