Para quienes no entienden el afán o interés del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de enviar un ejército de 20.000 soldados que podría ampliarse a 60.000 con otros aliados de los 48 gobiernos que están apoyando militarmente a Ucrania con armas y suministros contra la Federación Rusa, debemos hacer las siguientes precisiones:
De orden histórico
1- El antecedente más lejano de este caso se remonta a la Guerra de Crimea entre 1853 y 1856, cuando el Imperio Francés bajo Napoleón III y el Británico bajo la reina Victoria fueron a la guerra contra el Zar Nicolás I de Rusia, que pretendía destruir el Imperio Otomano (actual Turquía) y apoderarse de los países balcánicos y los Santos Lugares, especialmente la Ciudad de Jerusalén, lo cual llevó a la primera guerra librada con tecnología industrial y con el Tratado de París de 1856, se salvó a estos países de ser parte del Imperio Ruso.
2- La intervención aliada en Rusia (1918-1922), esta intervención militar de 14 países como Estados Unidos, Japón, China y 11 más europeos, fracasó por la falta de consciencia de los gobiernos aliados, sobre la naturaleza de la amenaza que representaba la creación del primer gobierno de corte comunista de la historia, pues la historia de la humanidad hubiera sido muy distinta de no haber existido la Unión Soviética, que fue actor politico fundamental en el pasado siglo XX, siendo los políticos europeos con una formación clásica, muy conscientes de que sus imperios coloniales desaparecieron gracias al apoyo ideológico, financiero, material y militar prestado por los gobiernos soviéticos a los movimientos de independencia en África y Asia.
De orden político
1- La Federación Rusa tiene de hecho un enfrentamiento muy agresivo contra Francia en las antiguas colonias francesas en África, donde a través de la empresa militar Wagner tiene contingentes de asesores militares y tropas de choque que se han colocado en forma permanente en muchos países, donde han desplazado de forma directa a la influencia francesa.
2- Existe el convencimiento de que las bajas militares y recursos invertidos en más de 2 años de guerra, llevarán al gobierno ruso a buscar una victoria total que implique la anexión total de Ucrania y la absorción de Bielorrusia, para avanzar hacia la anexión de otras repúblicas que no están en la OTAN y que formaron parte del mundo soviético, desde Moldavia, Georgia, Armenia, hasta Azerbaiján, Kazajistán, recuperando los espacios geopolíticos de Asia Central, con sus inmensos recursos energéticos.
3- Hay un enfrentamiento de modelos político-ideológico, muy pronunciado entre el modelo de la democracia europea, basada en el Estado de Derecho, la protección de las minorías y la defensa de los derechos individuales en un formato que es absolutamente inaceptable para las actuales autoridades de la Federación Rusa, que no puede concebir un gobierno al servicio de la sociedad civil, sino una sociedad y más específicamente un ciudadano al servicio total del Estado, cuyos intereses y objetivos son fijados y desarrollados por el gobierno autoritario, existente en Rusia, que lo hace afín con otros gobiernos autoritarios que se sienten muy amenazados con los cambios culturales y sociales que han traído los cambios tecnológicos, especialmente en Tecnología de la Información, que trae la aplicación de una economía abierta y una sociedad con apertura al mundo exterior.
4- Existe una «guerra híbrida» entre la Federación Rusa y muchos gobiernos que denominan «hostiles» (56), que se está librando en el terreno de los ciberataques y el financiamiento, entrenamiento y apoyo material a cuadros políticos que ofrecen trabajar y colaborar para la Federación Rusa, siguiendo los esquemas exitosos que usaba la Unión Soviética en América Latina, África y Asia, donde lograron el derrocamiento de muchos gobiernos aliados de países occidentales, durante la Guerra Fría (1946-1991).
Si bien no han roto relaciones diplomáticas y comerciales con dichos países, es muy evidente el conflicto político y económico.
5- De todos los países enfrentados a Occidente es la Federación Rusa el único con un activismo global, que supera con mucho a la República Popular China, siendo en tal sentido su «derrota estratégica» -usando palabras prestadas de Vladimir Putin- un objetivo imprescindible para luego ir a enfrentarse a otros enemigos geopolíticos como Irán, Corea del Norte y finalmente la misma China, puesto que la neutralización de su industria militar y espacial, además de sus servicios de inteligencia, servicios especiales y propaganda, serían muy graves para los gobiernos antioccidentales alrededor del globo.
El temor de Vladimir Putin a una nueva disgregación política, con la cual las 23 repúblicas de etnias no rusas o las 12 regiones económicas de Rusia se conviertan en nuevos países, no es una fantasía infundada, dada la experiencia de 1991, cuando aparecieron 15 nuevas repúblicas.
De orden militar
Es un hecho indudable que la OTAN ha estado monitoreando en tiempo real el rendimiento de las fuerzas armadas rusas, durante toda la guerra, así como su economía y su industria militar, por lo cual tienen una idea muy aproximada de cómo enfrentarse de forma indirecta o directa a las mismas en territorio ucraniano, en formato de guerra convencional, sin armas nucleares, alargando la guerra durante tanto tiempo y a tal costo económico, que obligaría al gobierno ruso a decretar la movilización general y economía de guerra, con todos los costos sociales y económicos que implica tales medidas, haciendo imposible mantener tal esfuerzo, como ocurriese durante la I Guerra Mundial, cuando el gobierno zarista implosionó no por la falta de soldados, sino por razones económicas, recordando a su vez que la victoria contra la Alemania Nazi durante la llamada «Gran Guerra Patria» fue posible no solo al valor y sacrificio casi sobrehumano del pueblo soviético, sino a la asistencia militar y alimenticia del Reino Unido y Estados Unidos (tema tabú en Rusia), como se evidenció en la hambruna de 1946-1947, apenas acabada la guerra.
Conclusiones
Son demasiados los gobiernos y partidos políticos que en el mundo dependen de la Federación Rusa y su gobierno, por lo cual su derrota militar, construida con acciones directas e indirectas, cambiarían por completo las relaciones internacionales tales como las conocemos, siendo esta una razón fundamental para que Europa este en camino a una intervención militar en Ucrania.