Gran parte de quienes pertenecen a las nuevas generaciones de venezolanos desconocen que él país tuvo un pasado deslumbrante, más allá de la exuberancia de la riqueza petrolera, porque también fue “exportador” de innovaciones en el campo del derecho internacional y la diplomacia.
En concreto, la referencia es a la “Fórmula Arria”, que permitió un acceso en el seno de la Organización de Naciones Unidas, a los grandes debates de Estados en conflicto, a las agrupaciones civiles que forman parte, pero que no tiene un peso como si lo tienen las organizaciones gubernamentales, este avance aún perdura en el presente.
La innovación fue creada por el diplomático Diego Arria, quien fue presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, en la época del conflicto de los Balcanes, cuando países que apenas se independizaban de la ex Yugoslavia, iniciaron una serie de conflictos bélicos, sumiendo de sangre y violencia en plena Europa de la década del noventa.
El representante venezolano, con el fin de otorgar una vía expedita para que grupos no estatales, pero que eran representativos de la sociedad civil, tuvieran un canal para comunicar sus demandas e integrarse al debate, creó un espacio informal de diálogo, así estos grupos podrían acceder a un contacto directo con quienes emergían como entes institucionales que buscaban la paz y diálogo bajo los parámetros del derecho internacional.
Durante este 2024, la Fórmula Arria ha sido invocada para ayudar a resolver y acercar posiciones en el conflicto de Ucrania, Myanmar y el oeste de África.
Recordemos que el contexto de los años noventa era muy diferente al presente, no existían las redes sociales digitales, la cantidad de medios de comunicación era acotada a los que tuvieran el poder financiero para sustentarse, por lo tanto, acceder a dialogar con integrantes de un ente tan formal como la Organización de Naciones Unidas era muy difícil, solo grupos de presión con altos poderes de influencia podían acceder a esta interacción, así que esta “Fórmula Arria” la podemos entender como un aporte que se adelantó a los tiempos, en términos de bidireccionalidad de la comunicación, como lo apreciamos en esta época.
Para dimensionar, hoy es común la referencia a visibilizar problemas de género. En esta problemática en el año 2000 ya se aplicaba la “Fórmula Arria”, para integrar a agrupaciones de mujeres de Sierra Leona, Guatemala, Somalia y Tanzania a fin de que tengan contactos directos con el Consejo de Seguridad.
Esta innovación diplomática ha permitido también que agrupaciones de derechos humanos de Corea del Norte hayan podido ser escuchados en Naciones Unidas, situación impensada años atrás.
La primera vez que se aplicó la Fórmula Arria fue en 1992, y un año antes había fallecido en Caracas una relevante personalidad dentro del ámbito de las ciencias jurídicas, ciencias políticas y el derecho constitucional: el español Manuel García Pelayo, profesor de la Universidad Central, que alcanzó la presidencia del Tribunal Constitucional de España….Se retiraba García Pelayo y al año siguiente nacía la “Fórmula Arria”…del derecho constitucional al derecho internacional, fueron parte de las aportaciones de líderes que han consagrado parte de su vida a Venezuela.