Introducción
En la continuación de nuestra exploración sobre la emblemática institución Estudiantes de Mérida F.C., un equipo que ha enfrentado vicisitudes en los últimos tiempos, es esencial seguir reflexionando sobre sus raíces y valores fundamentales. En este artículo, continuaremos nuestro viaje emocional para comprender la grandeza y el espíritu que caracterizaban (no de manera exhaustiva) al equipo en sus primeros años. Además, profundizaremos en la conmovedora anécdota de Juan José Escarpeccio, que destaca la admiración de un joven jugador por su ídolo. A través de estas historias, buscamos elevar la emotividad, el sentimiento y la espiritualidad, para que cada lector se conmueva y conecte con el legado de Estudiantes de Mérida F.C.
Desarrollo
- La conexión emocional y espiritual con los ídolos y referentes: En los primeros años de Estudiantes de Mérida F.C., la presencia de jugadores extranjeros y referentes nacionales era fundamental. Estos jugadores no solo eran modelos a seguir para los niños y jóvenes jugadores, sino que también representaban una conexión emocional y espiritual. Defendían la camiseta con gallardía y mística deportiva, priorizando la gloria y el honor de representar al equipo antes que la remuneración económica. Esta devoción y admiración transmitían a los jóvenes jugadores un sentido de pertenencia y una pasión inquebrantable por el equipo.
- La esencia forjada en la práctica diaria: En los primeros años, los jugadores amateur o aficionados, niños y jóvenes en formación futbolística, que aspiraban a jugar profesionalmente, no acudían a academias estructuradas. Su formación se daba de manera natural en las canchas de los barrios y en los campos icónicos de Mérida como Lourdes, Residencia, Arenita, Los Curos, Ejido entre muchas otras. Cada día, en la práctica diaria, pulían su juego, desarrollaban su talento y perfeccionaban su técnica. Era en estos escenarios deportivos donde se forjaba la esencia del fútbol, donde la pasión y el amor por el deporte se convertían en fuego que alimentaba los sueños de grandes logros.
- El desarrollo autodidacta y el papel de los entrenadores: En contraste con las academias modernas, los jugadores amateur o aficionados, niños y jóvenes en formación futbolística, que aspiraban a jugar profesionalmente, no acudían a academias estructuradas. Se desarrollaban de manera autodidacta, perfeccionando su juego de manera natural. Los equipos en los que participaban eran espacios para mostrar sus habilidades y talentos innatos. Los entrenadores, más que imponer un estilo de juego, actuaban como guías y mentores, enfocándose en la preparación física, las orientaciones técnicas y el juego en sí. Esta combinación de autodisciplina y mentoría permitía que los jugadores se nutrieran tanto de su pasión interna como de la experiencia de aquellos que habían recorrido el camino antes que ellos.
- La identidad futbolística y el trato exquisito al balón: El fútbol de Estudiantes de Mérida F.C. y del emeritense en general, se destacaba por su identidad futbolística única. Jugaban siempre con el balón al pie, priorizando el buen trato y la destreza técnica. Cada toque, cada jugada, era una manifestación de la grandeza que habitaba en el jugador merideño y se reflejaba a nivel profesional y en cada competencia a nivel amateur. Esta forma de jugar no solo les permitía destacar en el campo, sino que también transmitía una conexión emocional con el juego y una admiración por la belleza y la elegancia del fútbol bien jugado.
- La influencia del fútbol nacional e internacional y el aprendizaje constante: Los jugadores aficionados, jóvenes y niños en proceso de formación futbolística, se mantenían informados sobre el fútbol nacional e internacional, por ejemplo, a través de las transmisiones televisivas correspondientes al fútbol italiano y español. Seguían programas deportivos y se sumergían en el conocimiento de expertos en el ámbito futbolístico. Esta búsqueda constante de aprendizaje y mejora les permitía absorber las enseñanzas de los mejores jugadores del mundo y aplicar esos conocimientos en su propio juego. La conexión con el fútbol en la esfera nacional e internacional les brindaba una perspectiva más amplia y una inspiración constante para elevar su nivel de juego.
- La conexión con la idiosincrasia local y el amor por Mérida: Los entrenadores y directores técnicos de Estudiantes de Mérida F.C. no solo poseían conocimientos futbolísticos, sino que también comprendían a la perfección la idiosincrasia y la cultura de los merideños y del fútbol emeritense. Esta conexión profunda les permitía establecer un vínculo especial con los jugadores y el entorno. El amor por Mérida y su comunidad se entrelazaba con el amor por el equipo, creando una conexión emocional y espiritual que trascendía más allá del fútbol.
