OPINIÓN

Fuerza ciudadana contra el régimen omnipotente 

por Daniel García Daniel García

La movilización ciudadana en todas las regiones del país indica claramente que los venezolanos tienen una posición definida que buscan materializar el 28 de julio en las elecciones presidenciales.

Edmundo González, candidato de la fórmula opositora contra todo pronóstico, ha sido evaluado y medido por empresas encuestadoras nacionales y regionales reconocidas y 95% de ellas le otorgan una ventaja importante sobre su más cercano contendor.

Solo un par de encuestadoras de nueva data y totalmente desconocidas presentan resultados adversos al candidato opositor y favorable al aspirante a la reelección por el oficialismo.

Evidentemente, la precampaña electoral de las últimas semanas marcó un hito en la historia política del país por las condiciones en que se ha desarrollado.

Todas las acciones ejecutadas por el régimen para manipular, implosionar y controlar a los opositores se han ido convirtiendo de manera progresiva en resultados negativos y devastadores para la opción oficialista, que pese a su poderío económico y mediático no ha obtenido ningún resultado positivo importante y mantienen engañoso y forzado respaldo, que numéricamente lo ponen en una gran desventaja.

A lo largo y ancho del territorio nacional se observan grandes vallas, murales, propaganda televisiva, radial y redes sociales que promueven al candidato Maduro. Los recursos del Estado son su base de sustento. Emergen todo tipo de programas y entrega de beneficios de diversa índole, conciertos y promesas a su paso que garantizan, según ellos, solucionar todo lo que en sus manos acabó destruido.

Por otra parte, observamos una austeridad total en la precampaña que ha hecho María Corina Machado impulsando a Edmundo González. La espontaneidad de los venezolanos ha cubierto las necesidades de las actividades. En cualquier rincón del país se montan actos, asambleas y se hacen recorridos  con el aporte modesto de los comprometidos con el cambio, que son la mayoría del pueblo venezolano.

Estas diferencias seguirán presentes en el periodo de campaña formal que ya comenzó,  con un ventajismo monstruoso, ostentoso, aberrante y hostigante, del cual alardean las disminuidas fuerzas revolucionarias que desesperadamente observan cómo se ha derrumbado y minimizado el aparataje oficialista y no consiguen la manera de restablecer por la imposición y la fuerza el poderío que en una época tuvieron quienes quebraron, engañaron y saquearon a la nación.

El arma que le queda a quienes pretenden por cualquier medio permanecer en el poder es el chantaje.

Esas pretensiones convertidas en acciones inescrupulosas deben ser combatidas y contrarrestadas siguiendo paso a paso las orientaciones que emanan diariamente del comando de campaña que lidera María Corina Machado, a quien le estamos confiando la conducción de liberar a Venezuela y quien ha dado muestras claras de su entereza, inteligencia y compromiso con cada uno de nosotros.

Personalmente he mantenido una evaluación minuciosa en los últimos 6 años de la caída sostenida del respaldo popular que tenía Maduro como heredero de la revolución y su peor momento es ahora.

Me atrevo a asegurar que Edmundo González, en el peor escenario, triplicará a Maduro, a pesar de todas las artimañas, ilegalidades y control institucional que aplica y utiliza a su favor.

Si la ciudadanía actúa con responsabilidad y compromiso para minimizar todos los puntos vulnerables del proceso electoral, Maduro será cuadruplicado.

Y si la Fuerza Armada y los organismos del Estado hacen cumplir los derechos constitucionales respetando la voluntad del soberano será quintuplicado.

Los números no mienten y la gente eufórica y decidida en las calles tampoco. Al oficialismo y su candidato solo les queda hacer lo que más saben y han hecho muy bien estos años, Mentir y mentir.

Aferrémonos con fe y confianza a la verdad y confiemos en quien dio un paso al frente para derrotar a Maduro y el sistema socialista con indiscutible éxito, como lo hemos visto hasta ahora.

Escogimos la vía pacífica, electoral y constitucional. Esta decisión fue acertada y es el primer paso para la transformación del país.

Estamos en la puerta de la liberación de Venezuela. Vamos todos ¡hasta el final!