OPINIÓN

Estrategia de Maduro fracasa y potencia a la oposición

por Daniel García Daniel García

Las actuaciones del régimen protagonizadas por las máximas figuras del desdibujado y desacertado oficialismo, luego del proceso primario, disparan la atención de los venezolanos para respaldar y potenciar la opción electoral opositora en las presidenciales que deben celebrarse en el segundo semestre del año 2024.

María Corina Machado, en un proceso inédito y multitudinario, marcó de manera contundente y lacerante la reputación de todos los partidos del estatus del sector oposición y demostró una fuerza electoral popular, consciente e incontenible, que supera al oficialismo.

Tal resultado hoy, en voz y pluma de los analistas mas acertados en el país, sus opiniones y apreciaciones generan un caos absoluto en todos los niveles organizativos y políticos del partido de gobierno y deja desvalidos y en minusvalía a los integrantes del Polo Patriótico y al polo opositor, tutelado por los estrategas oficialistas nacionales y extranjeros, que desesperadamente construyen escenarios antidemocráticos para detener un fenómeno electoral que superó las expectativas y pese a las ventajas que mantienen quienes ostentan el poder, los sorprendió y tomó por sorpresa.

El escenario electoral es un terreno minado para el régimen, transitarlo es un camino seguro al matadero. Ante esta realidad todas sus acciones y estrategias estarán dirigidas a promover en las filas de oposición confrontación y enfrentamiento para justificar cualquier escenario que los provea de una excusa para salirse de la ruta electoral, ya asimilada por la mayoría de los venezolanos y asumida como la principal y única herramienta para el cambio y transformación del país.

Los poderes públicos que irresponsablemente se han convertido en ejecutores complacientes de los caprichos y designios de los jerarcas del régimen, están ganándose el desprecio del pueblo venezolano que clama justicia, seguridad y respeto a sus derechos constitucionales que, en medio de las falsas  promesas del modelo socialista, les han sido suprimido y confiscados.

Con toda la carga emocional que sufre el venezolano, aunado con el control social y nula respuesta de las instituciones a tantas agravadas necesidades, el régimen no cesa en sus políticas distraccionistas.

Hoy quiero advertir que el planteamiento para el referéndum propuesto sobre el tema del Esequibo lleva intrínseco varias estrategias que deben ser procesadas pronta y oportunamente para darles respuesta y orientar a los venezolanos sobre la participación o no en esta propuesta intempestiva.

No estamos en un país normal. Aquí prevalece la manipulación, la distracción y el ataque permanente a todo lo que conlleve al camino del cambio. Sin embargo, las cosas están cambiando y las estrategias también. La nueva era del esfuerzo opositor muestra otra cara y genera paulatinamente las expectativas tan esperadas en un ambiente de esperanza y confianza creciente por los primeros pasos ganados con resultados más que satisfactorios.

Lo positivo que nace como el ave fénix es el surgimiento silente de un nuevo modelo de conducción. Nada de lo que ha puesto en practica por el régimen avalado por las instituciones desprestigiadas y amorales, no han causado ningún efecto en el sentimiento popular  que simplemente esta ejerciendo sus derechos y construye efectivamente la anhelada mayor unidad posible para vencer.

Las características de esta gesta política hoy en manos de una mujer calificada, antagónica al socialismo y promotora de un modelo de Estado distinto, que promete acabar con la pobreza, la división familiar y el fomento del trabajo bien remunerado y hacer de Venezuela una nación productiva, rompió el paradigma revolucionario que prometió un país mejor y hoy sus resultados son todos rojos, estadísticamente hablando.

No hay contraloría, tribunal supremo de justicia, fiscalía, fuerza armada o ejecutivo nacional que se imponga al poder originario que calentó los motores y se puso en marcha para propulsar la transición y se prepara para designar un nuevo presidente que luego de investido dará paso a una constituyente que plasme un nuevo pacto social, un nuevo modelo político económico y social que devuelva al pueblo venezolano el bienestar y el progreso.

Los venezolanos estamos convencidos de que con Maduro, que lleva varios años decretando la recuperación económica, no existe ninguna posibilidad y es allí que las demostraciones hasta ahora dadas tienen en preaviso a los revolucionarios que se niegan a reconocer sus fracasos y sus vergonzosos y escandalosos niveles de corrupción.

Les puedo asegurar que los niveles de conciencia y compromiso de la dirigencia emergente actuarán con mucho nivel para no dilapidar esta oportunidad que existe de deponer al hambre y la miseria.

El régimen patalea en medio de la desaprobación y el rechazo. Es natural y debemos entenderlo, pero igualmente nos corresponde enfrentarlos y desenmascararlos en todas sus fases de metamorfosis política.

A un año aproximadamente de las elecciones presidenciales está cantado. ¡Venezuela muy pronto cambiará!