No le tengas miedo a la verdad porque por dura que pueda parecerte, por hondo que te hiera, sigue siendo auténtica. Naciste para ella. Se aproxima la etapa más oscura y compleja en la que se profundiza la crisis institucional, represión y persecución. El régimen va por el asalto y control de la institución más soberana, por antonomasia, mediante un proceso a la medida. “El que no vota, no come”. Es una abierta violación de los derechos humanos y un desconocimiento de la dignidad humana. Viene a colación la parábola de los talentos: “Por tu boca te condeno, sirviente indigno”. Primero fue la farsa electoral del 20 de mayo de 2018, la de la ANC comunal cubana, y ahora la de este 6 de diciembre la que deslegitimará aún más, ante la comunidad internacional, al que usurpa el poder en Miraflores.
No perdamos de vista que mediante el esperpento electoral inminente se le entrega más el país a China, Rusia, Turquía, Siria, Cuba e Irán. Convirtieron a Venezuela en un trampolín para el narcotráfico y ahora para el terrorismo.
El profeta Hababuc le preguntó a Dios por qué a los malvados les es permitido herir a la gente buena y Dios respondió que en su momento Él habrá de castigar a los malvados. Esto hay que tenerlo en cuenta no como escape a la realidad difícil sino para estimular el ejercicio de las virtudes ciudadanas, reunir fuerzas y repeler el mal. Tenemos claro que la cristiandad preserva el legado de las generaciones que nos preceden y nos anima a la construcción de un mundo mejor y en convivencia fraterna.
De este lado no abunda la estrategia y no nos referimos a temas complicados sino a la simplicidad que implica solidez. Lamentamos los dos años largos, sufridos y perdidos para concretar el cese de la usurpación. El interinato no ha sabido capitalizar el 80% del rechazo a Maduro, una diáspora continua que llega a casi 6 millones, una cuarta parte de la población de Venezuela. Una economía 70 veces más pequeña que en 1998 y 70% de inflación en noviembre de este año. No solo es la destrucción de la industria petrolera, es la destrucción del ambiente como el derrame producido en Falcón que afecta, entre otros, a los hermosos cayos de Morrocoy.
La 50 asamblea de Consecomercio devino en vergüenza, la presidencia invitó sin avisarle a la concurrencia a la segunda verduga en mando. El lema de la institución es la libertad y esta solo se logra en democracia. El comercio prevalece en un clima de paz y el totalitarismo lo niega. Padecemos el drama de un consumidor que no haya cómo comprar y un comerciante que no haya cómo vender.
El camino sigue siendo “firmeza y coraje”, Dios mediante, bajo la conducción de una nueva dirección política con claras estrategias para construir la amenaza real creíble. Que sepa anticipar eventos, construir escenarios y hacer monitoreo permanente.
¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!