Feliz 2025, con las esperanzas por otra Venezuela

Por equipo editorial

Comienza un 2025 y Venezuela luego de haber concurrido a unas elecciones presidenciales el 28 de julio de 2024, el madurismo desconoció los resultados y se instauró un régimen de facto, con el cual generaron una terrible persecución política, llevando a la cárcel por órdenes de Nicolás Maduro a más de 2.000 personas, entre ellas casi 100 niños y adolescentes.

Ante tales violaciones de derechos humanos, diversas organizaciones y el mismo pueblo han protestado las condiciones de insalubridad, alimentación y, lo más grave, las torturas, situación que llevó al punto de hacer públicas cartas de adolescentes presos después del 28J en las que manifestaban su deseo de quitarse la vida.

Ante semejantes evidencias, el madurismo informa a través del fiscal general de la República que de tal cantidad de presos políticos, han sido liberados casi 1.400; entonces, nos preguntamos: ¿Por qué fueron detenidos, si no existían pruebas de terrorismo y supuestos «delitos»? ¿Quiénes van a resarcir los daños causados a los niños y adolescentes, quienes incluso se vieron privados de asistir a sus centros educativos? Tarek William Saab sabe que el madurismo violó de manera descarada la I Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989), y con ello, no hay manera de justificar semejante aberración humana.

El sentido de la educación ha sido degradado al máximo por el madurismo. Destrucción de instituciones educativas. Liquidación de la carrera docente. Desactualización de componentes pedagógicos. Eliminación del programa de alimentación escolar. Deserción estudiantil pro efectos de la emigración. Persecución laboral incrementada por el ministrillo de educación, con suspensión de los miserables salarios docentes. Todo eso forma parte del legado que nos dejó 2024 y el madurismo como protagonista de tal proliferación de aspectos negativos.

Desde Pensar Educativo deseamos, pese a las dificultades, un feliz 2025, año en el que aspiramos a que la educación vuelva  a ser el centro del desarrollo y las esperanzas de una nueva Venezuela que recobre la democracia, la libertad y los derechos humanos. Venturoso 2025.