Canciller Yván Gil
Hasta hace unas pocas semanas este articulista trataba de desentrañar si las insólitas decisiones y acciones adelantadas por Miraflores & Cía eran producto de la convicción de que estaban suficientemente firmes como para darse el lujo de ignorar la catarata de protestas y comunicados producida por la multitud de reclamos generados en todo el mundo. De ser así obedecería a una evaluación que –en opinión de ellos– el costo político de todo esto era menor que el beneficio de poder seguir aferrados al gobierno. Entonces podíamos concluir que el gobierno se siente suficientemente fuerte y provisto de apoyo interno como para aguantar la embestida que rápidamente se les presentó.
La otra vertiente obliga a concluir que acciones tan temerarias como las que se intentan encarar son el resultado de un estertor final o “manotazo de ahogado”, en cuyo caso la señal es de debilidad. Evaluadas estas alternativas hemos concluido que Maduro y su combo están débiles y así mismo ellos lo notan. De buena fuente se afirma que el papel toilette en las instalaciones oficiales está en muy alta demanda y no sería extraño que en eventual conversación privada con el canciller ruso Lavrov –que llega la semana entrante– alguno de los interfectos lance su consulta acerca de si –a la hora de la chiquita– serían bienvenidos en Rusia. Ya a Nicolás el camarada Putin le sugirió “posponer la visita propuesta a Moscú sin fecha fija”, que en lenguaje diplomático equivale a “por ahora ya no me quiero retratar contigo.
En nuestra columna de la semana pasada abordamos el tema del efecto bumerán que genera la inhabilitación de María Corina Machado, quien en poquísimos días ha conseguido apoyo generalizado de los más variados actores internacionales, incluyendo varios de los que hasta ahora han venido dando apoyo al régimen, pero creen que ya han legado al llegadero. En el caso de estos últimos dicen que reina desconcierto, más aun cuando no solo se trata de compañeros de ruta sino también de muchos de aquellos cuya solidaridad parecía haberse conquistado a punta de barriles de petróleo cuyas facturas permanecían impagas y tranquilas en las “cuentas por cobrar” de Pdvsa, representadas en un “haber” contable que muy pocas posibilidades ha tenido y tiene de convertirse en “caja”.
Hete aquí que el ciudadano Iván Gil, quien hoy se da el lujo de usurpar la silla que otrora ocuparon Gil Borges, Itriago Chacín, Calvani, Consalvi, Schacht Aristeguieta, Parra Pérez, etc. aparece en los medios cumpliendo el triste papel de lector de comunicados cuya terminología parece extraída de discursos y dinosauricas proclamas del norcoreano Kim Il-sung, y otros sapos del mismo pozo para quienes los textos oficiales son papeles de escasa o nula exigibilidad. En una semana el gobierno “revolucionario” ha tomado la decisión de declarar “persona no grata” a más de cuatrocientos diputados del Parlamento Europeo que osaron expresar un voto de preocupación por la arbitrariedad de inhabilitar a María Corina y manifestar su malestar por el atropello cometido contra la Dra. San Miguel y su familia. Conocemos a Rocío desde hace tiempo cuando fue nuestra muy destacada alumna en el posgrado de la UCV y hemos seguido con atención la seriedad y dedicación con que ha asumido el tema de derechos humanos y la situación militar. A lo ya expresado en múltiples escenarios se agrega el comunicado conjunto suscrito por los gobiernos de Argentina, Uruguay, Costa Rica, Ecuador y Paraguay repudiando la arbitraria medida a los que se adicionan las expresiones de las mas prestigiosas ONG del planeta en materia de derechos humanos. (Amnesty International, etc.)
Para guinda de la torta se agrega la expulsión sumaria del representante de la Misión de Verificación de Hechos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU quien en cumplimiento de su deber y del acuerdo de cooperación técnica con Venezuela hizo pública su preocupación por el giro que han tomado los acontecimientos en el país y las serias irregularidades existentes con la distribución de las bolsas CLAP, tratamiento a detenidos, etc. Dicho funcionario internacional , junto con los trece empleados de su oficina, deberán abandonar el país en 72 horas. Naturalmente desde la Casa Amarilla se les acusa de “colonialismo”, “injerencia” y demás excusas propias de quien es sorprendido “con las manos en la masa”.
Es evidente que todas estas reacciones de impulso irracional representan un altísimo costo político para el régimen que -en opinión de este articulista- ya supera el beneficio de mantenerse gobernando. Siendo así no cabe sino pensar que quienes así actúan lo hacen como medida extrema cuyo único propósito es conservar los privilegios del poder y para ello están dispuestos a los extremos que sean necesarios al precio de un asfixiante aislamiento internacional que seguramente no demorará en privarles del mínimo de oxígeno para poder seguir en el poder.
Si antes no se produce una implosión social será por que el sufrido pueblo venezolano, por su bondad inherente, se anota con el lema de los pastores que lo guían .
@apsalgueiro1 «««