Anécdota conmovedora
Una vez escuché una conmovedora anécdota de Juan José Escarpeccio sobre un jugador novel que llegaba al «equipo del pueblo», Estudiantes de Mérida F.C. La historia relata cómo este joven jugador, a pesar de ser nuevo en el equipo, parecía tener una conexión innata con el estilo de juego que se practicaba en el club. Su habilidad y entendimiento del juego sorprendían a todos, incluyendo a Escarpeccio.
Intrigado por esta situación, se le preguntó al jugador novel sobre su sorprendente adaptación y conocimiento del juego. Fue entonces cuando reveló que Escarpeccio era su ídolo y que lo estudiaba y seguía en cada movimiento y jugada, tanto en los partidos oficiales como en los entrenamientos. Desde su posición en la grada, el joven jugador analizaba cada movimiento de su ídolo, cada toque de balón y cada decisión táctica.
La dedicación y admiración hacia Escarpeccio no era simplemente un fanatismo, sino que representaba una profunda conexión emocional y espiritual. Para el joven jugador, su ídolo era una fuente de inspiración y un modelo a seguir en el campo de juego. Queremos destacar con cariño que la pasión y entrega que Escarpeccio demostraba en cada partido, para que realmente fuese sostenible y gratificante en muchos aspectos más allá incluso de lo meramente económico o financiero, muy posiblemente se debió a su propia conexión con Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, porque sin ellos todo es pasajero. ¡Es maravilloso cómo la fe, confianza y devoción a la divinidad puede nutrir y potenciar nuestra pasión por el deporte en particular y todo proyecto de vida en general!
La reflexión que nos deja esta anécdota es poderosa. Nos enseña que tener modelos a seguir en nuestra vida, son fuente inagotable de inspiración y crecimiento. Observar y estudiar a aquellos que admiramos nos permite aprender de su experiencia, de su técnica y de su mentalidad ganadora, pero es importante reconocer que la verdadera grandeza está en seguir los pasos de Jesucristo y copiar el ejemplo de amor y servicio de la Santísima Virgen María. (Nota: ¿Quién era este jugador novel que luego se convirtió en uno de los mejores futbolistas y goleadores del fútbol profesional venezolano? Próximamente presentaremos un texto expositivo sobre él y otros inolvidables referentes en esta misma línea de análisis).
Conclusión
Al explorar algunos aspectos característicos de Estudiantes de Mérida F.C. y la conmovedora anécdota de Juan José Escarpeccio, se destacan elementos fundamentales que podrían contribuir a la revitalización del equipo. La conexión emocional y espiritual con los ídolos y referentes ha sido una fuente de inspiración profunda, demostrando que contar con modelos a seguir puede ser una poderosa influencia en el crecimiento y desarrollo de los jugadores.
Asimismo, la esencia forjada en la práctica diaria, el desarrollo autodidacta y el papel de los entrenadores han sido pilares en la formación de los jugadores, representando una oportunidad para recuperar la pasión, la entrega y el compromiso con el equipo. La identidad futbolística única, el trato exquisito al balón y la influencia del fútbol nacional e internacional también pueden servir como fuentes de inspiración y aprendizaje constante para elevar el nivel de juego y la mentalidad de los jugadores.
La conexión con la idiosincrasia local y el amor por Mérida, junto con la anécdota de Juan José Escarpeccio, nos recuerdan la importancia de buscar referentes que encarnen los valores de amor, humildad y servicio, como Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María. Estos valores, cuando se incorporan a la mentalidad y la cultura del equipo, pueden ser una fuente de inspiración para revitalizar la pasión, la determinación y el sentido de pertenencia en los jugadores.
En este sentido, la revitalización de Estudiantes de Mérida F.C. podría involucrar la implementación de estrategias que fomenten la conexión emocional y espiritual con los valores fundamentales del equipo, así como el fortalecimiento de la identidad futbolística única y el amor por la comunidad de Mérida. La orientación de los entrenadores y directivos hacia la promoción de estos valores, y la inspiración constante que representan, podría ser un paso crucial para recuperar la grandeza y el espíritu que caracterizaban al equipo en sus primeros años.
“¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!”
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Recuperando la grandeza: estrategias para revitalizar al “equipo del pueblo» (El Nacional, marzo 5, 2024)
Pedro Morales. Proyecto educativo: “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera”. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. (UNET) [email protected] X: @tipsaldia / Instagram: @tipseconomic / WhatsApp: +58-416-8735028