He aquí todo lo que tengo para emprender
mi viaje tan anhelado
tantas veces soñado, añorado durante
noches interminables de incontables
cavilaciones de sueños diurnos cuales
culebras infinitas que se enrollan sobre
sí mismas a lo largo de horas sin mensura
He aquí mis breves bártulos harapientos
que llevo en mi equipaje
tres o cuatro libros leídos y releídos
hasta el hartazgo subrayados con
énfasis obsesivo con lápices desgastados.
Un jirón de una vieja y desteñida bandera
incolora perforada por feroces dentelladas
de perros rabiosos que nunca dieron tregua
a mi persistencia insobornable de viajero
insomne vapuleado por la desdicha
He aquí mi equipaje cargado de sueños
y vehemencias postergadas una y otra vez
y otra… y otra hasta la extinción de los
calendarios con sus días festivos y lúgubres
qué más da
Sabernos jubilosos cadáveres danzantes
que bailan su pavana en sus danzas de la
muerte anticipada
Mi equipaje va tan liviano que pesa
el Atlas del mundo con sus enseres y atavíos
tras las espaldas lastimadas de los preteridos
de todos los siglos y milenios imprimiendo
el sello del mal sobre la tierra
Todo mi equipaje va conmigo en mi cabeza
atolondrada y ebria de ti pequeña mariposa
de lentos y angustiados aleteos que pretenden
alcanzar vanamente las últimas orillas del mundo.