Lo que comenzó el 12 de abril de 2002 como un compromiso de los petroleros con la sociedad civil venezolana, en una concentración en la plaza La Meritocracia, en Chuao, se plasmó con la creación de Gente del Petróleo el 3 de julio del mismo año. Un compromiso que sigue vigente con la democracia, con la industria petrolera y con los trabajadores injustamente despedidos entre diciembre de 2002 y junio de 2003.
Cuando nació Gente del Petróleo sus agremiados eran todos trabajadores de Pdvsa y sus filiales, la idea de esta asociación civil comenzaron a forjarla Juan Fernández y Mireya Ripanti, y en la conformación de sus estatutos trabajaron Rodolfo Moreno y Carlos Murga. En el documento fundacional también participaron Fanny Guédez, Beatriz García, Susana Yerena, Carmen Elisa Hernández, Eddie Ramírez, Violeida Guerrero, Alfredo Gómez, Lino Carrillo, Manolo Boccardo, José Alberto de Antonio, Juan Santana, Gonzalo Feijóo, Luis Ramírez, Ciro Izarra, Carolina Ortega, Marco Martí y Gustavo Adolfo Sucre.
Gente del Petróleo surgió con el fin de defender la meritocracia dentro de la estatal petrolera, evitar su politización y agradecerle a la sociedad venezolana, con trabajo ciudadano, su acompañamiento en la lucha cívica librada por los trabajadores de la industria en esos años de acoso por parte del régimen de Chávez, quien inició una serie de acciones tendientes a disminuir en todos los aspectos una industria sólida y con reputación internacional.
Luego de los despidos masivos pasamos a ser una asociación civil integrada por 23.000 extrabajadores petroleros, ahora con un nuevo compromiso, luchar junto con Unapetrol por el reconocimiento de los derechos conculcados, sin olvidar nuestra misión inicial de contribuir a la formación de una cultura petrolera aportando el conocimiento, los valores y experiencia de sus asociados, así como apoyar la preservación, desarrollo y fortalecimiento de las instituciones venezolanas, en el marco de un proyecto país que permita preservar la vigencia del régimen democrático, las libertades públicas y la iniciativa del emprendimiento.
A lo largo de estos años han dirigido Gente del Petróleo tres de sus fundadores: Juan Fernández, Eddie Ramírez y Beatriz García, quienes –cada uno con su estilo– han mantenido activa a Gente del Petróleo con una clara fidelidad a sus principios y valores que la enaltecen y hacen sentir orgullo de pertenencia a quienes por todos estos años permanecen en sus filas.
El trabajo de esta asociación tiene presencia en el Zulia donde hay delegaciones en Maracaibo, Cabimas y Lagunillas. En Falcón, asentada en Paraguaná. También en los estados andinos Barinas y Mérida. En la región central, en Carabobo y Lara. En oriente, en Anzoátegui con delegaciones en Puerto La Cruz, El Tigre y Anaco. Igualmente, en Monagas estamos en Maturín y en Punta de Mata. En el sur del país en Puerto Ordaz. También en los Altos Mirandinos y en Caracas. Con este gran equipo ha sido posible mantener la vigencia de Gente del Petróleo y que los venezolanos, tanto los que permanecen aquí como los expatriados, conserven en su memoria y valoren no solo el sacrificio de perder una seguridad laboral, prestaciones y ahorros, sino también sus aportes en beneficio del país y su democracia.
En la historia hay pocos casos en los que unos trabajadores que representaron el profesionalismo y la productividad que dieron sustento a la segunda industria mejor evaluada en su área, según el ranking Forbes, se sumen a una huelga para defender principios y valores.
El tiempo nos ha dado la razón, lo que veíamos venir en 2002, llegó, para devastar la principal industria de Venezuela, aunque nunca imaginamos que iba a ser un daño de tal magnitud, infligido al país de Latinoamérica con mayores posibilidades de alcanzar su desarrollo y de llegar al siglo XXI con una economía sólida y unos ciudadanos con oportunidades de progresar gracias a su trabajo y esfuerzo. Pero no, el totalitarismo, la corrupción, el poco amor por Venezuela, han convertido a nuestra nación en uno de los países con peores índices en lo económico y en lo social, destacamos en pobreza, desnutrición, falta de insumos médicos, sin servicios (agua, luz, telefonía, gas, gasolina, Internet) y pare usted de contar.
Pero Gente del Petróleo, fortalecida en estos 18 años, continua contra viento y marea con la esperanza que más pronto que tarde lograremos la Venezuela que nos merecemos y es por ello que por más de dos años, junto a 150 profesionales del sector petrolero se ha trabajado con dedicación en lo que se denominó el Plan Táctico de Emergencia para la Industria Petrolera y Petroquímica Nacional, el cual forma parte del Plan País propuesto por la Asamblea Nacional, en el que uno de los ejes principales lo constituye la reactivación de la industria petrolera, del gas y petroquímica nacional para generar las condiciones esenciales que permitan a Venezuela despegar hacia un desarrollo sustentable.
Este plan ofrece a quienes corresponda dirigir la industria petrolera nacional y Pdvsa, acciones específicas que les permitan atender la emergencia en las operaciones, estabilizarlas de manera responsable y conducirla hacia la transformación de una nueva industria, acorde a las demandas del entorno nacional e internacional. No será tarea fácil, ni con resultados de la noche a la mañana, pero sí es posible con el trabajo de todos y del sector privado tanto nacional como internacional, que será un factor clave para alcanzar el éxito.
Otra tarea importante que emprende Gente del Petróleo junto con Unapetrol es lograr la discusión y aprobación en la Asamblea Nacional del Proyecto de Ley “Reconocimiento de los derechos humanos conculcados a los trabajadores de Petróleos de Venezuela, sus empresas filiales, subsidiarias y relacionadas, despedidos por razones políticas desde diciembre de 2002 hasta junio de 2003”, cuyo texto comenzará a ser compartido con nuestros agremiados a través de asambleas online y el cual fue entregado a un bloque de diputados de las áreas petroleras que han sido aliados en su concepción, para que lo evalúen y ultimen su articulado y estructura legal.
Nuestro horizonte es infinito, signado por la esperanza de un futuro mejor, comprometidos con el presente, solidarios con nuestros presos y perseguidos políticos, apoyando las libertades públicas, el manejo transparente de los recursos del Estado y el retorno de la democracia. De eso estamos hechos la Gente del Petróleo.
Tenemos la energía para el cambio.