OPINIÓN

 Ganancias, expectativas y retos de cara al 22 de octubre

por Gonzalo González Gonzalo González

Foto: Estefani Brito

La decisión adoptada por la Plataforma Unitaria de escoger el candidato para las elecciones presidenciales mediante primaria abierta a todos los inscritos en el Registro Electoral Permanente (REP) fue  una decisión acertada. El acierto se profundizó con la decisión de María Corina Machado y otros no integrantes de la PU de participar en el proceso y por la designación de una Comisión Nacional de Primaria (CNdP) conformada por personalidades independientes con prestigio, solvencia personal y calificación para ese complicado cometido. A quienes hay que felicitar y agradecer porque no han defraudado la confianza y las expectativas puestas en ellos.

Estando en la recta final hacia el 22 de octubre, puede decirse sin ambages que el proceso hacia su realización -con todas las dificultades que tal cometido supone por su envergadura y los intereses amenazados- ha sido un éxito porque le ha proporcionado ganancias importantes a la oposición democrática.

Ha permitido recuperar en amplios sectores de la sociedad la esperanza en la posibilidad del cambio político. Le facilitó a las fuerzas democráticas rescatar la iniciativa política y poner a la defensiva al régimen que ha ensayado infructuosamente diversas operaciones políticas y legales para complicar el proceso. La participación de María Corina Machado abortó la estrategia del chavismo de impulsar candidaturas de supuestos outsiders dirigida a dispersar el voto opositor. Se puso en evidencia con claridad que el único proyecto serio y comprometido con el cambio de régimen es el impulsado por los sectores promotores de la primaria. Los partidos políticos democráticos (actores indispensables) se han reactivado, reconstruido y vuelto a la calle. El acuerdo para impulsar la primaria puede ser el capital semilla para la conformación de una amplia coalición de fuerzas con capacidad potencial para asumir con éxito la dura confrontación política y electoral en ciernes, cobrar la victoria y generarle gobernabilidad a un eventual gobierno de transición.

No obstante los innegables avances falta mucho por hacer. El camino hacia el 22 está lleno de incertidumbres y retos. Empezando por cuál va a ser el comportamiento de los poderosos adversarios de la primaria. Se consideran dos escenarios probables: dejar hacerlas sin excluir hostigamientos, amenazas y demás conductas antidemocráticas confiados en que los enormes retos de organización y logísticos no puedan ser afrontados con éxito por la CNdP y sus promotores; advertidos de su viabilidad en concurrencia (un millón y medio a dos millones de votantes) y en su escenificación darle curso a la judicialización para secuestrarla antes o después de realizada. El reto de los promotores de la primaria es garantizar su éxito, logro nada sencillo, pero lograble.

Los pocos días faltantes para el 22 van a ser interesantes, movidos, llenos de tensión con abundancia de operaciones políticas dirigidas a disuadir a la ciudadanía de acudir a los centros de votación. Lo que se juega es muy serio, para el régimen una primaria exitosa significa un revés importante, el preludio de lo que puede ocurrir en los comicios presidenciales. Para los partidarios del cambio un fracaso del proceso originado en fallas y carencias de sus promotores  sería un contratiempo de consecuencias bastante negativas para la competitividad opositora y pondría en cuestión lo que se ha avanzado. Si el régimen la secuestra será necesario acordar un plan alternativo de consulta a la ciudadanía para elegir la candidatura unitaria.

No puedo finalizar sin referirme a la renuncia de Henrique Capriles a competir en la primaria. Por ese acto ha sido sometido a una brutal, tendenciosa, desconsiderada e inconveniente campaña de desprestigio en las redes sociales, en la cual se asevera que ese gesto es parte de una operación urdida por Capriles, Rosales y el régimen para atentar contra la primaria. Capriles ha hecho uso de su inalienable derecho a decidir sus acciones, tal como lo hizo Leopoldo López en 2012. En el comunicado donde anuncia su renuncia Capriles ratifica su apoyo a la primaria y a los esfuerzos por lograr una candidatura unitaria. Igual compromiso ha ratificado UNT en comunicado aparecido en la tarde del lunes 9 de octubre. Ya basta de acciones de desprestigio y ataques tendenciosos provenientes de la propia oposición democrática contra sectores del liderazgo que perjudican la convivencia y cohesión necesaria para luchar con eficacia por el cambio político.